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El ex presidente Raúl Alfonsín, de 72 años, sufrió un grave accidente al volcar la camioneta en la que viajaba por Río Negro en una visita de campaña. Alfonsín salió despedido por el parabrisas del vehículo y se fracturó diez costillas. Tres de ellas le ingresaron en un pulmón que, en términos médicos, quedó necrosado, es decir, seriamente comprometido. Uno de los cardiólogos que lo atendió, Frati Soria, admitió que la vida de Alfonsín corría peligro. El ex presidente permanecía anoche en la Clínica Roca, de General Roca, donde quedó internado en terapia intensiva y con respirador artificial. Los médicos, al cierre de esta edición, decían que su vida corre peligro y que estaba con pronóstico reservado. Sus colaboradores habían dispuesto su traslado de urgencia hacia Buenos Aires pero quienes lo atendían no lo permitieron porque lo consideraron muy riesgoso. Igual, el gobierno nacional puso un avión sanitario a su disposición. Según las últimas informaciones, los médicos autorizarían el traslado alrededor de las tres de la madrugada si conseguían que el ex presidente quedara compensado. Hasta tanto, los especialistas que lo atendían se mantenían en contacto permanente con los especialistas de cardiología del Hospital Italiano, que suelen atender al ex Presidente de sus molestias cardíacas. El cardiólogo Soria explicó que el estado de Alfonsín era delicado e inestable aunque no llegaba a la gravedad de un estado de coma. El parte oficial distribuido a las 21.35 por la unidad de terapia intensiva de la Clínica Roca informó que el ex Presidente tenía un traumatismo de tórax con fracturas costales múltiples, bilaterales y contusión pulmonar bilateral, derrame pericárdico moderado e insuficiencia respiratoria. Y que, como consecuencia de ese cuadro, se encontraba con asistencia respiratoria mecánica y con pronóstico reservado. Según fuentes consultadas por Página/12, unas horas más tarde la salud del ex Presidente había empeorado y tenía un pulmón comprometido. Sin embargo, el vocero del ex presidente, Federico Polak, se esforzaba por restarle importancia a las consecuencias del accidente y tildaba a los médicos que habían hablado como irresponsables. Padece el estado de shock normal propio del accidente que sufrió, aseguró Polak. El accidente ocurrió alrededor de las 16.30. Alfonsín viajaba desde Bariloche hacia la localidad de Ingeniero Jacobacci para realizar un acto en el marco de la campaña provincial para las elecciones para gobernador del domingo 27. Un día antes, también habían participado de la campaña rionegrina los integrantes de la fórmula presidencial de la Alianza, Fernando de la Rúa y Carlos Chacho Alvarez. Pero Alfonsín adoptó la modalidad de hacer sus recorridas por el interior en soledad, más que nada apuntando a movilizar la militancia radical entre la que mantiene un gran arraigo. Como había un retraso en los vuelos, el ex presidente decidió hacer el trayecto entre un acto y otro en una cuatro por cuatro pese a que en algunos tramos de la ruta había hielo debido a las últimas tormentas que se produjeron en la zona. Al volante iba el secretario de Acción Social de la provincia, Daniel Sartor, y como pasajeros, junto a Alfonsín viajaban su secretaria privada, Margarita Ronco, y el gobernador de Río Negro, Pablo Verani. Según explicó Verani a Página/12, el accidente tuvo su cuota de fatalidad: fue el propio Alfonsín quien apareció sorpresivamente en Neuquén e insistió para que participaran del acto en Jacobacci al que, en principio, no tenían planeado ir. Ibamos a unos 60 kilómetros por hora por una pendiente. Adelante nuestro iba un coche que pisó hielo y ahí la camioneta quedó fuera de control y dio dos o tres tumbos antes de quedar quieta, detalló el gobernador. El vuelco sucedió a la altura del paraje La Esperanza, a 160 kilómetros de Roca. Allí la ruta hace una curva pronunciada y más allá termina el asfalto de la ruta provincial 6. Al salir despedido por el parabrisas al parecer no llevaba puesto el cinturón de seguridad, Alfonsín fue el único de los tripulantes de la camioneta herido. El resto salió ileso.Sólo nos dimos unos golpes, explicó Verani, con respecto a los demás tripulantes. El ex Presidente recibió las primeras atenciones médicas en un hospital rural de la localidad de Los Menucos hasta que llegó una ambulancia que lo trasladó a Roca. El camino, además de extenso, no fue fácil: los últimos 40 kilómetros eran de tierra y el movimiento de la ambulancia no debió ayudar a su complicado estado de salud. De cualquier forma, Alfonsín ingresó a la Clínica Roca a las 19.20 todavía lúcido y pasó directamente a terapia intensiva, en donde le hicieron los análisis para determinar el carácter de su lesión. La gravedad de los partes fue aumentando con el correr de las horas. Las primeras versiones informaban que Alfonsín sólo había sufrido unos golpes y que se lo había internado apenas por precaución. Pero luego surgieron los rumores sobre una quebradura, hasta que llegó la primera confirmación que ya hablaba de seis costillas fracturas y la posibilidad de una lesión interior. Por la noche, se supo que el cuadro había adquirido una gravedad totalmente distinta. Tanto los médicos de Río Negro como los cardiólogos que atienden habitualmente a Alfonsín consideraban que lo más adecuado era que se lo trasladara a Buenos Aires en el avión sanitario del gobierno, pero que eso podía realizarse sólo si estaba compensado, condición en la que no se encontraba el líder radical al cierre de esta edición. Está en estado delicado. Esto puede solucionarse, puede estabilizarse, como puede que no. O sea que están las dos posibilidades dijo el doctor Frati Soria a medianoche de ayer ante las cámaras de TV que iban llegando al hospital en medio de la gélida noche de General Roca.
