Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


EL FISCAL DESISTIO DE CONVOCAR A MAS
TESTIGOS Y LA CAUSA QUEDO A UN PASO DEL FINAL
Coppola con todo listo para reír último

Sorpresivamente, el fiscal anunció que suspendía la convocatoria de sus propios testigos, a lo que adhirieron de inmediato los defensores. Después de dos jornadas en las que quedaron en evidencia las graves irregularidades cometidas por los policías en la investigación, la causa quedó al borde del naufragio.

na03fo01.jpg (6763 bytes)
Guillermo Coppola ya se prepara para festejar el fin de la causa que lo llevó a la cárcel.
“Vamos Coppolita todavía”, se dijo a sí mismo ayer, saboreando el bochornoso final.
Por Cristian Alarcón

t.gif (862 bytes) Terminada la audiencia, Guillermo Coppola se paró, sonrió a los cronistas apiñados en la sala y se alentó a sí mismo en voz muy baja: “Vamos Coppolita, vamos Coppolita todavía”. Acababa de quedar a un paso de ganar la batalla legal más frívola y escandalosa en torno a una causa de drogas, iniciada en octubre 1996 cuando el juez federal Hernán Bernasconi lo detuvo acusado de traficar cocaína. Ayer el tribunal que lo juzga –por tenencia de esa sustancia– suspendió la convocatoria a todos los testigos que restaban declarar en el juicio, y pasó a un cuarto intermedio hasta el martes próximo. La medida en la que finalmente acordaron todas las partes, fue sorpresivamente propuesta en un comienzo por la fiscalía, que definió el corte del juicio, desistiendo de los testigos que propuso, después de haber dado en los interrogatorios claras muestras de que no puede acusar al manager y los otros tres imputados debido a las graves irregularidades evidenciadas durante las audiencias.
Los dos cuartos intermedios de ayer durante la tercera audiencia del juicio oral tuvieron clima festivo. La detención de Sergio Camaratta, el martes, había dejado el convencimiento de que la nulidad que estaban dispuestos a pedir los defensores se acercaba. Para las cinco de la tarde, los acusados eran efusión pura. Fue cuando, antes de que comenzara a declarar el último testigo de la jornada, el policía Antonio Gerace –que fue agente encubierto y participó de los allanamientos en las casas de Coppola y en la requisa al automóvil de Héctor “Yayo” Cozza–, los defensores dejaron la sala para una consulta en banda. Regresaron sin comentarios. El periodismo entero pensó que pedirían de común acuerdo la nulidad de lo actuado. En realidad se había filtrado información de la decisión de la fiscalía. Por eso cuando Raúl Perotti resignó los testigos de la fiscalía, de a uno los defensores desistieron de los propios, convencidos de que “ya no hay riesgos” para sus clientes.
La sesión de ayer tuvo su momento de tensión cuando declaró el policía Daniel Diamante, preso por “plantar” droga a Alberto “Conejo” Tarantini, y acusado de integrar una banda junto al secretario de Bernasconi, Roberto Schlagel (también detenido), destinada a fabricar causas a ricos y famosos. Diamante hizo gala de su corto genio y mal humor, bordeando el grito a cada frase de gramática policíaca. Para la sesión del próximo martes a las diez y media, la expectativa está puesta en lo que hará la fiscalía, después de su decisión de ayer. Perotti se niega a hablar con la prensa. Las especulaciones en tribunales indican que podría adoptar tres posturas teniendo en cuenta su evidente crítica a la investigación de Bernasconi. Pedir la nulidad de todo lo actuado, cosa que también harán los defensores de Tomás “Paco” Simonelli, Cozza y Claudio Coppola. Podría también pedir nulidades parciales. O, simplemente, modificar su acusación inicial y, ante la falta de pruebas, solicitar al tribunal que absuelva a los cuatro acusados.
El juicio oral venía anunciando un desbarranque, producto de las irregularidades en el expediente iniciado por el juez Bernasconi. Y el empujón final lo dio el testimonio del oficial Sergio Camaratta, uno de los policías preso por el asesinato de José Luis Cabezas. Camaratta fue quien inició la causa Coppola cuando el 11 de marzo de 1996 declaró en el destacamento de Cariló que un testigo de identidad reservada le había entregado una lista de ocho teléfonos de personas vinculadas al tráfico de cocaína en gran escala. Esa declaración, que causó la detención del policía el martes por falso testimonio, implicaría otro delito: la falsedad ideológica de un documento público. Según el criterio jurídico de la “noticia criminis”, o sea aquello que inicia una investigación judicial, si ésta es falsa, no se puede sostener lo que genere a continuación.
La denuncia de Camaratta decía que había realizado “intensas tareas de inteligencia” y recomendaba al juzgado que investigara e interviniera esos números. Fueron así pinchados por orden de Bernasconi los números de Guillermo Coppola, su hija Natalia, un empresario de la noche, el patovica de un boliche de Pinamar y la nocturna Samantha Farjat. Esa es la foja 2 del expediente, o sea la que da inicio a la causa. La foja quedó prácticamente invalidada el martes cuando en el interrogatorio del tribunal quien fue testigo de la denuncia, el oficial Héctor Colo, estuvo punto de ir preso cuando el fiscal Perotti pidió su detención inmediata por falso testimonio. Y luego Camaratta no pudo explicar de dónde sacó esa información, qué tareas de inteligencia la avalaban y por qué señaló a esas personas.
La importancia de la denuncia de Camaratta no sólo radica en la “noticia criminis”. Sucede que esa prueba es una de las pocas que sobrevivió en diciembre de 1996 a las anulaciones dictadas por la Cámara Federal. Forma parte de lo que se denominó la “línea independiente”, ajena a la actuación de los policías adscriptos al juzgado de Bernasconi. Los camaristas declararon nula la designación del agente encubierto Diamante, responsable operativo de la investigación y mano derecha de Bernasconi. Quitaron toda validez a sus declaraciones y a las escuchas de una quincena de teléfonos. Aquello fue consecuencia de la detención de Alberto Tarantini y Natalia de Negri, a quien, según el testimonio de Samantha Farjat, los policías de Bernasconi les “plantaron” cocaína para incriminarlos. A los defensores les quedaron en la manga varios cuestionamientos más a los procedimientos de Bernasconi. Entre ellos una lista de peritos que iban a declarar sobre la calidad de los 406 gramos hallados en el jarrón, de los que sólo 40 eran cocaína. Los jueces antes de iniciado el juicio oral hicieron sus averiguaciones al respecto. “Están al tanto de que esa porquería no la toman ni en el Polo Norte”, dijo ayer un hombre de tribunales.

