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EL GOBIERNO INSISTE CON VIEJAS FORMULAS PARA COMBATIR EL DESEMPLEO
Nada nuevo contra la desocupación

El ministro de Trabajo, José Uriburu, recitó ayer ante la Unión Industrial propuestas poco novedosas. Contratos a término y reducción de aportes a las ART. Pero también planea aumentar la jubilación mínima y un régimen laboral especial para discapacitados.

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José Uriburu, ministro de Trabajo. Medidas previsionales, laborales y financieras contra la crisis.Incluiría un ajuste del haber mínimo y la elevación a 62 años de la edad jubilatoria femenina.
Por Cledis Candelaresi

t.gif (862 bytes) En vísperas de que se conozca el nuevo y alto índice de desocupación, el Gobierno resolvió dar pruebas de su empeño para mejorar la oferta de empleo y las condiciones de la seguridad social. Esta demostración incluiría una serie de iniciativas –algunas expresadas como proyecto de ley– para disponer desde el aumento de la jubilación mínima a 200 pesos hasta la creación de un régimen laboral especial para discapacitados. La fórmula oficial sigue inspirada en el mismo principio de siempre: otorgarle beneficios a los empleadores, con la esperanza de que éstos resuelvan ampliar sus planteles de personal. Hasta anoche, la batería no incluía la resurrección lisa y llana de los contratos promovidos, tal como aspiraban Economía y algunos diputados oficialistas.
El ministro de Trabajo, José Uriburu, fue el encargado de comunicarle ayer a la cúpula de la Unión Industrial Argentina la intención oficial de arremeter con un heterogéneo conjunto de medidas previsionales, laborales y financieras. Entre éstas, la emisión de un bono para que las pequeñas y medianas empresas cancelen deudas.
Entre los cambios al sistema de seguridad social previstos por el Ejecutivo, se incluiría el ajuste del haber mínimo y la elevación a 62 años de la edad jubilatoria femenina. Según fuentes empresarias, el Gobierno también avanzaría en la sustitución de la prestación básica universal (PBU) por otra que beneficie sólo a los jubilados de menores ingresos.
Los cambios en el terreno específicamente laboral supondrían facilitar el uso de los contratos a término (por un año, con pago de cargas laborales pero que no entrañan obligación de indemnizar), de modo tal que queden al alcance de cualquier empresa y no sólo de unas pocas, como habilita la legislación vigente. También, un régimen de ocupación especial para discapacitados y el refuerzo de partidas presupuestarias para inspeccionar empresas con el objetivo de combatir el empleo en negro, mecanismo por el cual las arcas públicas pierden más de 7 mil millones por año. El Gobierno podría englobar en este paquete hasta un proyecto de ley para modificar el régimen de las Administradoras de Riesgo de Trabajo, con el propósito de que disminuyan los costos que afrontan los empresarios.
Pero este listado de iniciativas –en algunos casos, simple recolección de medidas ya en danza– que Uriburu planteó a la UIA y a algunos diputados justicialistas como un hecho inminente, aún debe pasar ciertos filtros. La suba de la jubilación mínima fue discutida ayer por la tarde durante una reunión que el jefe de Gabinete tuvo con algunos legisladores del PJ. En este encuentro, Jorge Rodríguez se habría ocupado de dejar en claro que es responsabilidad del Ministerio de Trabajo proponer de dónde se obtendrán los recursos para costear el aumento.
Esta eventual fisura entre la cartera laboral (también enemiga de la reimplantación de los contratos promovidos o “basura”) y el resto del gabinete se reproduce en el seno de la bancada oficialista.
Después del encuentro que mantuvieron ayer con algunos dirigentes de la CGT, los diputados Saúl Ubaldini y Eduardo Caamaño advirtieron que el bloque no avalará ninguna iniciativa que suponga resignar derechos de los trabajadores. De este modo, tomaron distancia del controvertido proyecto para reinstaurar las modalidades promovidas, que presentaron Ana María Mosso y Claudio Sebastiani con el aval de Oscar Lamberto, aclarando expresamente que se trataba sólo de propuestas individuales.
Durante un almuerzo a solas, el duhaldista titular de la Comisión de Trabajo, Alfredo Atanasof, coincidió con Uriburu en que no es posible reabrir la discusión sobre los contratos promovidos, como sugirieron algunos de sus pares. “Pretender resolver el desempleo con cambios en la legislación laboral es ocultar el problema del empleo. En Capital y el conurbano se perdieron 80 mil puestos de trabajo en un año y no a raíz de la legislación laboral”, fue la contundente sentencia del bonaerense.

