Por Fernando Cibeira El debate televisivo entre
Aníbal Ibarra y Dante Caputo, los dos precandidatos a jefe de Gobierno que competirán el
domingo en las internas del Frepaso porteño, terminó en forma ríspida. Había
unas chicas moviendo las manos atrás de cámara para molestarme. Esa trampa la conozco:
ya me la hizo (Vicente) Saadi, les dijo Caputo en voz alta a sus amigos apenas
terminó el programa. Afuera del estudio, Ibarra y los suyos se quejaban por la
agresividad del ex canciller. No quise rebajarme a contestarle, explicaba su
táctica el legislador. En realidad, el debate en sí se escapó apenas de los carriles
previsibles. En lo programático las diferencias fueron sólo de matices, la pimienta
estuvo en las chicanas personales.
Cada uno llevó su caballito de batalla. Caputo puso el acento en la falta de experiencia
y de ideas de Ibarra para hacerse cargo de una ciudad como Buenos Aires. El vicepresidente
de la Legislatura le respondía recordando el calibre de sus apoyos políticos y con la
novedosa preocupación del ex canciller por los problemas de los porteños.
Usted dijo Caputo hablándole al público tendrá que hacerse un test
para ver si recuerda alguna idea de Aníbal Ibarra en estos diez años, disparó.
No hay que improvisar, no podemos dejar que se haga experiencia cuando se está en
el cargo, agregó, en el tramo final. Ibarra aprovechó su tiempo para demostrar
cuánto conocía Buenos Aires recordando varios hospitales públicos. Esta es la
ciudad que conozco, no me la contaron, no la leí en los libros, contraatacó.
Además, remarcó que detrás de su proyecto tenía a Carlos Chacho Alvarez,
Graciela Fernández Meijide y a una buena parte del socialismo. No se gobierna con
andadores. Lo sé por mis seis años en el gobierno, le respondió el ex canciller.
El debate lo organizó el programa A Dos Voces, del canal de cable TN. La
grabación se hizo por la tarde y cada precandidato llegó con una minidelegación. En la
tribuna, del lado de Ibarra estuvieron los dirigentes del Frente Grande Darío Alessandro,
Irma Parentella y Abel Fatala, más los socialistas democráticos Alfredo Bravo y Norberto
La Porta. A Caputo, en tanto, lo acompañaron los socialistas populares Hermes Binner,
intendente de Rosario, y la legisladora Clori Yelicic, entre otros.
La distribución de las intervenciones se hizo con un minuto de apertura, un minuto final
con posibilidad de réplica más un tramo más largo en el que podían
explayarse en sus propuestas para la seguridad y el empleo.
Cuando habló de seguridad, Ibarra dijo que en cuanto asumiera el gobierno irá a la Casa
Rosada a pedir el traspaso de la Policía Federal. Y agregó que no quería a los
policías en los escritorios ni haciendo infracciones, sino en la calle y trabajando en la
prevención. Caputo dijo que también pediría la policía, pero que para eso se
necesitaba un presupuesto de 650 millones de pesos y que se necesitaba saber negociar
-otro de sus latiguillos para eso. En los cortes los precandidatos mantuvieron un
trato cordial. En un momento, se acercó Alessandro a hacerle un comentario a Ibarra.
Caputo, que estaba solo, le dijo: A ver, vení a asesorarme a mí también.
Al momento de discutir el empleo, Caputo demostró que tenía muy aprendidas algunas
cifras. Comentó que los puestos de empleo en la Capital eran más que la población
activa, pero el problema era que casi un millón de personas del conurbano cruzaba a
trabajar a la ciudad. Para él, la solución es crear trabajos específicos para las
necesidades de los porteños, como es el caso de las amas de casa desempleadas del sur de
la Capital.
La propuesta de Ibarra incluye el desarrollo productivo, desarrollo urbano y atendiendo
las emergencias. Y en lo que se refería a la administración pública, anunció que no
haría ajuste a lo menemista, sino que redistribuiría a la gente.
La frase dio pie para la réplica de Caputo, tal vez la más dura. Su experiencia no
fue buena: cuanto tomó 180 cargos en la Legislatura porteña gastó 2 millones de pesos.
Eso no logasta ninguna consultora internacional, dijo el ex canciller. Le
pasaron mal el dato, le contestó Ibarra. Para empezar le digo que los cargos
eran 280 y se presentaron 5 mil postulantes.
Morisquetas Había tres chicas haciendo morisquetas justo detrás de la cámara que
tenía la lucecita roja enfocándome, explicaba luego del debate Dante Caputo por
qué se había quejado de molestias. Cuando empezó el programa me di cuenta de que
sucedía algo extraño y lo confirmé cuando vi que si hablaba Ibarra, ellas se quedaban
quietas, aseguró el ex canciller, sobre esos movimientos que ninguna otra persona
en el estudio vio. Lo estaba por decir durante el programa pero uno nunca sabe cómo
quedan esas cosas después en cámara, explicó Caputo. Según el ex canciller, una
maniobra similar intentó hacerle hace 17 años el ex gobernador de Catamarca, Vicente
Leonidas Saadi, en el recordado debate que mantuvieron por la aprobación del Tratado de
Paz con Chile por el Beagle. |
UN SECTOR DE LA UCR QUIERE ELECCIONES
UNIFICADAS
Carta de los radicales a De la Rúa
Por Santiago Rodríguez
Los
sectores del radicalismo que lideran Jesús Rodríguez y Rodolfo Terragno y los
alfonsinistas reclamaron ayer la unificación de los comicios en la Ciudad de Buenos Aires
con los presidenciales del 24 de octubre próximo. Lo hicieron por medio de una carta
dirigida a las autoridades partidarias de la Capital Federal, en la cual advirtieron sobre
la inconveniencia de someter a los porteños a un estado de elecciones
permanentes y que el desdoblamiento es contrario al espíritu aliancista. El
destinatario de la misiva, sin embargo, no fue otro que Fernando de la Rúa, el único con
atribuciones para decidir cuándo se vota.
La fecha de convocatoria a las elecciones es motivo de división dentro del radicalismo
porteño: los dirigentes cercanos a De la Rúa como el senador José María García
Arecha y los nosiglistas fogonean la postergación de los comicios para el año
próximo y aseguran que el candidato presidencial ya tiene la decisión tomada en ese
sentido. El resto no sólo duda de que el jefe de gobierno ya se haya decidido, sino
también de las intenciones de quienes lo rodean.
Lo que por lo bajo sostienen los hombres de Terragno, Rodríguez y los alfonsinistas
alineados con Gabriela González Gass es que aquellos que quieren la postergación
son los mismos que se opusieron a la conformación de la Alianza y les
atribuyen la pretensión de rever los acuerdos con el Frepaso desde la posición de
fuerza que implicaría un triunfo de De la Rúa. De ahí que en la carta que
remitieron al presidente del Comité Capital, Pedro Calvo, y al titular de la Convención,
Oscar Torres Avalos, aclararan que adscribimos a la Alianza, no como un
circunstancial acuerdo electoral, sino como la opción estratégica de la UCR.
La carta en la cual reivindicaron la soberanía del afiliado como único
mecanismo para seleccionar las autoridades partidarias y los candidatos y la
celebración de la interna el próximo 8 de agosto fue firmada por más de 180
dirigentes. Entre ellos sobresalen Terragno, Rodríguez y González Gass; los legisladores
porteños Cristian Caram, Jorge Casabé, Agustín Zbar, Mabel Diez, Rubén Gabriele y
Lautaro García; y los diputados nacionales Andrés Delich y Laura Musa.
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