La Policía
Federal ya no tendrá pretextos para impedir que se cobre estacionamiento en lugares
públicos y gratuitos: la Legislatura porteña aprobó ayer una ley que prohíbe
expresamente la actividad de los cuidacoches, cuando no cuenten con la
correspondiente habilitación para trabajar. La norma, que será incorporada como un nuevo
artículo del Código de Convivencia Urbana, establece que no está permitido exigir
retribución por el estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública, sin
autorización legal.
Ahora la Policía Federal no tiene excusas para no actuar, señaló a
Página/12 el diputado de la Alianza Eugenio Zaffaroni. El proyecto fue aprobado sobre
tablas con el apoyo de los legisladores de la Alianza, con excepción de Facundo Suárez
Lastra, quien se abstuvo de votar al igual que los miembros del bloque justicialista.
Tanto Suárez Lastra como la bancada peronista aclararon que no se oponían a controlar a
los cuidacoches, pero pretendían que el tema fuera debatido en comisión,
antes de tratarse en el recinto. Consideramos que en el Código Contravencional ya
existen las herramientas que podrían resolver el problema, a través de la aplicación de
las figuras de hostigamiento y maltrato y ejercicio ilegítimo de una
actividad, explicó la diputada peronista Juliana Marino. Los diputados de
Nueva Dirigencia se sumaron al voto a favor.
Una vez que la ley entre en vigencia debe ser promulgada por el jefe de Gobierno y
publicada en el Boletín Oficial, la policía deberá labrar actas de infracción si
detecta la presencia de cuidacoches ilegales. Si a la persona que exige
el cobro le hacen el acta y a pesar de ello no cesa con la contravención, o la reitera,
el agente podrá detenerla, explicó a este diario el vicepresidente de la
Legislatura, Aníbal Ibarra, quien además relató que semanas atrás vivió en carne
propia la presión de un cuidacoches, frente al zoológico, adonde fue con sus
dos hijos. Estacioné e inmediatamente se me acercó un hombre, que me exigió que
pagara 5 pesos para dejar el auto. Como me negué, me dijo que lo sacara de ahí, porque
si no, su jefe se iba a enojar mucho, y me aclaró que el lugar pertenecía a la
concesión Plaza Italia. Sabiendo que la concesión era trucha, lo dejé igual y me fui.
Mi hijo mayor, Pablo, de 10, se puso muy mal y me pidió que lo cambiara de lugar, porque
se sintió atemorizado por la violencia verbal ejercida por el cuidacoches. Tenía miedo
de que rompieran el auto. Le expliqué que no iba a haber problemas y el auto quedó ahí.
Cuando volví a buscarlo no había sufrido ningún daño. Llamé a la comisaría 23ª para
alertar sobre esta situación y me informaron que no podían hacer nada, porque no había
una norma específica, contó Ibarra.
La iniciativa sancionada en la sesión de ayer fue acordada el miércoles en la Comisión
de Labor Parlamentaria, sobre la base de cuatro proyectos de los diputados de la Alianza,
Ibarra, Silverio Fernández Gaido, Felipe Figuerero y Lautaro García Batallán.
Los denominados cuidacoches han pululado en los últimos años en la ciudad de
Buenos Aires, en las cercanías de algún sitio de espectáculos o recreación y en los
alrededores de los estadios, especialmente durante los fines de semana. Sin autorización
de la comuna, exigen el pago de 3 a 10 pesos para estacionar en lugares públicos, e
incluso, a veces, en calles en las que está prohibido dejar el auto. Mientras en la
comuna aseguraban que la función de control era exclusivamente policial, el comisario de
la 23º, Roberto Siderenko, en cuya jurisdicción está el zoológico, argumentó que los
uniformados no podían hacer nada por un vacío legal.
RECHAZO DE LA LEGISLATURA AL CASINO FLOTANTE
Todos contra la timba en el río
La
Legislatura porteña, con el voto del bloque justicialista incluido, expresó ayer
su más profundo rechazo al proyecto del Poder Ejecutivo nacional de instalar
un casino flotante frente a la Ciudad de Buenos Aires. A la vez, pidió al jefe de
gobierno, Fernando de la Rúa, que realice todas las acciones correspondientes
con la finalidad de impedir su instalación y la de cualquier sala de juegos dentro del
ámbito de la ciudad.
El rechazo está contenido en un proyecto de declaración presentado por el diputado de la
Alianza Cristian Caram, y votado por unanimidad por el cuerpo legislativo en la sesión de
ayer, a una semana de conocerse las intenciones de Lotería Nacional de llamar a
licitación para concesionar la explotación de una sala de juegos que funcionaría en un
barco amarrado en la ribera porteña.
En realidad, el proyecto original de Caram hacía referencia únicamente al casino
flotante, pero a pedido de la bancada justicialista, el repudio se hizo extensivo a
cualquier proyecto que pretenda poner una ruleta en jurisdicción de la ciudad. El
peronismo quiso dejar asentado este aspecto, para comprometer a toda la Legislatura a
frenar también una iniciativa en ese sentido si el gobierno porteño llegara a
impulsarla, teniendo en cuenta que, semanas atrás, el mismo De la Rúa envió al cuerpo
un proyecto de ley que regula los juegos de azar. Allí, el jefe de gobierno establece
como facultad del Poder Ejecutivo comunal el establecimiento de casinos.
La creación de un casino flotante generó una nueva polémica entre la Nación y la
ciudad. Tras el anuncio de Lotería Nacional, el gobierno porteño aseguró que el
Ejecutivo nacional no tiene competencia para crear una sala de juegos sin autorización de
la Legislatura, aun cuando esté sobre las aguas del Río de la Plata. La Constitución de
la ciudad, por otra parte, prohíbe la privatización o concesión de casinos. Según
explicó el vicepresidente de Lotería Nacional, Jorge Lima, en 30 a 40 días el organismo
hará el llamado a licitación.
A la escuela sin el DNI Los hijos de inmigrantes podrán ir a la escuela aunque no tengan su
documentación en regla. Así lo dispuso ayer la Legislatura porteña, que convirtió en
ley un proyecto presentado por los diputados aliancistas Eugenio Zaffaroni y Cristian
Caram, originado en la gran cantidad de chicos de escasos recursos que no pudieron acceder
a la escuela por no tener regularizada su situación migratoria.
La nueva ley establece que se inscribirá en las escuelas dependientes del Gobierno de la
Ciudad a los menores de 18 años que lo requieran (por sí o por medio de sus
representantes), aun cuando no cuenten con el documento de identidad correspondiente.
Si los chicos no tuvieran documentos personales, las autoridades escolares los
inscribirán según los datos de la documentación de filiación que presenten, o los que
proporcionen; en este caso, los datos definitivos se obtendrán cuando el alumno termine
el trámite de radicación, o regularice su situación migratoria. |
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