|
A 64 años de su muerte hay muchos compacts disponibles de Carlos Gardel, pero es difícil acceder a una selección nueva y cuidadosa de sus temas. Página/12 se propone resolver ese problema. Desde mañana ofrecerá una colección de tres discos compaginados con un criterio que combina variedad artística en letras y estilos y calidad de reproducción. El cantor del siglo-Carlos Gardel reúne en tres CD 48 de sus clásicos. Los tres volúmenes serán de aparición semanal (jueves 24 de junio, jueves 1º de julio, jueves 8 de julio) como compra opcional por seis pesos. Cada volumen trae las letras de los 16 temas, una oportunidad de apreciar mejor la poesía de autores como Discépolo, Mattos Rodríguez, Bettinoti, Celedonio Flores, Petorossi, Contursi, Manzi, Cadícamo, Filiberto, Taggini, Silva Valdéz, y de calibrar cómo eran posibles la audacia o la ironía en las primeras décadas del siglo. La mejor calidad de grabación se obtuvo seleccionando en especial temas de la última etapa de Gardel, la de la década del 30, muchos de ellos con composiciones del propio Gardel con Alfredo Le Pera. Los masters originales fueron digitalizados, aunque en todos los casos el criterio fue quitar ruidos sin sacar al mismo tiempo brillo y naturalidad. Este diario no quiso crear para sus lectores un Gardel artificial, y tampoco uno monótono. La selección de temas se remonta, a veces, a la década del 20, con tangos de Cadícamo acompañados en guitarra. Incluye la música de sus películas, siempre con guitarra. Algún tema gauchesco, como La rodada. O un tango sin vueltas, como La mariposa. El día que me quieras, convertida en balada internacional. Sol tropical, una rumba. Y naturalmente Mi Buenos Aires querido o Esta noche me emborracho. Cada compact está acompañado de un texto de Julio Nudler, uno de los mayores expertos argentinos en tango. Esta colección de Página/12 es otro aporte a la reconstrucción de la historia cultural de la Argentina: el año pasado los siete compacts de León Gieco con versiones inéditas de sus canciones alcanzaron una venta de 300 mil ejemplares, el equivalente de diez discos de platino.
Un panorama de su obra Las cuerdas del cantor Por Julio Nudler Gardel no
era un cantor de una sola cuerda. Muy por el contrario: podía ser dramático, cómico,
romántico o compadrito con igual eficacia. Estos tres compactos dan una buena idea de
ello. El Mudo conmueve parejamente con el drama pasional de Tomo y obligo, el
lastimoso sarcasmo de Chorra, el desgarramiento de Sus ojos se
cerraron, la poética melancolía de Misa de once o la triste filosofía
de Yira yira y Esta noche me emborracho. Como artista inteligente
y dúctil, abarcó todos los temas del tango, que a su vez son todos los temas de la vida,
sin encasillarse en ninguno.
|