Por Raúl Kollmann La Cámara de Apelaciones de
Dolores señaló ayer tácitamente que la policía de Pinamar estableció una zona
liberada para que se cometa el asesinato de José Luis Cabezas. El tribunal ordenó que el
ex comisario de la zona, Alberto Pedro La Liebre Gómez sea investigado como
partícipe necesario del crimen, un cargo por el que correspondería la misma pena que la
del asesino. Todo indica que ahora la jueza transitoriamente a cargo de la causa, María
Eva Merlo, dictará la prisión preventiva del ex comisario. La resolución tiene enorme
trascendencia ya que señala de hecho que hubo un plan orquestado por los policías
bonaerenses de la zona para que los criminales pudieran actuar con libertad con el objeto
de secuestrar a Cabezas, matarlo y quemar su cuerpo.
La Cámara de Dolores también rechazó las apelaciones de todos los detenidos, por lo
cual serán juzgados en forma oral y pública cinco policías, cuatro ladrones que
trabajaban para ellos y el jefe de la custodia de Alfredo Yabrán.
En el principio de la investigación, todo daba a entender que los policías de Pinamar
eran parte de la operación realizada para matar a Cabezas:
Los asesinos se
movieron sin trabas.
Dos vecinos
llamaron a la comisaría para avisar que había movimientos sospechosos y no se les dio
respuesta alguna.
A cargo del
destacamento y de las guardias quedó personal inexperto, sin conocimiento de la zona.
Fueron retirados los
efectivos que conformaban la guardia habitual y que eran los que más experiencia tenían.
El patrullero
ubicado a 300 metros de la casa de Andreani no se dio por enterado, a pesar de que le
pasaron un radio sobre los movimientos sospechosos.
Hay varios
testimonios de que en el momento del crimen, junto a la cava, estuvo estacionada una
camioneta pick up, que pertenecía a un conocido oficial de la policía de la Costa.
Después del
crimen, los policías entraron a la cava y destruyeron casi toda la evidencia.
Pese a todos los elementos que demostraban que existió una zona liberada, sorpresivamente
el juez José Luis Macchi sostuvo que no había pruebas suficientes y desestimó esta
óptica del caso, al punto que dejó en libertad a La Liebre Gómez y después
prácticamente lo desvinculó de la causa.
Ante esta situación, los dos abogados querellantes que representan a la hija menor de
Cabezas y a los padres, Oscar Pellicori y Alejandro Vecchi, respectivamente, presentaron
una apelación y ayer la Cámara les dio la razón. Decidió revocar la resolución
en cuanto dispone el sobreseimiento provisorio de Alberto Pedro Gómez, debiéndose
continuar el trámite del proceso a su respecto.
Con esta breve frase, el tribunal le pasa ahora la pelota al juzgado residual que quedó a
cargo de la causa y que momentáneamente es ocupado por la doctora Merlo. Distintas
fuentes judiciales le dijeron anoche a Página/12 que la magistrada no va a tener otro
remedio que dictar el procesamiento y la prisión preventiva de Gómez, que deberá
entonces esperar el juicio oral en la cárcel.
La resolución no agrava ni aliviana las acusaciones contra Alfredo Yabrán. La
investigación fuertemente politizada siempre fue orientada por la Bonaerense,
el juez y el propio gobernador Duhalde contra el papimafia relacionado con la Casa Rosada.
Aunque buena parte de los que actuaron en el crimen son policías, la hipótesis que se
impulsó es que todos esos uniformados trabajaban para Yabrán. En esa hipótesis
hayelementos ciertos: el ex comisario Gómez y el oficial Prellezo siempre tuvieron buenas
relaciones y hacían trabajos de todo tipo para Yabrán. Desde la Casa Rosada siempre se
apuntó en dirección opuesta: el crimen fue perpetrado por la mafia policial bonaerense,
entre otras cosas como una venganza de los ricos y poderosos ex comisarios, que manejaban
casi todos los delitos en el terreno provincial, incluyendo el tráfico de drogas. Cabe
recordar que el ex comisario de Pinamar, Gómez, es primo del famoso comisario Mario
Chorizo Rodríguez.
Con lo dicho ayer, la Cámara resalta que el asesinato fue efectivamente una vasta
operación policial, pero no deja entrever quién encargó el crimen, si la mafia de
Yabrán o la mafia de los ex comisarios.
El próximo paso será ahora la acusación por parte de la fiscal Analía Avalos. Todo
indica que el juicio recién se hará el año próximo, ya que los tiempos parecen más
ajustados a la política que a la Justicia. En Dolores se dice que no hay interés alguno
en hacerlo durante la campaña electoral.
CLAVES La
Cámara de Apelaciones de Dolores señaló tácitamente que hubo una zona liberada para
cometer el crimen contra Cabezas.
Por esa razón ordena que se siga investigando al ex comisario
de Pinamar, Alberto La Liebre Gómez. Lo más probable es que en las próximas
horas el ex policía sea procesado y detenido.
Todo indica que los asesinos se movieron con total impunidad y
que ni siquiera hubo respuestas para dos llamados de vecinos que alertaban sobre
movimientos sospechosos.
La resolución no mejora ni empeora las acusaciones contra
Alfredo Yabrán. El tribunal reafirma que el asesinato de Cabezas fue un operativo
policial, pero los hombres de Duhalde apuntan al empresario postal y dicen que todos esos
policías trabajaban para él. Del lado de la familia de Yabrán, sostienen que el crimen
se cometió por orden de los poderosos ex comisarios de la Bonaerense y que Duhalde los
quiere encubrir.
La fiscal realizará ahora la acusación correspondiente y se
inicia así el camino hacia el juicio oral.
Por la Justicia, contra la impunidad
El padre de Sebastián Bordón, familiares de las víctimas del atentado a
la AMIA como Sergio Bursteyn, y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel
estuvieron ayer en la Jornada por la Justicia y contra la Impunidad organizada por la
Cámara de Diputados bonaerense. El encuentro, convocado para dar testimonio, construir la
crónica del mal y debatir soluciones, fue inaugurado por la hermana de José Luis
Cabezas, Gladys, y el presidente de la Cámara, Alejandro Mosquera. También estuvieron
presentes Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, el camarista federal
Leopoldo Schiffrin, la monja Martha Pelloni y Rosa Shonfeld, madre del estudiante de
periodismo desaparecido Miguel Bru. |
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