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Entre mayo último y el mismo mes del 98, sólo en Capital y Gran Buenos Aires se destruyeron 78 mil puestos de trabajo. Los datos fueron elaborados por una consultora privada y confirmarían que, como se preveía, el desempleo volvió a subir en mayo a un nivel de entre el 14 y el 15 por ciento. Si se tiene en cuenta que el área metropolitana representa menos de la mitad del empleo total, en todo el país, en el último año, habrían desaparecido más de 150 mil empleos. Los datos del Ministerio de Trabajo indican también una baja del empleo, pero más moderada. La construcción, la industria y el comercio están entre los sectores que más empleo expulsaron. Según la encuesta de coyuntura laboral, de la Sociedad de Estudios Laborales (SEL), entre mayo de este año y mayo del año pasado se registró una caída del empleo de 4,8 por ciento. Esta caída representa una pérdida de unos 78 mil puestos de trabajo en el área de cobertura de la muestra, dice el informe. La destrucción de puestos de trabajo empezó a acelerarse desde noviembre del año pasado, y se profundizó a partir de enero, cuando estalló la crisis brasileña. De hecho, las cifras revelan que sólo entre enero y mayo se destruyeron 38 mil puestos de trabajo. La encuesta es representativa del sector formal de la economía, ya que es relevada entre 250 empresas que representan 1,6 millón de la masa ocupacional del país. La encuesta del Ministerio de Trabajo, en tanto, revela una baja de la ocupación en el Gran Buenos Aires más suave: 2,1 por ciento. También señalan que hubo un ajuste importante del empleo (del 3,4 por ciento) en el Gran Córdoba, donde las empresas automotrices suspendieron o directamente despidieron personal como consecuencia de los problemas para exportar al deprimido mercado brasileño. Hoy la ocupación está en un piso, no se está profundizando el deterioro. Pero la caída del empleo en el último año ha sido muy fuerte. De hecho, se comió toda la creación de empleo que había ocurrido durante la reactivación postequila, explicó a este diario Ernesto Kritz, director del SEL. Por ejemplo, durante todo el 97, un año de alto crecimiento, el empleo creció un 3,2 por ciento, mientras que el año pasado cayó casi un 5 por ciento. Para Kritz, con estos números es muy lógico esperar un aumento en dos puntos de la tasa de desempleo desde el 12,4 por ciento que arrojó el índice en octubre del año pasado. Como en el área metropolitana se concentra el 40 por ciento del empleo total del país, de proyectarse la evolución del empleo formal en el GBA, en todo el país se habrían destruido más de 150 mil empleos. En buena medida, esto dependerá de lo que haya sucedido con el empleo informal que, a diferencia de las consultoras privadas, sí mide el INdEC. En el último año, el sector que más trabajo expulsó fue la construcción, donde el empleo cayó un 30,6 por ciento. En la industria manufacturera la baja fue del 7 por ciento, en gas y agua del 4,3 por ciento y en comercios, restaurantes y hoteles del 2 por ciento. En cambio, los sectores que aumentaron su dotación de personal fueron: transporte, almacenamiento y comunicaciones (4,4 por ciento) y servicios a las empresas (1,2 por ciento). Mirados por el tamaño de las empresas, los datos del SEL confirman que las PyME son las que peor la pasan durante la recesión. La caída del empleo entre las empresas de 10 a 49 ocupados fue del 6 por ciento, mientras que en las firmas medianas (50 a 199 empleados) fue del 8 por ciento. En las empresas grandes (más de 200 ocupados), en cambio, el ajuste de personal fue de sólo 1,8 por ciento.
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