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Tanto los indicadores oficiales como privados revelan que la recesión sigue instalada en la industria. Según el indicador mensual industrial (EMI) la producción cayó en mayo un 10 por ciento, mientras que de acuerdo a los cálculos de la consultora Fiel la baja fue aún mayor: 12,6 por ciento. Sea como fuere, los sectores más castigados por la recesión son automotores, neumáticos y el resto de la metalmecánica. Las encuestas oficiales no prenuncian cambios en el escenario recesivo en junio. Precisamente, el titular de la Unión Industrial, Osvaldo Rial, sostuvo ayer que no hay síntomas de mejoría en la actividad del sector y dijo que la recesión se va agudizando. De acuerdo al informe que difundió ayer el INdEC, la retracción en la actividad del mes pasado se explica fundamentalmente por la caída del mercado automotor, que ajustó su producción respecto al mismo período del último año en alrededor de un 50 por ciento. El menor nivel de actividad de las terminales automotrices se origina en menores ventas al mercado interno y en un descenso de las exportaciones, afirma el comunicado. Esta situación derrumbó también la elaboración de neumáticos, aunque también ajustó mucho el mercado de reposición. La caída que verifica el resto de la metalmecánica se fundamenta en menores ventas en el mercado local, en particular de maquinaria agrícola y electrodomésticos, sostiene el INdEC. Por el contrario, durante los primeros cinco meses del año, tuvieron un comportamiento positivo el sector productor de aceites, agroquímicos y lácteos. Pero tanto, en aceites como en lácteos la mayor producción se debe a cuestiones de oferta (creciente disponibilidad de materia prima, mayor capacidad instalada) y la escasez de demanda ha originado caídas de precios en toda la cadena de producción o pérdidas de rentabilidad para el sector. El secretario de Industria, Alieto Guadagni, trató la semana pasada de presentar los datos del INdEC como positivos, ya que el EMI de mayo presenta una pequeña suba del 0,5 por ciento, en términos desestacionalizados, respecto de abril. En igual sentido, el indicador de Fiel aumentó un 1,7 por ciento comparando mayo contra abril. Sin embargo, en el mejor de los casos, las estadísticas demostrarían que se tocó el piso de la recesión, y que el nivel de actividad ahora se ha estancado en esa meseta de fondo de pozo. El presidente de la UIA, Jorge Rial, alertó ayer que las perspectivas para la industria son aún más sombrías. El dirigente dijo que en todo el país la situación es muy complicada y agregó que, si bien preveíamos que para el segundo semestre iba a haber una leve mejoría en algunos sectores, ahora estimamos que la recesión se extenderá durante todo 1999. En el sector agrícola se está trabajando en el 60 por ciento de la capacidad instalada y los productores de tractores e implementos agrícolas están suspendiendo personal, advirtió. En tanto, dijo que en el Gran Buenos Aires las pymes enfrentan un mercado totalmente recesivo. También destacó el parate de la industria automotriz que afecta, especialmente, a la provincia de Córdoba. Para junio, según las encuestas del INdEC, el 69 por ciento de las empresas no espera cambios en el panorama recesivo del mercado interno, mientras que un 16 por ciento prevé un incremento de la producción y un 14 por ciento anticipa una caída todavía mayor. En cuanto a los exportadores, el panorama es apenas menos pesimista: el 66 por ciento no avizora cambios, mientras que un 23 por ciento espera una suba de los envíos al exterior y el 11 por ciento pronostica una caída. Por último, como para que Roque se preocupe sobre la probable evolución del empleo, casi el 11 por ciento de las encuestados aseguró que disminuirá su dotación de personal
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