Por Alfredo Zaiat Telefónica de España y el
fondo de inversión Hicks, Muse, Tate & Furst, que controla el holding multimedia CEI,
se quieren sacar de encima la molesta presencia en sus negocios del banquero prófugo,
Raúl Juan Pedro Moneta. Uno y otro están evaluando la estrategia para evitar el impacto
negativo que tienen en su imagen las desventuras penales del banquero preferido de Carlos
Menem. Por lo pronto, Telefónica ha acelerado su plan de armar su propio grupo
multimedia, que estaba previsto anunciar después del 8 de noviembre, cuando comience la
desregulación de la actividad telefónica. Al precipitarse los tiempos debido al pedido
de captura que tiene Moneta, Telefónica comprará las acciones que el CEI tiene en
Cointel, la empresa controlante de Telefónica de Argentina.
Ese paquete de acciones (el 50 por ciento de Cointel) tiene un valor de mercado de unos
800 millones de dólares, según la última capitalización bursátil de Telefónica de
Argentina. Sin embargo, los españoles no estarían dispuestos a desembolsar ese monto, y
están evaluando una oferta menor a presentar al fondo texano HMTF. En Cinco Días, diario
de economía y empresas, de España, se destacó en la edición de ayer que Tom Hicks,
quien había asumido la presidencia de CEI en reemplazo de Moneta hace poco más de un
mes, quiere empezar a desprenderse de negocios donde esté acompañado por el banquero
prófugo.
Moneta sigue detentando el 40 por ciento del CEI, aunque una porción de ese paquete fue
entregada al HMTF como garantía de un préstamo, dinero que el banquero habría utilizado
para frenar la corrida de depósitos contra el Banco Mendoza. Al no tener éxito, no
podrá devolver ese crédito y, por lo tanto, perderá esas acciones.
La apuesta de Telefónica, en tanto, sería más ambiciosa que la simple ampliación en el
capital accionario de su filial argentina. De acuerdo a la versión que posee un
importante empresario del mundo del espectáculo y un banquero que conoce los movimientos
del CEI, Telefónica de España tendría como objetivo quedarse con varias de las
participaciones que HMTF posee en diversas empresas de medios (Cablevisión, Editorial
Atlántida, Telefé, Radio Continental y 7 canales del interior, Canal Azul y TyC).
Por lo pronto, en esa línea se inscribe la conformación de una subsidiaria para el
negocio de los medios, denominada Telefónica Media Internacional y de Contenidos. Esta
tiene como objetivo convertirse en un peso pesado del mundo en la producción y
distribución de contenidos para televisión abierta y de cable. Los activos de CEI
serían un buen punto de partida para extenderse en esa meta al resto de la región. Esta
era una carrera que Telefónica pensaba iniciar al momento de la desregulación del
mercado de telecomunicaciones. Pero la caída de Moneta aceleró la definición de esos
planes, como también los movimientos de su competidora, Telecom, que está cerrando una
alianza para jugar en ese mismo negocio con el empresario australiano Rupert Murdoch,
Televisa, O Globo y el gigante norteamericano TCI.
|