El consumo
masivo tampoco escapó a la recesión. Por primera vez desde que el Indec mide las ventas
en supermercados, el mes pasado se registró una caída con respecto a igual período del
año anterior. Fue nada menos que del 4 por ciento. A los shoppings les fue aún peor. La
facturación derrapó 9,8 puntos. Más allá de las mermas en las ventas de productos de
consumo durable, como automóviles o electrodomésticos, que se suceden desde el último
trimestre de 1998, la disminución en las colocaciones de supermercados y shoppings
demuestra que el estancamiento económico produce secuelas cada vez mayores sobre el poder
adquisitivo básico de la población. Un informe de la Universidad Argentina de la Empresa
midió esa depresión. En mayo, el poder de compra de los salarios industriales bajó 2,1
por ciento en los operarios no calificados y 1,7 en los calificados.
Coexistiendo con el ciclo contractivo de la economía, se comprueba en muchos
sectores productivos textiles, electrónicos, maquinaria y vehículos de
transporte la presencia de planteles de personal suspendido o sujeto a jornada
reducida, añade el trabajo de la UADE. En cambio, otras industrias del sector
alimentario explica, como las de aceites, harinas y galletitas, al encontrarse
menos afectadas por la caída del consumo, retomaron una senda de lento crecimiento que se
tradujo en una moderada recuperación de sus salarios nominales. Aun así, son cada
vez menos los rubros que esquivan los efectos de la menor actividad económica. En el
acumulado de los cinco primeros meses de 1999, las ventas de los supermercados
disminuyeron 0,1 de punto con respecto al mismo plazo del año pasado. De acuerdo con el
informe oficial, las expectativas para junio son todavía más desalentadoras, ya que los
empresarios del sector estiman que sufrirán una reducción de sus ingresos del 5 por
ciento contra mayo, y del 3,2 si se compara con el sexto mes del 98. Por lo tanto,
cerrarían la primera mitad del año con un saldo negativo de 0,6 de punto. El indicador
confirma que la recesión, lejos de disiparse, como estimaba el Gobierno para esta altura,
se extiende hacia nuevos sectores.
En rigor, la tendencia desfavorable en las ventas de supermercados arrancó con el año.
En enero las colocaciones aumentaron 0,9 por ciento, sensiblemente por debajo de la suba
de 6,9 puntos registrada en diciembre. Luego siguieron incrementos del 1,8 por ciento en
febrero, del 1,3 en marzo, y ya abril finalizó en 0. Además, los supermercados
continuaron su expansión durante ese período, hasta sumar 939 puntos de venta, frente a
los 838 de abril del 98. Esto refleja una baja en la facturación promedio de cada
local, que ascendió en total a 1170 millones de pesos.
Por su parte, los shoppings facturaron en mayo 152 millones de pesos, un 2,8 por ciento
menos que abril (-4,3 millones) y 9,8 por debajo de mayo del año pasado (-16,6 millones).
En el acumulado de los cinco primeros meses, esos centros de venta registraron el mismo
nivel de operaciones que en igual lapso de 1998. En cambio, el Indec también informó
ayer que la construcción consiguió en mayo revertir la caída de actividad que sufría
desde principios de año. Se registró un aumento de 2,4 puntos, aunque en el acumulado
del año la baja es de 6,1 por ciento.
Brady pyme El Banco Central oficializó anoche el Plan Brady para pequeñas
y medianas empresas que tengan deudas morosas de hasta 200 mil pesos. En ese sentido, la
entidad dispuso que las pymes podrán escoger varias posibilidades. Además, permitió que
las compañías en problemas que quieran adquirir capital de trabajo, por ejemplo, puedan
tomar un crédito de hasta el 20 por ciento del total de su deuda. En cuanto a la
refinanciación de pasivos, las pymes deberán adquirir un bono, emitido por el Gobierno,
de entre 5 y 20 años de plazo durante los cuales sólo deberán pagar los intereses
devengados de su deuda. La tasa de interés nunca podrá superar el 15 por ciento anual.
