La idea se está difundiendo entre agrupaciones vecinales: dar a conocer los problemas del barrio a través de la red. En Saavedra y Núñez fue la seguridad lo que los movilizó; en Ciudadela, la protesta contra la autopista. Planean una red entre agrupaciones para ejercer presión. Opinan especialistas sobre la comunicación a través de Internet. |
La página de Saavedra
surgió tras una serie de asaltos que agruparon a los vecinos. Ellos probaron todo. Hicieron marchas, cortaron calles, lanzaron panfletos, golpearon puertas de políticos y hablaron con los medios. Pero nada les pareció suficiente. Por eso eligieron otra manera de darse a conocer: crear su propia página web en Internet. Son vecinos. A través de la página, dicen, los problemas de la cuadra llegan al mundo. "Yo empecé con esto cuando tenía encima sólo dos asaltos": quien habla es Daniel Cantoni, del pionero grupo de Vecinos Solidarios de Saavedra, que se unió para combatir la inseguridad del barrio. Incentivar el crecimiento de Villa Alonso Centro fue la excusa para que los vecinos de Santa Rosa, La Pampa, se le animaran a la red. Al barrio de Ciudadela, partido de Tres de Febrero, lo unió la lucha contra una autopista que dividió a la localidad en tres. Y en Núñez, donde también primó la preocupación por la seguridad, la página estará lista esta semana. Pero son más que reacciones aisladas. El grupo de Saavedra proyecta crear una "red de redes" entre agrupaciones vecinales de todo el mundo para poder ejercer presión ante los grupos de poder. En principio, las tres primeras ya están conectadas entre sí. Entre los especialistas las opiniones son encontradas, para algunos la comunicación por Internet es "una fantasía"; otros la ven como "una herramienta muy valiosa". Todos coinciden, sin embargo, en que se trata de "una tendencia inevitable" ante el auge de las nuevas tecnologías. Daniel Cantoni tiene cinco asaltos en su haber. Pero cuando sólo había sufrido dos, dice, se dio cuenta de que prestando un poco más de atención algunos robos se podrían evitar. Desde entonces, empezó a conectarse con los vecinos para participar activamente de la seguridad de Saavedra. Cantoni es médico, pero se define como "muy curioso y cibernauta empedernido". Por eso, en julio de 1997, con un grupo de vecinos, formó lo que define como "el pañal" de la página web, un foro de debate sobre la seguridad. En esos contactos descubrió un sistema de seguridad barrial que se estaba desarrollando en Inglaterra: "el vecindario mira". En septiembre del '97 crearon el Plan Alerta ante la avalancha de robos en la zona. Y empezaron a trabajar para organizar al barrio. Un mes después, lanzaron su propia página en Internet para difundir los conceptos básicos de prevención individual y comunitaria del delito, favorecer el debate sobre la seguridad y colaborar con la seguridad pública. Ahí figura incluso la guía modelo para organizar una cuadra, además de notas de interés, foros de debate y experiencias del plan. Hasta el momento, el contador genérico de la página marca 3600 visitas. "Cuando el tema de la inseguridad estaba en auge, tuvimos un pico de 160 consultas diarias, ahora hay entre 12 y 20 por día", comenta. "Lo que notamos --agrega-- es que la gente quiere soluciones concretas, no quiere el análisis. Por ejemplo, entraron muchas personas en la encuesta de violencia". Villa Alonso Centro es un barrio de clase media de 8500 habitantes, casi el 10 por ciento de la población de la capital de La Pampa. Su comisión vecinal, creada en el '92, decidió tener su propio lugar en la red en enero de este año. "Fue una sorpresa empezar a buscar asociaciones de vecinos en Internet y encontrar sólo una", comenta Carlos Koller, presidente de la comisión. Hasta el momento, unos 1000 cibernautas de todo el mundo visitaron el sitio. "A partir de la página --relata--, entramos en contacto tres comisiones vecinales de España, una de Venezuela, una de Washington e intercambiamos experiencias. El nexo con otras organizaciones es la iniciativa social, un concepto donde se interrelaciona la iniciativa privada con la pública". A través de la página informan sobre proyectos, curiosidades del barrio y eventos con los que se autofinancian. "Ahora, por ejemplo, sorteamos dos lechones para poder pagar unas clases de apoyo que damos en la comisión", cuenta Koller. En Ciudadela, los problemas llegaron con la construcción de la Autopista del Oeste. "Después de casi un año de lucha, marchas, cortes de avenida, y demás, había puras promesas y nada se concretaba", dice Daniel Fernández, uno de los creadores del Cabildo Abierto del Pueblo de Ciudadela. "Un pueblo que decidió ser artífice de su