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La oposición correntina pide gabinete de coalición

El gobernador se disponía a anunciar la renuncia de sus ministros para descomprimir la situación. Pero los opositores le exigen participar en el nuevo gabinete. Sigue la vigilia en la plaza.

Presiones: Los manifestantes denunciaron que el oficialismo alienta “grupos de choque” para intervenir mientras los diputados definan el futuro del gobernador.

La plaza principal sigue siendo escenario de la vigilia popular.
Ayer empezaron a pagarse sueldos atrasados, pero la gente no se va.

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t.gif (862 bytes)  Con un adelanto de la coparticipación federal en sus manos que le permitió comenzar a pagar ayer mismo los salarios de abril a los empleados públicos, el gobernador de Corrientes, Pedro Braillard Poccard, se disponía a anunciar anoche la remoción de sus ministros y la puesta en marcha de la normalización del Instituto de Obra Social y del Consejo General de Educación provincial. A pesar del intento de Braillard Poccard de descomprimir de esa forma la tensa situación social que vive la provincia, la vigilia popular continuó frente a la Legislatura correntina y la oposición supeditó la reapertura del diálogo político al nombramiento de un gabinete de consenso.
Braillard Poccard demoró hasta última hora el anuncio sobre la remoción de sus ministros aunque la decisión estaba tomada desde mucho antes. Ya a la mañana, el mandatario correntino había admitido que “el gabinete en su totalidad me ha presentado su renuncia”. Entonces, explicó que “la medida no es del todo justa”, pero que respondía al “requerimiento formulado públicamente por el obispo (de Corrientes, Domingo Castagna) de que cada sector hiciera aportes” para buscar una salida a la crisis.
El mismo espíritu atribuyó Braillard Poccard a su decisión de avanzar con la normalización del Instituto de Obra Social y del Consejo General de Educación y negó estar jugando su última carta de cara al pedido de juicio político que pesa en su contra: insistió en que “la solución de gran parte de los problemas de la provincia dependen de gestos de voluntad política de parte de todos los sectores” y aseguró que “lo que nosotros estamos haciendo es dar un gesto de nuestra voluntad política”.
Pero las palabras del gobernador no convencieron a la oposición. “Se trata de un intento desesperado por frenar el juicio político”, opinó un importante diputado opositor, que adelantó la decisión de avanzar con el proceso contra Braillard Poccard. El próximo viernes el mandatario debe presentar su defensa ante la Cámara baja correntina, que ese mismo día podría aprobar la apertura del proceso en su contra. Tampoco se descarta que hoy los diputados traten el proyecto de intervención a la capital provincial, conducida por Raúl “Tato” Romero Feris, líder del oficialista Partido Nuevo y a quien se le atribuye ser el verdadero dueño del poder en Corrientes.
Entre el grupo de legisladores que promueven el enjuiciamiento de Braillard Poccard hay uno del Partido Federal. El gobernador mantuvo ayer una reunión con Domingo Cavallo para pedirle su opinión acerca de la forma de superar la crisis. Más de uno sospechó que el mandatario correntino buscó ese encuentro para tantear la posibilidad de un cambio de postura del diputado cavallista, una alternativa que en el entorno del ex ministro de Economía rechazaron de plano.
La oposición le reclama ahora a Braillard Poccard un claro gesto de independencia de Romero Feris. Esto es, en los hechos, que los nuevos ministros sean nombrados por consenso. Las demás condiciones que había impuesto para reanudar el diálogo político en busca de una salida a la crisis –la remoción de todo el gabinete provincial y la normalización de los entes descentralizados– parecen garantizadas a partir de las decisiones adoptadas por el gobernador.
Lo que tampoco consiguió modificar Braillard Poccard fue la fisonomía de la plaza 25 de Mayo, ubicada frente a la Legislatura correntina. Allí proseguía anoche la vigilia popular que comenzó a principios de la semana pasada, cuando estalló el conflicto y los manifestantes denunciaron que el oficialismo alienta “grupos de choque” para intervenir pasado mañana mientras los diputados definan el futuro del gobernador.
En ese marco, se comenzó a pagar a algunos estatales con los recursos que llegaron desde la Nación. El ministro del Interior, Carlos Corach, no descartó el envío de más ayuda y explicó que “Economía está trabajando sobre la posibilidad de un adelanto de la coparticipación” del próximo ejercicio, a la vez que opinó que “no habrá necesidad de ningún tipo de intervención” a la provincia.

