Con un
adelanto de la coparticipación federal en sus manos que le permitió comenzar a pagar
ayer mismo los salarios de abril a los empleados públicos, el gobernador de Corrientes,
Pedro Braillard Poccard, se disponía a anunciar anoche la remoción de sus ministros y la
puesta en marcha de la normalización del Instituto de Obra Social y del Consejo General
de Educación provincial. A pesar del intento de Braillard Poccard de descomprimir de esa
forma la tensa situación social que vive la provincia, la vigilia popular continuó
frente a la Legislatura correntina y la oposición supeditó la reapertura del diálogo
político al nombramiento de un gabinete de consenso.
Braillard Poccard demoró hasta última hora el anuncio sobre la remoción de sus
ministros aunque la decisión estaba tomada desde mucho antes. Ya a la mañana, el
mandatario correntino había admitido que “el gabinete en su totalidad me ha
presentado su renuncia”. Entonces, explicó que “la medida no es del todo
justa”, pero que respondía al “requerimiento formulado públicamente por el
obispo (de Corrientes, Domingo Castagna) de que cada sector hiciera aportes” para
buscar una salida a la crisis.
El mismo espíritu atribuyó Braillard Poccard a su decisión de avanzar con la
normalización del Instituto de Obra Social y del Consejo General de Educación y negó
estar jugando su última carta de cara al pedido de juicio político que pesa en su
contra: insistió en que “la solución de gran parte de los problemas de la provincia
dependen de gestos de voluntad política de parte de todos los sectores” y aseguró
que “lo que nosotros estamos haciendo es dar un gesto de nuestra voluntad
política”.
Pero las palabras del gobernador no convencieron a la oposición. “Se trata de un
intento desesperado por frenar el juicio político”, opinó un importante diputado
opositor, que adelantó la decisión de avanzar con el proceso contra Braillard Poccard.
El próximo viernes el mandatario debe presentar su defensa ante la Cámara baja
correntina, que ese mismo día podría aprobar la apertura del proceso en su contra.
Tampoco se descarta que hoy los diputados traten el proyecto de intervención a la capital
provincial, conducida por Raúl “Tato” Romero Feris, líder del oficialista
Partido Nuevo y a quien se le atribuye ser el verdadero dueño del poder en Corrientes.
Entre el grupo de legisladores que promueven el enjuiciamiento de Braillard Poccard hay
uno del Partido Federal. El gobernador mantuvo ayer una reunión con Domingo Cavallo para
pedirle su opinión acerca de la forma de superar la crisis. Más de uno sospechó que el
mandatario correntino buscó ese encuentro para tantear la posibilidad de un cambio de
postura del diputado cavallista, una alternativa que en el entorno del ex ministro de
Economía rechazaron de plano.
La oposición le reclama ahora a Braillard Poccard un claro gesto de independencia de
Romero Feris. Esto es, en los hechos, que los nuevos ministros sean nombrados por
consenso. Las demás condiciones que había impuesto para reanudar el diálogo político
en busca de una salida a la crisis –la remoción de todo el gabinete provincial y la
normalización de los entes descentralizados– parecen garantizadas a partir de las
decisiones adoptadas por el gobernador.
Lo que tampoco consiguió modificar Braillard Poccard fue la fisonomía de la plaza 25 de
Mayo, ubicada frente a la Legislatura correntina. Allí proseguía anoche la vigilia
popular que comenzó a principios de la semana pasada, cuando estalló el conflicto y los
manifestantes denunciaron que el oficialismo alienta “grupos de choque” para
intervenir pasado mañana mientras los diputados definan el futuro del gobernador.
En ese marco, se comenzó a pagar a algunos estatales con los recursos que llegaron desde
la Nación. El ministro del Interior, Carlos Corach, no descartó el envío de más ayuda
y explicó que “Economía está trabajando sobre la posibilidad de un adelanto de la
coparticipación” del próximo ejercicio, a la vez que opinó que “no habrá
necesidad de ningún tipo de intervención” a la provincia.