LA OPINION DE DOS ESPECIALISTAS EN
NEUMONOLOGIA Dos
especialistas explicaron a Página/12 el diagnóstico médico del ex presidente Raúl
Alfonsín. Los neumonólogos Aquiles Roncoroni y Juan Antonio Mazzei aclararon que su
cuadro se compone de problemas respiratorios y cardíacos. Para ellos, lo más grave de la
situación es que un pulmón fue perforado por un trozo de alguna de las costillas rotas.
Los especialistas definieron el cuadro como grave y severo. Un cuadro de diez costillas rotas es realmente severo. El derrame
pericárdico en el saco que envuelve al corazón puede haber sido ocasionado
por una inflamación o una pérdida de sangre provocada, a su vez, por una lesión
muscular. Los datos que se tienen hasta el momento resultan insuficientes para hacer un
diagnóstico preciso. Seguramente estarán evaluando si hacen una punción para drenar
líquido, pero si se estabiliza esto no será necesario. El respirador se utiliza para
mantener los pulmones en actividad ya que el órgano está lesionado y no puede cumplir su
función. Obviamente la edad juega en contra. Lo que tiene es un cuadro de neumotórax provocado por las fracturas de las costillas. La función del respirador es fijar el tórax para que los pulmones puedan trabajar. Tiene un derrame que puede no ser grave, pero puede empeorar si se produce un taponamiento. Si el líquido aumenta, va a ser necesario hacer un drenaje para evacuarlo. Las primeras veinticuatro horas son vitales, lo importante es poder controlar la situación. La evolución dependerá de si tiene otras lesiones en el cuerpo. Es importante que llegó lúcido, eso quiere decir que no tuvo lesión cerebral, cosa que podría haber agravado la situación. Un pedazo de costilla se le incrustó en el pulmón, eso es grave y probablemente lo tengan que operar. Si el diagnóstico dice que el pulmón está necrosado significa que se reduce la capacidad pulmonar, pero para que exista una necrosis debería haber un problema vesicular. Sin embargo, me parece poco tiempo para que se produzca la necrosis.
Pucha, doctor, mire lo que me ha venido a pasar
Por Martín Granovsky Pucha, doctor,
mire lo que me ha venido a pasar, alcanzó a decir anoche un Raúl Alfonsín
tremendamente dolorido cuando llegó a la clínica de General Roca después de traquetear
en camioneta el camino desde el accidente. El vuelco encontró al ex presidente en lo
suyo: viajando a un acto de campaña mientras planeaba su participación en el próximo
congreso de la Internacional Socialista.
VIGILIA Y NERVIOSISMO EN LA DIRIGENCIA DE LA
ALIANZA Los
principales dirigentes de la Alianza se enteraron ayer por la tarde del accidente que
sufrió el ex presidente Raúl Alfonsín. En un principio parecía que las consecuencias
no eran graves. Pero con el correr de las horas, en simultáneo con las noticias que
mostraban un agravamiento de la situación clínica, comenzaron a contactarse por
teléfono para comunicarse las últimas novedades. Luego de enterarse a través de uno de
sus colaboradores, antes de salir de Córdoba con rumbo a la Capital Federal, Fernando de
la Rúa se comunicó con el gobernador de Río Negro, Pablo Verani, quien lo puso al tanto
de la situación.
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