propio destino", reza el slogan del inicio de su página. La inauguraron el 1º de junio "como elemento de presión". "Encontramos que la única forma de que nos dieran respuesta era a través de los medios", apunta Fernández. "Queremos aprovechar un poco lo bueno de la globalización", agrega. Como todos, la idea es entrar en contacto con las organizaciones vecinales del mundo. Las quejas se suceden a lo largo de gran parte de su sitio: Ciudadela, dicen, quedó dividida en tres por el trazado de la autopista. Desde entonces, cuando llueve se inunda, las propiedades se desvalorizaron y hay sólo dos puentes para cruzar del lado norte al centro de la ciudad. "Lo importante es que el vecino empiece a participar en la solución de sus propios problemas, que ejerza una democracia participativa", dice Cantoni. Desde su página, con sólo hacer un click ya se puede acceder a las páginas de Villa Alonso y Ciudadela. Por iniciativa del Consejo de Prevención del Delito y la Violencia de Núñez, el barrio inaugura su sitio en estos días. "Vamos a tener charlas de fiscales generales, estadísticas del Indec, mapa del delito, detalle del Código contravencional, defensoría para niños y adolescentes, entre otras cosas", explica Juan José Rosso, coordinador del Consejo. "Además --agrega--, vamos a poner una encuesta, que hicimos entre 500 vecinos, sobre los delitos que más les preocupan". Producción: Sonia Santoro.
El debate sobre el papel de las nuevas tecnologías en la sociedad genera opiniones enfrentadas entre los especialistas. Desde una visión apocalíptica, algunos cuestionan la trillada idea de que la gente se va a comunicar mejor cuando todo el mundo esté conectado. "¿Qué queremos decir cuando hablamos de comunicar? Cuando el ser humano no es más que un apéndice del aparato, está lejos del significado de la comunicación", lanza el teórico de la comunicación Héctor Schmucler. En esa línea, el sociólogo Christian Ferrer considera que hoy no hay demasiadas posibilidades de elegir el modo de hacerse escuchar. "Internet asume la forma de la marea. Es como una ola que pasa y arrastra todo a su paso", sentencia. Para otros, en cambio, la red es casi una utopía hecha realidad. Susana Finquelievich, especialista en desarrollo urbano e informática, opina que "es una herramienta de comunicación muy valiosa". "Estas experiencias dejan de lado el dato más importante, que es la presencia del ser humano", apunta Schmucler, del Area de Estudios Sociales de la Comunicación de la Universidad de Córdoba. "En general --se explaya-- hay una especie de gran fantasía de que Internet va a solucionar todas las cosas. Es como un mito que aparece en una época. Hoy le ha tocado a todo aquello que tiene que ver con la informática. Creo que Internet se va a ir imponiendo porque hay una tendencia general a organizar un mundo donde la técnica tenga preponderancia en reemplazo de las relaciones humanas directas". Para Ferrer, titular de la cátedra Informática y Sociedad en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, es una tendencia inevitable: "A medida que crezca el número de usuarios de Internet, van a circular más mensajes ideológicos, más publicidad, más banalidad". Es el único punto en que coinciden los tres: "La aparición de páginas organizadas según lo geográfico es una tendencia lenta pero creciente", apunta Finquelievich, quien desde hace tres años dirige un grupo de estudio sobre Ciudad, Sociedad y Ciberespacio en el Instituto Gino Germani de la UBA. Pero para ella, con Internet "no se trata de reemplazar las relaciones cara a cara, es la extensión virtual de esas comunidades. Hay que dejar en claro que la gente no se organiza a través de Internet sino que se reúnen y después usan la red como herramienta". El hecho de que los barrios se agrupen y creen su propia página en la web "es auspicioso", dice. Su visión coincide con la de los vecinos. "¿Por qué les resulta útil? --se pregunta--. Porque pueden darse a conocer a mucho más gente, porque pueden extraer información de Internet y pueden conectarse con asociaciones. Pero, principalmente, porque se pueden formar redes que las fortifiquen y les permitan ejercer más presión". Para Ferrer el auge de estos sitios pueden explicarse porque "son grupos privados que reactivan ante una amenaza y que eligen un dispositivo que, por el momento, tiene escaso control estatal, para darse a conocer. Sin embargo, aclara, "es un dispositivo autopublicitario más, no es novedoso, funciona como un panfleto. No va a solucionar los problemas porque los conflictos se resuelven en la relación experiencial con los demás, pero es algo más".
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