Por Laura Vales El gobernador me
respalda repitió ayer Aldo Rico para dejar en claro que lo suyo no fue una
atropellada más. El silencio de Eduardo Duhalde pareció confirmar que el escándalo
desatado dentro del Concejo Deliberante no amenazará la férrea sociedad del intendente
carapintada con el gobernador. Como intendente tiene derecho a reestructurar el
sistema de salud de su partido resumieron ayer en La Plata; la Alianza lo
ataca porque se trata de Rico, pero si lo hubiera hecho cualquier otro nadie hubiera
movido un dedo. En resumen, que no habrá tiradas de oreja ni nubarrones que
enturbien el futuro del intendente carapintada, que en octubre peleará un nuevo mandato
como candidato del PJ.
La alianza entre Rico y Duhalde lleva cinco años de historia. Comenzó en 1994, cuando el
entonces jefe del Modin puso los votos que el gobernador estaba necesitando para habilitar
la posibilidad de su reelección. Y se terminó de atar en las elecciones generales de
octubre del 97.
En esos días el PJ de San Miguel enfrentaba un panorama desolador: el intendente
justicialista José De Luca estaba tras las rejas por malversar fondos públicos. Con el
peronismo local en caída libre, Duhalde decidió retirar su propio candidato y apoyar al
antiguo amotinado de Monte Caseros. La sociedad rindió sus frutos: encabezando el Frente
por San Miguel, una unión del Modín y el PJ, Aldo Rico arrasó en las urnas. Consiguió
el 40 por ciento de los votos, diez puntos más que su principal competidora, la Alianza.
Hace poco más de un mes el carapintada volvió a demostrar que cuenta con un caudal
electoral para nada despreciable. Durante la campaña por las internas del PJ, Duhalde no
había escatimado elogios: Estoy sentado al lado de un héroe de Malvinas dijo
en un acto partidario en San Miguel, ante la mirada complacida del ex coronel. Rico le
devolvió el piropo con un gesto insólito: hurgó en uno de sus bolsillos hasta encontrar
un caramelo y se lo obsequió. Después explicó: En 1995, cuando acordé con
Duhalde apoyarlo para su reelección, él me regaló un caramelo en agradecimiento. Hoy,
cuando yo busco un nuevo mandato, repito la actitud para tener la misma suerte. Once
días más tarde ganó la interna con el 48 por ciento de los votos. Y su embestida contra
los médicos del hospital municipal, según el razonamiento que ayer hacían en el
duhaldismo, no le restará un solo punto: Todo lo contrario; si hacemos una compulsa
en el municipio sobre cuántos lo apoyan, Rico gana por lejos aseguraron.
Para los aliancistas de San Miguel, como trasfondo de la reestructuración impulsada por
Rico en el Hospital Larcade, está en juego el diseño del sistema de salud de toda la
provincia. Lo que quiere hacer es una prueba piloto para la privatización
encubierta de los hospitales de cinco municipios del conurbano dijo a este diario
Ramón Galeano, concejal del Frepaso. Los opositores aseguran que todo se habría acordado
en la gobernación, con el visto bueno del ministro de Salud y el guiño de Duhalde.
La idea es crear una caja chica de recaudación utilizando los centros de salud,
usando el mismo sistema que ya tiene en marcha el intendente de Malvinas Argentinas,
Jesús Cariglino, agregó Galeano. Allí, sostuvo, se aranceló la atención médica
en tres pesos para los pacientes del lugar y cinco para los que viven fuera del distrito;
el dinero es recaudado por una cooperativa, mientras el municipio sigue recibiendo, desde
la provincia, fondos de coparticipación para sus hospitales. En la versión de la
oposición, el proyecto es implementar el mismo tipo de gerenciamiento en Pilar, José C.
Paz y Tres de Febrero. Curiosamente, los cinco jefes comunales de las intendencias en
cuestión estuvieron ayer junto a Rico, en la conferencia de prensa en la que se plantó
para dejar en claro que no está solo en su cruzada.
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