 

El corset fiscal

De no mediar un cambio de último momento, Diputados debatirá hoy en el recinto el proyecto de Convertibilidad Fiscal, que impone un límite al gasto público. Hasta anoche, los legisladores oficialistas descontaban que podrían producirse retoques de último momento en el recinto, donde confrontarán varios dictámenes.
La versión que consiguió apoyo de la mayoría en Comisión es la iniciativa del duhaldista Jorge Remes Lenicov, que impone una serie de restricciones para gastar, adicionales a las que preveía el proyecto del senador José Manuel de la Sota.
Los topes al gasto público fueron recalculados en los últimos días según la nueva estimación del PBI. De este modo, el texto a discutir en el recinto fijaría un límite para el déficit fiscal equivalente al 1,9 por ciento del PBI en el primer año, proporción que iría descendiendo un 0,5 por ciento anual, hasta desaparecer.
Lo que genera más dudas es la supervivencia de los artículos que disponen controlar la ejecución del gasto a través de un mecanismo que permita evaluar su eficiencia, habilitando al traslado de personal y hasta la disminución de la grilla estatal. Esta alternativa puso en alerta a los gremios estatales, que pidieron expresamente a Diputados eliminar este punto de la Convertibilidad Fiscal que ven como una clara amenaza a muchos puestos de trabajo.


 

EN MAYO, SE DUPLICO EL DEFICIT DE LAS CUENTAS PUBLICAS
Así, difícil cumplir con el FMI

t.gif (862 bytes) Ayer se conocieron dos nuevos datos que anuncian la i nminencia de otro ajuste fiscal. En mayo el déficit de las cuentas públicas duplicó el nivel de mayo del año pasado, con lo cual quedó aún más comprometida la posibilidad de cumplir con las metas acordada con el FMI para todo el año. Además, el subsecretario de Política Tributaria, Guillermo Rodríguez Usé, admitió que la recaudación de junio será un 9 por ciento menor a la prevista.
Por eso, el viceministro de Economía, Pablo Guidotti, salió a tranquilizar a los mercados con declaraciones optimistas. El funcionario explicó que “el dinero obtenido por la licitación de PCS (nuevo sistema de telefonía celular) va a compensar la caída de la recaudación y pensamos que vamos a poder cumplir con las metas semestrales y anuales” pautadas con el Fondo Monetario. La semana pasada, el Estado obtuvo casi mil millones de pesos por la licitación de las bandas de PCS correspondientes a Capital Federal y Gran Buenos Aires, y ayer se consiguieron otros 270 millones por las bandas del interior (ver pág. 17).
Guidotti dijo también que “un componente importante” de la baja en la recaudación “viene por el lado del comercio exterior, por la caída de las importaciones”. Y pronosticó que “habrá recuperación económica” este año, lo cual contribuiría a mejorar las cuentas fiscales.
El déficit acumulado durante los primeros cinco meses del año trepa a 2394 millones de pesos. En junio, el saldo negativo no debería ser mayor a los 466 millones para cumplir la meta semestral de 2850 millones acordada con el FMI. En mayo, el desequilibrio fue de 511 millones, más del doble que el año pasado.
Rodríguez Usé afirmó, ante los periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda, que “la recaudación de este mes estará en el orden de los 4100 millones de pesos, es decir un 8 o 9 por ciento menor respecto de junio del año pasado”. Para el subsecretario de Política Tributaria, “uno de los grandes motivos de la baja en la recaudación es que las importaciones fueron entre un 25 y un 30 por ciento menores a las registradas el año pasado”.
Pero, según el funcionario, “también hay una influencia del tema de Seguridad Social, por la baja de aportes y los traspasos al régimen de capitalización”. Además, reconoció que “el año pasado se registraron anticipos de Ganancia y Bienes Personales más altos, lo que significa una reducción de aproximadamente 300 millones en la recaudación” de este año. En tanto, Rodríguez Usé se negó a realizar una evaluación de los resultados en el cobro del impuesto docente: “El próximo viernes puede ser el día indicado para tener una cifra aproximada”, sostuvo.

 

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