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Por Claudio Zlotnik En seis meses, entre octubre y mayo últimos, cien mil personas se quedaron sin trabajo en el conurbano bonaerense. Según datos que maneja el equipo económico de la Alianza, la tasa de desempleo en los 19 partidos del Gran Buenos Aires aumentó en casi dos puntos y medio en el último semestre, del 15,1 al 17,5 por ciento. Los técnicos de la coalición opositora advirtieron que, en medio de la recesión, la industria fue el sector que mayor cantidad de personas dejó cesantes. Los datos oficiales de desocupación correspondientes a mayo, recogidos por los encuestadores del Indec en todo el país, están en estos momentos siendo procesados en el organismo. Y serán difundidos dentro de un mes. Pero urgidos por los tiempos electorales, los economistas de la Alianza dieron cuenta del incremento de la cantidad de personas que no están empleadas en el conurbano, ya sea porque fueron despedidas o bien suspendidas temporalmente. La suba de la desocupación es consecuencia directa de la recesión: el viernes pasado, Economía informó que el Producto Bruto se contrajo el tres por ciento en los primeros tres meses del 99. Si las proyecciones de la oposición se cumplen, la tasa de desocupación en el cordón industrial bonaerense habrá quebrado su tendencia declinante. Del record del 22,6 por ciento medido en mayo del 95, bajo el contexto del efecto Tequila, el desempleo fue bajando en los últimos años. En mayo y agosto del año pasado, el índice se situó en torno del 16 por ciento. Y en octubre había caído al 15,1. Pero la profundización de la crisis económica impactó de lleno en el mercado laboral, especialmente en el sector productivo. El informe elaborado por la Alianza reveló que el rubro automotor fue el más perjudicado. En el conurbano bonaerense, unas diez mil personas están empleadas en las terminales automotrices y otras quince mil en las autopartistas. Estos dos sectores tienen un efecto multiplicador sobre los demás. Por cada empleo perdido, o por cada suspensión en el rubro automotor, se desplazan o se suspenden a otras siete personas de otros sectores de la producción, relató a Página/12 Arnaldo Bocco, uno de los referentes económicos de la Alianza. En menor medida que la rama automotriz, que fue severamente castigada por la crisis en Brasil, los sectores textil, alimenticio, químico y de la construcción también sufrieron los efectos por la retracción de la economía. En toda la provincia de Buenos Aires se contabilizaron 860 mil desocupados y 814 mil subocupados, personas que trabajan menos de 35 horas semanales y quisieran trabajar más, lo que hace que en el distrito gobernado por Eduardo Duhalde haya un total de casi un millón setecientas mil personas con problemas laborales. A su vez, y aunque aún no poseen datos precisos, en la Alianza calculan que el desempleo en todo el país se ubicó cerca del 15 por ciento en la medición de mayo, lo que implicaría un salto desde el 12,4 por ciento de un semestre atrás. El desempleo es producto de una mala política económica. El piloto automático trajo como consecuencia esta suba, y hay regiones que van a tener una tasa de desempleo sorpresiva, como el conurbano (17,5 por ciento) y Tucumán (18), señaló Bocco. En diálogo con este diario, el especialista recordó que durante la década del 90 el desempleo en la provincia de Buenos Aires creció un 182 por ciento. En 1990 había 305 mil desocupados y ahora hay 860 mil, apuntó. Jorge Remes Lenicov, el eventual ministro de Economía en caso de que Eduardo Duhalde llegue a la Casa Rosada, deslizó una crítica al gobierno de Menem por el aumento de la desocupación. Ante la crisis, debió haber aplicado políticas anticíclicas, y medidas como manejo de encajes y limitar los impuestos a los intereses, sugirió.
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