Por Gabriela Carchak Las amenazas de
limpieza en San Lorenzo se materializaron ayer por la mañana. Orientado por
el presidente Fernando Miele, el entrenador Oscar Ruggeri licenció a diez jugadores del
plantel, los denominados históricos, de los que Miele quiere deshacerse desde
hace tiempo y no porque sus contratos sean los más altos del plantel, como aduce el
dirigente, sino porque la relación con este grupo ya se le tornó insostenible. La
decisión no tomó de sorpresa a los integrantes del equipo que se presentaron a entrenar
con normalidad en el polideportivo del Bajo Flores.
Si bien Ruggeri no había anunciado la medida, el tema ya había sido tratado y las partes
estuvieron de acuerdo. Los diez jugadores que tomaron vacaciones adelantadas y
que no participarán de los entrenamientos ni del último partido del campeonato, ni
tampoco del posible, aunque remoto, encuentro por la segunda plaza en la Copa Libertadores
frente a Gimnasia y Esgrima La Plata son Oscar Passet, Néstor Gorosito, Claudio Biaggio,
Fernando Galetto, Gustavo Zapata, Damián Manusovich, Claudio Rivadero, Eduardo Coudet,
Iván Córdoba y Aldo Paredes. Los dos últimos, en realidad, no están en la lista de
prescindibles de Miele, pero Córdoba viajó para incorporase a su selección y Paredes
fue expulsado en el partido frente a Newells.
Según Miele, las primas y sueldos de los jugadores más antiguos de San Lorenzo exceden
las posibilidades económicas de la institución, por lo que en el transcurso de esta
semana y la próxima, se reunirá personalmente con cada uno de los jugadores con los que
debe negociar un nuevo contrato y les explicará la situación. El pasado miércoles, el
presidente expuso ante la comisión directiva un plan de reorganización para modificar el
rumbo financiero del club.
El discurso de Miele, quien no esconde sus aspiraciones de reducir el número de
profesionales, estará orientado a convencer a los futbolistas a que acepten
pacíficamente una sustanciosa reducción en las primas (ya expuso públicamente que no
pagará más de 200.000 dólares por año) y si la propuesta no les convence entonces
podrán integrar la nómina de jugadores transferibles. En esa misma reunión dijo
también que no quería anunciar nada anticipadamente pues tras lo ocurrido con sus
declaraciones acerca del comportamiento del equipo ante los partidos trascendentes
no es conveniente perturbar al plantel.
El discurso de Ruggeri abreva también en la supuesta tranquilidad de sus dirigidos. El
entrenador dijo que decidió darles licencia a quienes necesitan poner su cabeza en el
tema contractual para que sólo se ocupen de las finanzas, en tanto aseguró que el
último encuentro lo disputará con un equipo integrado en su mayoría por juveniles
para poder verlos y saber bien con qué cuento para la próxima temporada.
Quiero un futbolista de experiencia y jerarquía por línea, porque éste es un club
grande, y tiene que ser protagonista, peleando los títulos de los torneos que
juegue. Se supo que interesan Sessa, Ubeda, Ojeda y Michelini, de Racing; Aquino y
Fuertes, de Colón; y el colombiano Mario Yepes.
Plebiscito sobre Babington No sólo San Lorenzo tiene problemas: también sus descendidos primos de
Huracán enfrentan conflictos, porque el repuesto presidente Carlos Massarino impulsó
ayer la idea de un plebiscito entre todos los socios para definir la
continuidad del técnico Carlos Babington al frente del plantel que la próxima temporada
jugará en la Primera B Nacional.
El dirigente, repuesto en su cargo por una decisión judicial, señaló que pese a que
admira a Babington como jugador, persona e hincha del Globo, indudablemente no es la
persona indicada para dirigir al equipo. En caso de haber una respuesta positiva por
parte de los hinchas, Massarino señaló que hablará con el entrenador sobre un plan de
trabajo que se ajuste al presupuesto económico, que cambiará drásticamente la
próxima temporada. |
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