Por Eduardo Videla René Favaloro no está sólo
en su controvertida sentencia sobre el exceso de médicos en la Argentina. El sanitarista
Ginés González García afirmó que al país le sobran médicos y le faltan buenos
médicos, y el cardiólogo Héctor Moguilevsky, del Instituto Programático de la
Alianza, fundamentó una posición idéntica con cifras: mientras la población crece cada
año el 1,2 por ciento, la cantidad de médicos aumenta el 4 por ciento. Las afirmaciones
se escucharon ayer en el Congreso de Salud que se lleva a cabo en un hotel porteño, y en
el que el propio Favaloro advirtió que la abundancia de galenos hace que terminen siendo
mano de obra barata de las empresas de medicina. Toda una contradicción en un
país donde hay que esperar semanas para conseguir un turno para un hospital o una obra
social, y que los expertos adjudican a la ineficiencia del actual sistema. Según los
últimos datos disponibles de la Organización Mundial de la Salud, en el país hay 268
médicos cada 100 mil habitantes, cifra que supera la de Japón, Italia o el Reino Unido,
y que es similar a la de Estados Unidos, e inferior a la de España y Suecia.
El tema de los recursos humanos en el sistema de salud fue el eje de la primera jornada
del congreso, que finalizará hoy. González García, ex ministro de Salud bonaerense y
titular de la Fundación ISalud, se solidarizó públicamente con Favaloro, quien en pleno
conflicto por el presupuesto educativo pronunció su polémica frase: En la
Argentina hay médicos de sobra. Se le vino el mundo encima por haber dicho la
verdad lo defendió González García. Me gustaría dar una respuesta más
demagógica, pero la verdad es que hay un enorme excedente de médicos. Moguilevsky,
jefe de Cardiología del hospital Ramos Mejía y asesor del diputado Carlos
Chacho Alvarez, apoyó esa misma idea con cifras. Según la Encuesta
Permanente de Hogares, del INdEC, en mayo de 1998 había en el país 84.387 médicos
menores de 60 años. La cifra arroja una proporción de 268 cada 100 mil habitantes,
superior a la del Reino Unido, donde es de 156; a Italia, con una tasa de 165, y de
Japón, con 177. Y es similar a la de Estados Unidos, donde la proporción es de 263 cada
100 mil.
El profesional puso como ejemplo el año 1996 últimos datos disponibles
cuando se recibieron en todo el país cerca de 3900 médicos. Esas cifras dan como
resultado que el número de profesionales crezca anualmente un 4 por ciento, mientras que
el aumento de la población es del 1,2 por ciento anual. El director médico de OSDE,
Horacio Dillon, se permitió una ironía sobre el tema al afirmar que con esa tendencia
se llegará al estado ideal de tener un médico de familia en cada casa. Para
Dillon miembro del Colegio Argentino de Neurocirujanos, la
superpoblación de médicos hace que el valor de las prestaciones sea cada vez
menor.
Sólo uno de cada cuatro o cinco de los graduados tiene acceso a una residencia para
su capacitación agregó Favaloro. El problema, entonces, no es sólo que hay
muchos médicos sino que no tienen la posibilidad de acceder a una buena formación. Un
gran porcentaje no está capacitado para ejercer su profesión. Moguilevsky agregó
que es inmoral formar un número indiscriminado de graduados, que luego no tengan
posibilidad de capacitación.
El asesor de la Alianza puso como ejemplo una fórmula utilizada en los Estados Unidos por
la Graduate Medical Education National Advisory Council, que calculó una cifra ideal de
165 profesionales cada 100 mil habitantes, y estableció una proporción de 42 por ciento
de médicos generalistas (de cabecera) y 58 por ciento de especialistas.
En diálogo con Página/12, Moguilevsky relativizó sin embargo sus afirmaciones.
Hay muchos médicos para el sistema de salud actual, que es ineficiente. Pero si se
implementa un plan para fortalecer la atención primaria, con más médicos generalistas,
en centros comunitarios, es probable que no haya tal exceso, explicó Moguilevsky.
Para los expositores, las consecuencias negativas del elevado número de profesionales
son, además de la desocupación y la precarización laboral del sector, el aumento del
gasto en salud (por la tendencia a pedir más exámenes) y la imposibilidad de acumular
experiencia y de mantenerse actualizados.
Para Favaloro, además, la formación es deficiente por la falta de recursos para la
educación. Sólo el 9 por ciento de los profesores universitarios tiene dedicación
exclusiva y un docente de esa categoría con 20 años de antigüedad cobra apenas 2000
pesos por mes.
Para resolver esta contradicción, Moguilevsky propone establecer articulaciones que
vinculen el número de recursos humanos y las necesidades de la población.
Debe haber relación entre el número de facultades de Medicina, la cantidad de
egresados, el número de posibles residencias y la demanda de la sociedad,
concluyó.
La presión empresaria El cardiocirujano René Favaloro cuestionó en forma tangencial el sistema de
salud vigente en la Argentina, al criticar el modelo de los Estados Unidos, en el que se
inspiró el régimen local. Las dos terceras partes de las empresas de salud son
compañías que explotan comercialmente la medicina y que son ajenas al sector,
afirmó. En ese contexto, dijo Favaloro, los médicos, para sobrevivir, tienen que
aceptar reglas que están fuera de la ética. Algo similar a lo que, en muchos
casos, ocurre en Argentina. El médico está pensando más en la cuestión
económica de la empresa, que le impone un límite de gastos, que en su paciente,
sostuvo.
Horacio Dillon, del Colegio de Neurocirujanos, coincidió con Favaloro en cuestionar a las
empresas locales, ligadas a grupos económicos, en las cuales los servicios de salud
son considerados como la pérdida del sistema. Estamos incorporando un sistema
que ya fracasó en los Estados Unidos. Allí hay médicos que están dejando la profesión
porque no soportan la presión de los sistemas de gerenciamiento, concluyó Dillon.
Números para la polémica
Según el INdEC, en mayo del 98 había en Argentina 84.387 médicos menores
de 60 años.
Para la OMS, la cifra era de 87.226, en 1992.
Esos valores dan una proporción de 268 médicos cada 100.000
habitantes.
El número de enfermeros es prácticamente similar: 85.000 en
todo el país. En la mayoría de los países, la proporción es de 3 ó 4 enfermeros por
cada médico.
Según la OMS, en el Reino Unido hay 156 médicos cada 100 mil
pacientes; en Italia, 165; en Japón, 177; en Canadá, 225; en Estados Unidos, 263; en
Francia, 294; en Suecia, 307, y en España, 408.
De acuerdo con un estudio del Consejo Asesor de Médicos
Graduados de los Estados Unidos, la cifra ideal es de 165 médicos cada 100 mil
habitantes. De ellos, el 42 por ciento deben ser médicos generalistas y el 58 por ciento,
especialistas.
En 1996 se graduaron en universidades públicas y privadas de
la Argentina 3900 médicos.
El crecimiento de ese sector profesional es del 4 por ciento
anual, mientras que la población aumenta un 1,2 por ciento por año. |
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