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Por Fernando Cibeira Una carta abierta en los diarios o una nota elevada al Comité Capital de la UCR será la forma que tomará la presión que un grupo de notorios dirigentes del radicalismo porteño quiere ejercer sobre Fernando de la Rúa para que convoque a las elecciones para la jefatura de la ciudad junto con las presidenciales de octubre. El deseo de este grupo es funcional a la postura esgrimida desde el Frepaso, que también quiere la elección conjunta. Solo en su idea de desdoblar, entonces, quedaría De la Rúa que, según un dirigente de su entorno, terminará optando igual por patear los comicios en la ciudad para el 2000 para asegurarse un triunfo contundente en el distrito en octubre. Llevamos a De la Rúa y Chacho Alvarez, que son los dirigentes más taquilleros de la Capital, mientras que a Eduardo Duhalde y a Palito Ortega las encuestas les dan mal. ¿Para qué nos vamos a complicar?, explicaba el dirigente delarruista. En público la discusión tiene un único carril. Los que quieren la unificación sostienen que un solo comicio significará un ahorro de siete millones de pesos para el presupuesto capitalino. Desde el delarruismo le responden que una elección separada, si bien puede ser más costosa, valdría como gesto de mayor autonomía política de la ciudad. Pero eso es para el debate público. En privado, cada sector admite algunas motivaciones especiales. El grupo de dirigentes radicales opositor compuesto por las líneas que encabezan Jesús Rodríguez, Rodolfo Terragno y los alfonsinistas como Gabriela González Gass entiende que una elección unificada les permitirá acceder a candidaturas de mayor importancia que si fueran separadas. La ecuación es sencilla: si sólo se elige presidente y diputados, creen que los delarruistas van imponer a quien vaya al frente de la lista (incluso ya hay quienes mencionan a la secretaria de Promoción Social, Cecilia Felgueras). Y que el año próximo, si De la Rúa es presidente, les va a ser muy difícil arrebatarle las candidaturas que le corresponderán al radicalismo, como la del vicejefe de Gobierno y los lugares expectables en la boleta de legisladores porteños. En cambio, por el lado del Frepaso, desde Chacho Alvarez hasta el último de los legisladores, todos están a favor de la unificación. Piensan que así Aníbal Ibarra podría convertirse en jefe de Gobierno gracias a la tracción de la fórmula presidencial, sin necesidad de pasar por las incertidumbres que les plantearía una elección separada. Ibarra, quien en dos semanas deberá ratificar su postulación en una interna con Dante Caputo, sumó ayer presión a De la Rúa al insistir en que el desdoblamiento podría ser interpretado como un síntoma de debilidad política. Algo de eso ya le dijo Duhalde la semana pasada en un acto en la Capital. Cerca de De la Rúa ven la situación desde otro ángulo. Allí argumentan que la prioridad dentro de la Alianza debe pasar por asegurar el triunfo en octubre y que, en ese esquema, lo mejor es no agregar nuevos elementos a la compulsa porteña, que por ahora les está dando 30 puntos de diferencia con el PJ. Esos 600 mil votos son fundamentales porque pensamos que Duhalde no los puede descontar en el interior, responden en el comando de campaña aliancista. Los sectores no delarruistas del radicalismo y en el Frepaso aseguran que este argumento no se sostiene. Allí dicen que las encuestas demuestran que en cualquier hipótesis hasta si Domingo Cavallo va como jefe de Gobierno con Duhalde como candidato a presidente mantienen una diferencia de más de 20 puntos. Como fuera, el primer test de fuerzas será el 1º de julio en la Legislatura, cuando se debata la ley electoral porteña. De la Rúa ya ha dicho que no convocará a elecciones hasta no contar con esa ley que permite la eliminación de las listas sábana y la elección de legisladores por zonas. Pero para la aprobación es necesario contar con una mayoría especial de los dos tercios 40 legisladores, que quienes están a favor de la unificación no están seguros de reunir sin el delarruismo. Por eso, antes de la sesión, tratarán de hacer pública su posición con una carta. Y esperan que De la Rúa acuse recibo de alguna forma. CRITICA A DUHALDE DESDE TIERRA DEL FUEGO Por Fernando Almirón
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