Por Claudio Zlotnik La expresión de deseos que
hace ocho meses Claudio Loser, el director del Fondo Monetario para el Hemisferio
Occidental, expresó a Página/12 se hará realidad esta mañana. Será cuando una misión
del FMI, encabezada por el propio Loser, mantenga una serie de encuentros con los
candidatos presidenciales del PJ, la Alianza y de Acción por la República. Los técnicos
querrán saber de primera mano los planes económicos de los candidatos en caso de ganar
las elecciones de octubre. Dejarán sobre la mesa los objetivos macroeconómicos que
debería perseguir el próximo Gobierno, y se interesarán por la suerte que corra Pedro
Pou en el Banco Central.
En ese sentido, Loser y su segunda, Teresa Ter Minassian, plantearán que el déficit
fiscal del año 2000 no debería superar los 4500 millones de dólares, 600 millones por
debajo a la meta fijada para este año. Además, reiterarán la necesidad de sacar por ley
una nueva reforma laboral. Por otra parte, tanto Eduardo Duhalde como Fernando de la Rúa
y Domingo Cavallo, cada uno por separado, deberán escuchar la recomendación de una
urgente sanción parlamentaria del proyecto de convertibilidad fiscal, según
el cual la Argentina tendría que equilibrar sus cuentas externas hacia el año 2002. La
iniciativa, impulsada por consenso entre el PJ y la Alianza hace más de un mes, cuando
por la city se hacía fuerte la versión de una devaluación, ahora se encuentra trabada
en el Congreso.
Además de encontrarse con los principales candidatos presidenciales, los técnicos del
Fondo mantendrán reuniones con los equipos económicos del duhaldismo, la Alianza y de
Acción por la República, encabezados por Jorge Remes Lenicov, José Luis Machinea y
Adolfo Sturzenegger, respectivamente. Serán entonces que Machinea hablará de la
pesada carga que, en términos fiscales, dejará la Administración Menem. En
ese sentido, el economista radical advertirá que si la economía no muestra una
recuperación para el año que viene, el rojo fiscal podría ascender a los 8000 millones
de dólares. Si no fuera por la licitación de los PCS, Roque terminaría el año
con un déficit de 6500 millones. Nosotros ya no tendremos nada por privatizar y, encima,
deberíamos asumir la rebaja de los aportes patronales, deslizó a este diario un
economista de la coalición opositora.
Hacia el mediodía, Loser, Ter Minassian y el jefe técnico Tomás Raichman almorzarán
con el staff de Economía, encabezado por Roque Fernández y Pablo Guidotti. El encuentro
les servirá a los enviados del FMI para monitorear las cuentas argentinas.
Pero los números de la economía no será lo único que interesará a los delegados del
Fondo. También se preocuparán por la suerte del presidente del Banco Central, Pedro Pou,
en un futuro gobierno de Duhalde o de De la Rúa. Sabido es que tanto el candidato del PJ
como el de la Alianza quieren sacarse de encima al mandamás del Central, que está
procesado por la Justicia por su responsabilidad en las quiebras de varios bancos. Loser,
mendocino como Pou y compañero de estudios en la Universidad de Chicago del presidente
del BC, transmitirá el respaldo total con el que cuenta el procesado titular del BC en el
organismo internacional. Y dejará traslucir que una movida en su contra podría afectar
la imagen de la Argentina entre los inversores extranjeros.
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