Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ASI LO VEN


Negociando a la fuerza

El acuerdo de paz había dejado un punto oscuro: el papel de las tropas rusas en la fuerza internacional de paz (KFOR). El viernes, unidades militares rusas entraron a Kosovo sin autorización de la OTAN desde el norte de Serbia, llegaron hasta el aeropuerto de su capital, Pristina y amenazaron con no dejar entrar a la avanzada británico-canadiense de la KFOR.

El Mundo

Con unos cientos de hombres sobre unos pocos carros de combate lanzados por la autopista que va de Sarajevo a Belgrado, los militares rusos han logrado en unas horas cobrarse revancha por todas las humillaciones por las que ellos creen que la OTAN les ha hecho pasar durante el conflicto de Kosovo (...) Este golpe de mano va a obligar a una revisión forzosa y desagradable de los planes. Por lo pronto, la inesperada carrera (que recuerda aquella hacia Berlín en 1945...) ha hecho cundir el desconcierto en las filas de la OTAN. Y sus tropas fueron incapaces, en medio de una confusa batería de órdenes y de contraórdenes, de penetrar un metro siquiera en territorio kosovar.(Editorial)

La Repubblica

Cuando un pueblo está agobiado por frustraciones y resentimiento, cuando su identidad se debilita junto a la declinación de la nación, nada como una bravata de sus soldados puede ayudar a recuperarlo. Nada como una burla al más fuerte (Occidente) puede mejorarle un poco el humor. Pero el punto a tener en cuenta es otro: el significado político de la avanzada. Si el golpe significa el retorno a un antagonismo entre Rusia y Estados Unidos, entre Moscú y la capital de la OTAN, la respuesta es no. No estamos en presencia de un aumento de la tensión entre Rusia y Occidente, y menos aún del renacimiento del potencial militar ruso. El ex Ejército rojo sigue siendo el mismo de la catastrófica operación de Chechenia.(Sandro Viola)

The Washington Post

Si quedaba alguna duda sobre la sabiduría de negarles una zona especial a las tropas rusas en Kosovo, los rusos mismos se encargaron de despejarla con su entrada secreta en la capital kosovar de Pristina el sábado por la mañana. Con una serie de pronunciamientos confusos, el gobierno de Moscú hizo dudar sobre su confiabilidad como socio. Más aún, con la vuelta olímpica con los serbios en Pristina, los rusos demostraron una vez más que sus simpatías estaban más con los criminales de Serbia que con sus víctimas. Estas simpatías convierten a Rusia en una opción deslucida a la hora de designar un protector para los deportados. (Editorial)

El futuro de Yugoslavia

Luego del fin de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia y de la conversión de Kosovo en una suerte de protectorado internacional, se renovaron las preguntas sobre el futuro de Milosevic: si su supuesta derrota militar significará su derrota política interna o si seguirá al frente de Yugoslavia, como lo hizo luego de la guerra de Bosnia en 1995.

The Independent 

El único punto que Belgrado dice que se aseguró en el acuerdo Chernomyrdin-Ahtisaari es el reconocimiento internacional de que Kosovo es parte de Serbia. Es verdad que no hay ninguna referencia a un referéndum para definir el status de Kosovo dentro de tres años, como figuraba en el acuerdo de Rambouillet, pero peleando esta guerra por un Kosovo "étnicamente limpio", Milosevic se aseguró haber perdido la provincia. Ahora Kosovo será ocupada por una fuerza internacional con la autoridad plenamente legal de las Naciones Unidas. Y si dentro de tres años, un gobierno de Kosovo, que represente las aspiraciones de la mayoría de la población de la provincia, declara la independencia, ¿quién los va a detener?(Editorial)

USA Today

Estamos preocupados por el hecho de que la Administración Clinton repita los errores cometidos en Bosnia, donde el combate se detuvo luego de convertir a Milosevic en el aliado estratégico de Occidente para implementar un acuerdo de paz. El acuerdo alcanzado por Kosovo podría significar lo mismo: los portavoces serbios ya están proclamando que lo firmado reafirma la soberanía de Belgrado sobre Kosovo y autoriza el despliegue de una fuerza internacional de paz sólo "bajo el auspicio de la ONU". Y aquí Milosevic quizás logre algo más que salvar su ropa: probablemente se fortalezca internamente, así como Saddam Hussein salió bien parado de la Operación Tormenta del Desierto.(Editorial)

Saint Petersburg Times

La lista de los nuevos problemas es infinita. El primero y principal, el futuro incierto de Kosovo y la extensión del compromiso militar de la OTAN en esa región. La guerra ha privado a Yugoslavia del control efectivo de su territorio y fortaleció al Ejército de Liberación de Kosovo. Hay pasos hacia un protectorado con final abierto, que podría ser la independencia de un dudoso nuevo país (...) ¿Y cuál será el futuro de Yugoslavia y su república dominante, Serbia? Una Yugoslavia aislada y resentida, con su infraestructura y su economía destrozada por las bombas, parece un mejor medio aun para cultivar el nacionalismo venenoso representado por Milosevic, y aun para el beneficio de nacionalistas más radicales que él.(Editorial)

El difícil balance

La victoria de las fuerzas multinacionales de la OTAN, después de 78 días de bombardeos contra Serbia, obligó a un balance de qué se había ganado y perdido con respecto de los objetivos originarios y proclamados, de frenar la depuración étnica que sufrían los albaneses en la provincia yugoslava de Kosovo. Pero ni los atlantistas más devotos creen en el éxito.

Libération

La intervención en Kosovo, para establecer un mínimo de derechos a beneficio de la mayoría de origen albanés y hacer cesar la represión de la que era víctima, constituye una píldora amarga, no solamente para los serbios, sino también para todos los países que ven allí un precedente peligroso. La píldora es dura de tragar, particularmente en Moscú y Pekín. Algo que, por otra parte, explica en gran medida los contratiempos de todo tipo que han retrasado el fin de la guerra. Pero de Nigeria a la India, pasando por Irak y Siria, forman una legión. Sea por temer el desmantelamiento de un modelo estatal heredado de la colonización; sea porque temen que empiecen a mirar de más cerca cómo tratan a sus pueblos.(Editorial, por Jacques Amalric)

Le Monde

Los aliados ganaron. Slobodan Milosevic perdió. 5000 a O, como resumió cruelmente The Washington Post: cinco mil bajas serbias, ninguna atlantista. Unánimes, las potencias occidentales juran que no es posible dar asistencia a Yugoslavia mientras Milosevic siga en el poder. Sería ignorar que a la cabeza de un estado al que se sostiene financieramente hay un hombre acusado de crímenes contra la humanidad. ¿Pero es posible decir que se va a ayudar a la reconstrucción de Kosovo, que se desea que Kosovo siga en Yugoslavia, y al mismo tiempo negar toda ayuda a este país? Las respuestas no son simples. Pero hacerle pagar al pueblo serbio el precio de las acciones de sus dirigentes es correr el riesgo de minar la paz agravando los resentimientos. Si no quieren reservarse muy malas sorpresas, los occidentales deben, desde ahora mismo, plantearse esta cuestión.(Editorial)

Der Spiegel

La costumbre de comparar a cada dictador sangriento con Hitler fue siempre incorrecta. Cuando se quiso recurrir a Auschwitz como arma contra el depurador étnico Slobodan Milosevic, los sobrevivientes del Holocausto se rebelaron y con razón. Slobodan Milosevic y su mujer Mira tendrán muchas dificultades en pasar a la historia como fenómenos criminales del siglo. Por Hitler y Stalin, en cambio, no hay que preocuparse.(Rudolf Augstein)

 

PRINCIPAL