Por Felipe Yapur Desde Tucumán No sólo las urnas dieron la
espalda al bussismo en Tucumán, también lo hizo la Justicia. Ayer la Cámara en lo
Contencioso Administrativo rechazó la acción de amparo que promovió Fuerza Republicana
y, por lo tanto, no se abrirá la totalidad de las urnas y la Junta Electoral completará
el escrutinio definitivo que, de no mediar sorpresas, en dos semanas más, el
justicialista Julio Miranda será proclamado como el nuevo gobernador de Tucumán.
Uno de los fundamentos que el bussismo utilizó para justificar el pedido de apertura de
urnas fue que, a partir de la escasa diferencia de votos entre ambos partidos, se hacía
imprescindible el recuento voto por voto. Asimismo, el bussismo sostuvo que la Junta
Electoral rechazó este pedido porque aplicó el Código Electoral nacional y no el
provincial que prevé expresamente el recuento voto por voto. Sin embargo, la Cámara
entendió que el decreto de convocatoria a elecciones, que lleva la firma del propio
Antonio Bussi, autorizó a la Junta la utilización de ambos códigos y por ello
consideró extemporáneo el rechazo de los republicanos, sobre todo porque sus fiscales no
lo objetaron cuando realizaron el escrutinio en las mesas electorales. Sin duda, un duro
golpe.
Pero éste no fue el más duro. Los magistrados fueron tajantes cuando opinaron sobre la
escasa diferencia de votos entre ambos candidatos: La circunstancia de que el
resultado del escrutinio arroje una diferencia ajustada entre los candidatos, o que no
coincida con las encuestas practicadas, son argumentos extraños al régimen jurídico que
rige la materia. Fue así que los argumentos, de neto corte político y no
jurídico, que blandieron los bussistas terminaron hechos trizas.
Los integrantes de la Cámara, Enrique Guibert y Ebe López Piossek, firmaron el fallo a
las 14 pero el escrito recién fue difundido poco antes de las 19. Esto produjo en el
bussismo intensas e interminables reuniones y un notable incremento en el consumo de
habanos cubanos por parte de Bussi padre. El general ya se fumó casi una docena de
Partagás, confió un preocupado colaborador del ex dictador.
El fallo no fue una sorpresa para la gente de Ricardo y consideraban que era sólo
cuestión de horas la noticia de una respuesta negativa. Pero a pesar de la desesperanza
de algunos bussistas, varios de los colaboradores del candidato derrotado ya comenzaron a
estudiar la presentación que elevarán a la Suprema Corte provincial como último recurso
para revertir la derrota. No tenemos muchas esperanzas, en la Corte nos espera
(Alfredo) Dato. Pero tenemos que hacerlo, hasta por una cuestión de orgullo, fue el
justificativo de un estrecho colaborador de Bussi junior.
Miranda, en tanto, recibió la noticia en Buenos Aires durante un encuentro que mantuvo
con Eduardo Duhalde en la sede que el candidato presidencial tiene en Corrientes 2031.
Mientras charlaban, uno de los colaboradores de Miranda le acercó el celular. Desde el
otro lado alguien le leyó la resolución y el candidato sonrió. Inmediatamente devolvió
el celular y sin poder disimular su alegría dijo: Eduardo, ya soy gobernador.
Duhalde se levantó, se abrazaron y el bonaerense le deseó suerte y lo intimó a que
debían encontrarse con Ramón Ortega para brindar con el mejor champagne. Obviamente que
Miranda aceptó la propuesta.
De todas formas, en el PJ tucumano no hubo festejos. Tenemos que continuar con el
escrutinio y la fiesta se hará cuando termine el recuento definitivo, aseguró uno
de los operadores de Miranda que no despega el celular de su oreja. Desde el aparato le
envían permanentemente los resultados de las planillas que se contabilizan. Pero por si
acaso, y ante una probable manifestación, la Casa de Gobierno tucumana ordenó que la
policía tucumana disponga de un disimulado operativo de prevención en las calles
céntricas. Pero, fiel a su estilo, la policía no disimuló supresencia y varios móviles
de la fuerza se estacionaron en la plaza Independencia con sus balizas prendidas. A pocas
cuadras de allí, en el predio ferial donde se realiza el escrutinio final los números
continuaban sonriéndole a Miranda que, con 518 mesas contabilizadas sobre un total de
3118, suma 39.256 votos, Bussi 37.146 y Rodolfo Campero de la Alianza, 28.090.
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