 

Lo que vendrá según tres especialistas

La decisión tomada ayer por el fiscal Raúl Perotti, de desistir de los restantes testigos acreditados en el caso Coppola, en coincidencia con la postura de la defensa, dio lugar a una serie de interrogantes: ¿Debe pedir la nulidad de lo actuado, o la absolución? ¿Puede desistir de la acusación? ¿El tribunal puede condenar sin existir acusación? Opinan dos abogados penalistas y un juez:
Eugenio Freixas, penalista, director de la Oficina de Asistencia a la Víctima del Delito.
“No es habitual que un fiscal desista de los siguientes testimonios, pero no es anormal ni ilegal. Es una práctica. Y no quiere decir que no vaya a acusar. Un fiscal puede considerar que lo que quería probar está probado. Pero el objetivo se va a ver en los alegatos. Teniendo en cuenta cómo fue dándose el juicio, es probable que no acuse, aunque no es común, o que pida la nulidad. Todo parece ir hacia una no acusación, por la caída de los testigos que sustentaban la prueba. Es destacable e interesante que un fiscal se anime a ir contra el estereotipo de acusar a ultranza, si él cree que las pruebas son falsas o no suficientes.”
Juan Carlos Abud, presidente del Colegio de Abogados bonaerense.
“Camaratta, Prellezo, Diamante y Gerace fueron los grandes actores de esta historia, conformaron el grupo que trabajaba para el juez Bernasconi y fueron los que presentaron las pruebas. Si ellos se caen, si demuestran ser falsos, ¿qué otros testigos va a tener el fiscal? En los alegatos va a carecer de pruebas, incluso hay que ver si no llega al extremo de pedir la absolución. No es lo habitual, pero si no tiene elementos, ¿sobre qué va a acusar? Incluso puede pedir la nulidad de todo lo actuado. Pero en ese caso, casi le tendrían que pedir disculpas a Coppola y estarían abriendo la puerta a un juicio por daños y perjuicios.”
Juan Makintach, juez de Garantías de San Isidro.
“Se desiste de los testigos que siguen cuando se cree que está probado lo que se planteó en la estrategia. No creo que el fiscal pueda desistir de acusar, como puede ocurrir en Estados Unidos. El artículo 71 del Código Penal sostiene que las acciones que emanan de delitos de acción pública son investigadas de oficio. No puede el fiscal deshacerse de sus propias funciones. Debe acusar siempre. De otra forma, si el fiscal consideraba que no había suficiente prueba, no debía comenzar el juicio. Pero si fue iniciado es porque está acusando. No puede empezar a acusar y después decir que no lo hace.”