Bajo esta opción, las deudoras podrán ir mejorando su calificación crediticia a medida
que vayan pagando las cuotas. Otra alternativa es que las interesadas paguen al contado
una parte de la deuda y, así, puedan mejorar su calificación más rápidamente. En estos
casos, la refinanciación será en plazos de 3, 5, 7 y 10 años. En todos los casos, la
existencia de una garantía hipotecaria o prendaria apurará las reclasificaciones. |
FINALMENTE, REPSOL SE QUEDO CON EL 98,2% DE
YPF
Una montaña de U$S 15 mil millones
Al final
Repsol se quedó con todo, o casi todo, que no es lo mismo pero es igual. Hasta la noche
del martes se sabía que la petrolera española había obtenido el 62 por ciento de YPF,
pero aún restaba un día para que los tenedores de acciones de la ex compañía estatal
decidieran si aceptaban o no la oferta de los españoles. La mayoría lo hizo. Los datos
definitivos de la Oferta Pública de Acciones indican que Repsol es dueña del 98,2 por
ciento de YPF. Fue la venta más importante de una empresa argentina que alguna vez se
haya realizado, por un valor total de 15.168 millones de dólares, sumando los 13.158
millones que pagó ahora por el 83,3 por ciento de la petrolera y los 2010 millones que
desembolsó en enero por el 14,9 por ciento que aún conservaba el Estado.
El gobierno nacional recaudó por la venta que finalizó ayer 838 millones, en tanto que
las provincias de Santa Cruz, Mendoza y Chubut obtuvieron 743 millones. Los montos parecen
exiguos frente a la magnitud que la operación supone para el desarrollo estratégico del
país y de la propia Repsol. La firma española se quedó con la mayor empresa de
petróleo y gas de América latina, permitiendo su escalada al noveno puesto dentro de los
grupos mundiales del sector. También quedó instalado como el séptimo grupo en capacidad
de refinería y el octavo en la cantidad mundial de puntos de venta. Para el Gobierno, los
ingresos por la venta de acciones de YPF alcanzan para tapar algo del bache fiscal de este
año.
Es un momento histórico, definió ayer el entusiasmado el mandamás de
Repsol, Alfonso Cortina. Hemos dado un gran salto, convirtiéndonos en una
compañía más grande, más equilibrada y con mayor capacidad de crecimiento,
añadió. Sin embargo, la agencia de calificación de riesgo Moodys saludó la
operación bajando la nota de Repsol. La agencia explicó que la compra de YPF obligó a
la compañía española a endeudarse en 13.400 millones de dólares, lo que representa
más del 70 por ciento de su propio capital. De todos modos, admitió que Repsol tiene
posibilidades de incrementar sus ganancias a futuro.
Para despejar temores, Repsol resolvió ampliar su capital, a fin de reducir la carga de
la deuda a mediano plazo. El primer paso será la emisión de 5000 millones de dólares de
nuevas acciones. También se desprenderá de activos no esenciales, con lo que
aspira recaudar 3500 de dólares en los próximos 18 meses. Entre ellos, 650 estaciones de
servicio de la marca EG3 y sus participaciones en las refinerías de Campo Durán y San
Lorenzo. Además, de ese modo honrará el compromiso asumido ante el gobierno de vender
activos para reducir aunque mínimamente su posición dominante en el mercado
argentino de petróleo y gas. Con todas sus compras en el país, Repsol tiene una
participación del 71 por ciento en el mercado de gas natural, del 58 por ciento en la
comercialización de nafta y del 58 por ciento en la de gasoil.
Opinan los candidatos |
Fernando de la Rúa
Candidato a presidente de la Alianza.
Hay que tener en cuenta que, en realidad, YPF ya estaba en manos de varios fondos de
inversión, en su mayoría de origen extranjero. No hubo una venta de una empresa
argentina a una extranjera. Eso ya ocurrió hace varios años. La operación que se
concretó recientemente significa el traspaso a una sola empresa. Hay que exigir a los
nuevos dueños que se profundice la inversión productiva y que se garanticen los puestos
de los trabajadores de YPF. Pero yo creo que lo central de todo este asunto es que el
Estado argentino preserve la opción de veto. Eso es lo más importante. |
Ramón Ortega
candidato a vicepresidente del PJ.
Lo único que deseo es que el dinero por la venta de YPF a Repsol llegue a las
provincias y apunte a solucionar los problemas que tienen los trabajadores de ese sector.
Ellos sufrieron mucho cuando se privatizó. Es verdad que Repsol ya tiene la mayoría de
las acciones fruto de la desnacionalización de YPF. También es cierto que, desde el
punto de vista estratégico, tampoco se debería haber dejado en manos extranjeras a
muchas de las empresas importantes del Estado, como las que se encargan de las
comunicaciones y de la energía pero hoy ya es tarde. Ya todo se privatizó. |
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