PROPONE UNA CUMBRE CON MENEM, DE LA RUA Y
DUHALDE
El gran acuerdo de Cavallo
Por Adrián H. Mouján
“Hay
muchas provincias que viven una situación igual de grave que Corrientes y corremos el
riesgo de que se produzcan situaciones sociales similares a las que vive la provincia del
Litoral.” Como economista, Domingo Cavallo trazó un grave diagnóstico sobre la
situación socioeconómica que vive el país, y para la solución, pero como postulante
presidencial, propuso una reunión cumbre con Eduardo Duhalde, Fernando de la Rúa y
Carlos Menem para buscarle soluciones a la crisis.
“Junto con De la Rúa y Duhalde debemos convocar al presidente Menem para plantearle
una reforma fiscal en las provincias”, agregó el diputado de Acción por la
República, aunque luego reconoció cuál es el principal escollo para su propuesta:
“Yo sé que ahora nadie se quiere sacar una foto con Menem, pero es la única salida
que nos queda”. “La crisis de Corrientes es, apenas, un botón de muestra de una
crisis muy profunda que están atravesando varias provincias argentinas y, yo diría, una
crisis por la que está atravesando nuestro país: la crisis fiscal.”
“Este es el inicio de una secuencia de una crisis que se va a ir dando en distintas
provincias porque todas, o varias, han gastado demasiado, se han endeudado y tiene hoy un
problema parecido”, al de Corrientes. El ex ministro de Economía consideró que la
crisis socioeconómica tiene su origen en “un gasto público que adquirió
dimensiones exageradas que se transformó en una mochila pesada que dificulta el
funcionamiento de la economía y de la sociedad”.
Con la idea de mantenerse en la mesa de los presidenciables, de la cual la polarización
comienza a alejarlo rápidamente, Cavallo buscó instalar la idea de que la campaña gira
en torno de un trío. “Si Duhalde y De la Rúa quieren gobernar, tal como yo quiero,
deberían demostrarlo ahora, porque en diciembre la situación, de seguir así, será
sumamente grave”, fue la frase del ex ministro de Economía de Menem.
Cavallo pidió un encuentro con los otros candidatos presidenciales sintonizando con una
idea similar que lanzó Eduardo Duhalde la semana pasada. En los cuarteles del duhaldismo
evalúan que una foto junto a Menem y De la Rúa no perjudicaría su estrategia de
diferenciación. Pero el principal inconveniente gira en torno del postulante aliancista,
a quien le disgustan cualquiera de las dos posibilidades: una foto con Cavallo y Duhalde,
u otra con Menem y los otros candidatos.
El diputado buscó esmerilar a Menem y le advirtió que, “a pesar de que se está
yendo, tiene mucha responsabilidad en esto y debe seguir gobernando hasta el 10 de
diciembre”, aunque ponderó los acuerdos logrados en materia económica por el jefe
de Estado en el Mercosur. “El 10 de diciembre, no podremos echarle la culpa de todo a
Menem, porque nosotros habremos dejado pasar la oportunidad de participar en la salida de
esta crisis”, fue uno los pocos mimos que le prodigó Cavallo al primer mandatario.
Precisamente, Menem y los gobiernos provinciales fueron las principales víctimas en el
discurso que Cavallo pronunció en el lanzamiento de la Fundación Innovar, que tiene como
principal cara a su hijo Eduardo. Frente a un auditorio compuesto por estudiantes, muy
prolijos y graduados con estupendas notas de universidades privadas y extranjeras, además
de empresarios e industriales que apoyan su carrera presidencial, el diputado ofreció una
solución bastante yoica para salir de la crisis. “Para salir de la crisis tiene que
haber una estrategia nacional y de las provincias como la que estaba plasmada en el pacto
federal fiscal”, un acuerdo entre el Estado nacional y los provinciales, que le
valió a Cavallo el odio de los gobernadores peronistas y no peronistas durante su tarea
como ministro de Economía de Menem.
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