 

DIAMANTE DEBIO SER REPRENDIDO POR EL TRIBUNAL
Con la prepotencia intacta

Por C. A.

t.gif (862 bytes) Por la ventana que da a la espalda de los acusados, entró esa melodía de auténtica banda militar. Era un marchita como la de las viejas épocas, como la de las últimas fiestas patrias. Pero esta vez, en lugar de festejo nacional, se convirtió en la cortina musical de la declaración más conflictiva de la jornada: la del ex agente encubierto Daniel Diamante. Entre otras cosas repitió que para él quedaba claro que el cuñado de Diego Maradona, Gabriel Espósito, “mandaba droga a Japón”. Y que Guillermo Coppola era jefe de una banda que traficaba a España. También negó una denuncia que podría resultar la punta del ovillo de la causa: la realizada por Carlos Fassari, un conocido lejano de Coppola, detenido por él y el juez Hernán Bernasconi en febrero de 1996, quien aseguró que le fue sustraída una agenda donde estaba el número del manager.
Fassari declaró en 1997 ante un tribunal oral de Mar del Plata que “cuando me detuvieron y encontraron la agenda, Diamante subrayó los números de teléfonos de Ginette Reynal, modelo de (Pancho) Doto, y de Natalia y Guillermo Coppola, y a Bernasconi se lo veía tan entusiasmado con los números que se la llevó”. Ayer, quien más vehemencia usó para inquirir a Diamante fue el fiscal Raúl Perotti. Pidió que se le leyera el acta del procedimiento en que fue secuestrada la agenda, “para refrescarle la memoria”. Diamante, que hinchaba su cuello en medio de respuestas que parecían imprecaciones, se defendía: “No vengo a mentir sino a decir la verdad. Pero como Diamante y sus hombres están detenidos, ponen droga y le pegan a la gente...”. Sus gritos provocaron que el juez Luis Velazco le llamara la atención: “Señor, ¿podría ser más educado en sus contestaciones?”, le dijo. El hombre no se amilanó.
Diamante resultó el paradigma de la jornada, mostró las características más obvias de la no tan vieja policía bonaerense. Y habló con la métrica de la declaración policial. Acusado de haber golpeado a la mujer y los hijos del remisero Claudio Coppola (sin parentesco con Guillermo) en el allanamiento a su casa, largó: “Antes de ser policía, soy hombre y no le pego a una mujer”. El policía, que todavía no ha sido exonerado y cobra el cincuenta por ciento de su sueldo en la bonaerense, reconoció ayer que en setiembre de 1996 le pidió a Bernasconi que separara de la investigación a un oficial con quien no coincidía, Eduardo Molina. Molina, en su informe sobre las escuchas telefónicas a Coppola, dijo que si bien podía deducirse que en su departamento se consumía cocaína, nada indicaba que éste fuera un traficante de drogas. Ayer, la justificación de Diamante para haber pedido la separación de Molina fue que vio en su despacho una foto del oficial “abrazado a Maradona”.

