Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


MAS ATAQUES Y CONTRAATAQUES EN KASHMIR
Negociadores bomba


Pakistán pidió que Occidente intervenga para solucionar el
conflicto con India, que mató a cien guerrilleros durante un
bombardeo. Los paquistaníes respondieron con otro ataque.

 

Niñas indias rezan en el camino entre Srinagar y Kargil.
Detrás, un camión militar indio va hacia la zona de conflicto.

na21fo01.jpg (15985 bytes)

t.gif (862 bytes)  India y Pakistán moderan sus posiciones en los discursos pero las radicalizan en los hechos. El premier paquistaní Nawaz Sharif pidió al Grupo de los Ocho (G-8, los siete países más industrializados del mundo más Rusia) reunidos en Colonia (Alemania) que intercediera para poner fin al conflicto entre los dos países por una supuesta entrada de la guerrilla musulmana en la zona india de Kashmir. “De todas maneras, no veo venir una guerra de mayor envergadura”, dijo el canciller indio, Jaswant Singh, mientras voceros gubernamentales en Nueva Delhi reiteraban que no existe ningún plan de ataques aéreos contra el sector paquistaní de Kashmir. Pero en la zona de Kargil, donde comenzó el conflicto el 9 de mayo pasado, la fuerza aérea india dijo que mató a 100 de los rebeldes que permanecen en territorio indio durante un intenso bombardeo. Pakistán retrucó que su contraofensiva sobre un depósito de municiones indio en Matayan provocó considerables daños materiales y varias muertes.
Sharif envió una carta a los líderes del G-8 señalando que tienen un enfoque “limitado” del problema de Kashmir. El premier paquistaní se refería a la llamada que recibió anteayer del presidente norteamericano Bill Clinton, quien lo instó a retirar sus fuerzas de la parte india de Kashmir. Esto implica admitir que, como dice India, los efectivos que penetraron en su zona de la Línea de Control (LOC) no son guerrilleros fuera del control de Pakistán sino que reciben apoyo del país musulmán. Jugando con esta carta a favor, el premier indio Atal Bihari Vajpayee le mandó una misiva a Clinton para detallar la posición de su gobierno.
En el terreno militar, India sigue reportando éxitos en la ofensiva contra los rebeldes, pero también reconoció que la solución del conflicto está lejos. Los voceros militares indios afirmaron ayer que hasta el momento los intrusos fueron obligados a retroceder 3,5 kilómetros de los siete que habían logrado penetrar en territorio indio en 140 de los 750 kilómetros que tiene la LOC; y que de las 29 cumbres que tomaron los rebeldes, nueve ya fueron reconquistadas por tropas indias. Sin embargo, también reconocieron que la guerrilla tiene una gran capacidad para reemplazar a los caídos y renovar los combates.
na21fo02.jpg (13356 bytes)De hecho, el general Arun Chopra, jefe de las operaciones militares indias en Kashmir, indicó que son 900 los guerrilleros que continúan resistiendo en las altas cumbres de la zona de Kargil, cuando la cifra anterior reconocida por los indios era de 600 rebeldes. Otro vocero militar dijo en Nueva Delhi que hay millares de rebeldes del lado paquistaní de Kashmir listos para invadir la zona india de la región. Y el diario Asian Age dijo ayer que el ejército indio teme perder 2000 efectivos en los próximos meses de combate y que el número real de bajas es cuatro veces mayor a lo difundido oficialmente.
Varios analistas militares consideran que, con estas perspectivas, los combates podrían llegar por lo menos hasta setiembre, o sea, cerca del invierno. La hipótesis que manejan es que Pakistán pretende que los rebeldes se mantengan en la zona hasta ese momento, ya que el ejército indio no lograría mantenerse en condiciones climáticas adversas en una zona tan elevada. Y los guerrilleros, muchos de los cuales ya han combatido en las alturas de Afganistán, parecen mejor preparados para soportar el frío. De esa manera, Pakistán lograría controlar una porción mayor de la LOC.

 

AUDAZ PROPUESTA DEL PREMIER ELECTO ISRAELI
Un puente de paz a los palestinos

The Guardian
de Gran Bretaña

Por David Sharrock
Desde Jerusalén


t.gif (862 bytes) Ehud Barak, primer ministro electo de Israel, anunció ayer un audaz plan para conectar los territorios controlados por los palestinos en Cisjordania y Gaza con un puente enorme. El camino elevado de cuatro carriles se extendería por 47 kilómetros para dar un paso seguro a los palestinos que se desplacen desde Gaza, que se encuentra sobre el Mediterráneo, y Cisjordania, lo que evitará a Israel la necesidad de entregar un corredor terrestre a esos efectos. Pero la propuesta fue atacada inmediatamente como extravagante y cara.
El paso seguro y el derecho de los palestinos a viajar entre Gaza y Cisjordania son temas cruciales del proceso de paz árabe-israelí. En el acuerdo de 1996 de tierra por paz firmado en Oslo, Israel se comprometió a abrir una ruta segura entre las dos áreas palestinas. Viajar entre ellas resulta hoy difícil, ya que los palestinos necesitan permisos especiales para atravesar Israel y no se les permite usar automóviles privados. Hasta ahora, Barak –embrollado en negociaciones para armar una coalición con partidos más pequeños a la zaga de su victoria sobre Benjamin Netanyahu el mes pasado– ha hablado poco de sus intenciones hacia los palestinos. Pero ayer, en una entrevista con el diario de tendencia izquierdista Haaretz, el premier electo delineó sus planes para lo que describió como “una especie de autopista sobre pilares... con cuatro carriles, una línea ferroviaria, un acueducto y un cable de comunicaciones”.
Barak afirmó haber ya hecho la misma sugerencia hace más de cinco años, cuando Yitzhak Rabin, entonces primer ministro, firmó los acuerdos de Oslo. Y respondió a sus críticos afirmando que “no se trata de una extravagancia, sino de las necesidades de la vida. ¿Lo haré? Por cierto. Uno no puede hacer que la gente desaparezca con sólo decirlo”.
El premier electo agregó que ésta sería la parte fácil de la tarea de hacer la paz, agregando que la parte difícil vendría con “unos pocos temas que aparecerán al final. También se lo dije a Arafat: ‘Vea, yo me propongo cumplir con la herencia de Rabin. Vamos a tener algunos desacuerdos, y algunos de ellos serán serios... pero en mi perspectiva aquí tenemos una oportunidad histórica para poner fin a un conflicto de 100 años’”.
Hassan Asfour, uno de los principales negociadores de paz palestinos, respondió ayer a la idea del puente afirmando: “Debemos hacer un esfuerzo para resolver todos los asuntos que quedan y no empezar a discutir por asuntos parciales aquí y allá”.

 

PRINCIPAL