 


 

PROPONE UNA CUMBRE CON MENEM, DE LA RUA Y DUHALDE
El gran acuerdo de Cavallo

Por Adrián H. Mouján

t.gif (862 bytes) “Hay muchas provincias que viven una situación igual de grave que Corrientes y corremos el riesgo de que se produzcan situaciones sociales similares a las que vive la provincia del Litoral.” Como economista, Domingo Cavallo trazó un grave diagnóstico sobre la situación socioeconómica que vive el país, y para la solución, pero como postulante presidencial, propuso una reunión cumbre con Eduardo Duhalde, Fernando de la Rúa y Carlos Menem para buscarle soluciones a la crisis.
“Junto con De la Rúa y Duhalde debemos convocar al presidente Menem para plantearle una reforma fiscal en las provincias”, agregó el diputado de Acción por la República, aunque luego reconoció cuál es el principal escollo para su propuesta: “Yo sé que ahora nadie se quiere sacar una foto con Menem, pero es la única salida que nos queda”. “La crisis de Corrientes es, apenas, un botón de muestra de una crisis muy profunda que están atravesando varias provincias argentinas y, yo diría, una crisis por la que está atravesando nuestro país: la crisis fiscal.”
“Este es el inicio de una secuencia de una crisis que se va a ir dando en distintas provincias porque todas, o varias, han gastado demasiado, se han endeudado y tiene hoy un problema parecido”, al de Corrientes. El ex ministro de Economía consideró que la crisis socioeconómica tiene su origen en “un gasto público que adquirió dimensiones exageradas que se transformó en una mochila pesada que dificulta el funcionamiento de la economía y de la sociedad”.
Con la idea de mantenerse en la mesa de los presidenciables, de la cual la polarización comienza a alejarlo rápidamente, Cavallo buscó instalar la idea de que la campaña gira en torno de un trío. “Si Duhalde y De la Rúa quieren gobernar, tal como yo quiero, deberían demostrarlo ahora, porque en diciembre la situación, de seguir así, será sumamente grave”, fue la frase del ex ministro de Economía de Menem.
Cavallo pidió un encuentro con los otros candidatos presidenciales sintonizando con una idea similar que lanzó Eduardo Duhalde la semana pasada. En los cuarteles del duhaldismo evalúan que una foto junto a Menem y De la Rúa no perjudicaría su estrategia de diferenciación. Pero el principal inconveniente gira en torno del postulante aliancista, a quien le disgustan cualquiera de las dos posibilidades: una foto con Cavallo y Duhalde, u otra con Menem y los otros candidatos.
El diputado buscó esmerilar a Menem y le advirtió que, “a pesar de que se está yendo, tiene mucha responsabilidad en esto y debe seguir gobernando hasta el 10 de diciembre”, aunque ponderó los acuerdos logrados en materia económica por el jefe de Estado en el Mercosur. “El 10 de diciembre, no podremos echarle la culpa de todo a Menem, porque nosotros habremos dejado pasar la oportunidad de participar en la salida de esta crisis”, fue uno los pocos mimos que le prodigó Cavallo al primer mandatario.
Precisamente, Menem y los gobiernos provinciales fueron las principales víctimas en el discurso que Cavallo pronunció en el lanzamiento de la Fundación Innovar, que tiene como principal cara a su hijo Eduardo. Frente a un auditorio compuesto por estudiantes, muy prolijos y graduados con estupendas notas de universidades privadas y extranjeras, además de empresarios e industriales que apoyan su carrera presidencial, el diputado ofreció una solución bastante yoica para salir de la crisis. “Para salir de la crisis tiene que haber una estrategia nacional y de las provincias como la que estaba plasmada en el pacto federal fiscal”, un acuerdo entre el Estado nacional y los provinciales, que le valió a Cavallo el odio de los gobernadores peronistas y no peronistas durante su tarea como ministro de Economía de Menem.

 

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