 


 

EL SENADO ESPERA PARA VER SI LO DESTITUYE
Bernasconi juega su libertad

Por F.A.

t.gif (862 bytes) El juez federal de Dolores Hernán Bernasconi tiene su suerte atada a la de Guillermo Coppola. Si Coppola es condenado, Bernasconi puede conseguir que el Senado no lo destituya como juez, dejándolo sin fueros frente a la Justicia. Pero si el manager de Diego Maradona queda libre, solo un milagro le garantizará al juez la continuidad y, sobre todo, la inmunidad.
La causa Coppola le costó a Bernasconi un pedido de juicio político que, al revés de la costumbre, logró progresar en la Cámara de Diputados. Los legisladores consideraron que había suficientes elementos de prueba como para acusar al magistrado de mal desempeño en sus funciones, posible comisión de delito y asociación ilícita. Y enviaron el expediente al Senado. Allí Bernasconi logró la protección del justicialismo, que hasta la semana pasada estaba dispuesto a votar en contra de su destitución del magistrado. La mayoría que ostenta el bloque del PJ en la Cámara alta le aseguraba al juez salir libre de culpa y cargo frente a la acusación de los diputados. Pero ahora que Guillermo Coppola puede ser absuelto justamente por las irregularidades en la causa que le inició el juez de Dolores, los senadores dudan. Y para no pagar ningún costo político por anticipado esperarán la decisión de la Justicia antes de votar.
Entre las irregularidades de la acusación figura la fabricación de pruebas y la comisión de actos de extorsión. Por ellas, curiosamente Bernasconi podría terminar en la misma celda que hace poco más de un año habitó Guillermo Coppola por decisión del magistrado.
El Senado, que suele ser sensible a las conveniencias políticas, dilató hasta donde le fue posible el proceso contra el juez sobre el que pesa un pedido de “destitución e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos”. Mientras fueron apilando una sobre otra las 19 mil fojas del expediente y escucharon a lo largo de 16 meses a los 44 testigos que declararon durante el proceso, los senadores le permitieron a Bernasconi seguir al frente de su juzgado.
La excepción fue promovida por la mayoría justicialista en la que se refugia el juez, quien antes de asumir como tal integró el gabinete de Antonio Cafiero en la gobernación de la provincia de Buenos Aires.
Bernasconi hizo su descargo ante los senadores dos semanas atrás. La mayoría quería descartar la acusación. A nadie le escapaba que la destitución implicaba la seria chance de enviarlo a prisión, porque el delito de asociación ilícita que pesa sobre él no es excarcelable.
Pero ni los senadores del PJ acortarán los tiempos. “Si bien estamos dispuestos a salvarlo, no podemos hacerlo contradiciendo lo que resuelva la Justicia”, señaló ayer a Página/12 un senador justicialista. Solo seguía un viejo principio: en el peronismo, la lealtad se acaba cuando hay que cargar con el costo político en las propias espaldas.

 

Los momentos centrales

ron2.gif (93 bytes)   Punta de lanza: En marzo de 1996, el ex policía Sergio Camaratta entregó al también ex oficial Gustavo Prellezo una lista de ocho sospechosos de tráfico de drogas, entre ellos Guillermo Coppola. La nómina llegó al juez federal Hernán Bernasconi.
ron2.gif (93 bytes)  Montaje: Bernasconi ordenó escuchas telefónicas y usó como agente encubierto al ex policía Daniel Diamante, detenido luego por falsificación de pruebas.
ron2.gif (93 bytes)  Acusación: El 4 de octubre, Bernasconi detuvo a Yayo Cozza, Tomás Simonelli, Claudio Coppola y Gabriel “La Morsa” Espósito, cuñado de Diego Maradona. Los acusó de “tenencia de droga para comercialización”.
ron2.gif (93 bytes)  Jarrón: El 8 de octubre, Bernasconi ordenó el allanamiento al departamento de Libertador 3540. Ese día, Diamante, Antonio Gerace y Carlos Gómez secuestraron un jarrón con 406 gramos de cocaína. Coppola insiste en que la droga fue plantada.
ron2.gif (93 bytes)  Preventiva: El 10 de octubre, Coppola quedó detenido en Dolores, acusado de manejar una banda de tráfico y contrabando de drogas.
ron2.gif (93 bytes)  Ricos y famosos: El 19 de diciembre, la Cámara de Apelaciones porteña y el juez federal Gabriel Cavallo pidieron la remoción de Bernasconi. Cavallo impulsó el primero de los seis juicios políticos que ahora pesan sobre él. Lo acusó de asociación ilícita por capitanear una banda de caza de ricos y famosos, y de graves irregularidades.
ron2.gif (93 bytes)  Libre: El 14 de enero del ‘97, Coppola recuperó la libertad, pero siguió acusado por tenencia de droga.


OPINION

 

PRINCIPAL