MASSIMO DALEMA, JEFE DEL GOBIERNO ITALIANO
La campaña será muy dura
Por M. G.
Los mismos tonos: el mismo traje azul oscuro, la misma camisa
celeste, la misma corbata azul, el mismo bigotito. Cábala o coincidencia, no importa, lo
cierto es que Massimo DAlema eligió el mismo salón de la embajada italiana donde
el año pasado concedió su primera entrevista en la Argentina, cuando todavía no era
jefe de gobierno. Se sentó, eso sí, en un sillón diferente, quizás porque después de
haber pasado la prueba de gobernar Italia durante la guerra de Yugoslavia no teme que lo
desalojen del otro sillón.
En la política italiana hay una palabra terrible dice a Página/12, Clarín y
La Nación: visibilidad. ¿Cómo puede hacerse visible ante la sociedad un partido
que integra la mayoría de gobierno? Criticando al jefe de gobierno. Por eso hace falta
dedicarle tanta energía a la gestión como paciencia a convencer, a tranquilizar, a...
(Pregunta a su equipo) ¿Qué palabra hay en español?
(Ayuda periodística tras el silencio del equipo) Me parece que es intraducible:
rosquear.
Mire, en todos los países cuando surge un gobierno la gente pregunta: ¿qué hará?
En Italia la pregunta es otra: ¿cuánto durará? Hemos ampliado notablemente los tiempos.
Romano Prodi, el primer jefe de gobierno del Olivo, llegó a los dos años y medio cuando
antes el promedio no alcanzaba los diez meses.
Pocos días después de la última entrevista en Buenos Aires fue elegido primer
ministro. ¿Para este viaje a la Argentina se fijó algún objetivo en particular?
(Ríe) Permanecer en el gobierno. Nuestra meta, de verdad, es un gobierno estable y
asegurar para el Olivo el gobierno de nuestro país. El centroizquierda gobierna Italia
desde 1995, cuando se terminó el primer, y único, gobierno de Silvio Berlusconi. Creo
que no hemos estado mal. Si yo tuviera que hacer un balance, diría que redujimos la deuda
pública, llevamos a Italia a integrarse al euro, restituimos el prestigio de la
política...
¿Ese balance se mantiene después de las elecciones europeas?
Obviamente las elecciones recientes no fueron positivas para el socialismo. La
izquierda tuvo serias dificultades, sobre todo en Alemania y Gran Bretaña. Hay dos
problemas. Uno, la falta de trabajo. Logramos la moneda única pero debemos afirmar el
desarrollo social. Y obviamente la guerra fue un momento muy triste.
(DAlema está obsesionado por la guerra. Habla todo el tiempo de ella. Antes de esta
rueda con periodistas almorzó con la Alianza: Fernando de la Rúa, Graciela Fernández
Meijide, Jesús Rodríguez y Federico Storani. Les habló de Kosovo. Contestó preguntas
de Kosovo formuladas por De la Rúa. Les dijo que gracias a Alemania, Francia e Italia no
hubo invasión terrestre. Y solo superó la preocupación por Raúl Alfonsín expresada
por Graciela, que hasta dio detalles médicos, cuando hizo el brindis final: Por
Raúl Alfonsín, porque cuando yo era joven viví su triunfo como la primera experiencia
democrática en América latina después de las dictaduras.)
Igual que en el almuerzo, DAlema dijo en la entrevista que no había otra
alternativa a la guerra.
¿Por qué?
Es obvio que si se llegó a la guerra es porque antes fracasó la política. Pero la
situación en Kosovo había llegado a un punto intolerable y por eso hacía falta aplicar
la fuerza. No podíamos tolerar la profundización y la extensión de la limpieza étnica.
Y cumplimos en todos los frentes. Cumplimos con nuestros deberes militares dentro de la
Alianza Atlántica, mantuvimos siempre la convicción de que la acción de fuerza no
estaba dirigida a lograr un éxito militar sino político, pusimos muy alto el objetivo de
incluir a Rusia en una solución y nos comprometimos con las acciones humanitarias.
Asistimos a 70 mil emigrados. Siempre, aun en mediode los bombardeos, dejamos abierto el
camino de la paz. Y además, tengan en cuenta que la guerra se hacía allí mismo, detrás
del Adriático. Yo mismo fui en Pascua a la zona de los emigrados y puedo asegurar que fue
tremendo lo que vi. La gente andando en carros... Vi la tragedia de cerca. Vi a los viejos
con las piernas destrozadas, porque se las habían atravesado con bayonetas.
Más allá de la guerra, ¿cómo se distingue su política de centroizquierda?
Hay ciclos. El viejo ciclo estatalista terminó, junto con el taylorismo y el
fordismo. Por lo mismo, creo que terminó el ciclo liberista del thatcherismo. Somos una
izquierda que no repropone ideas del pasado sino ideas nuevas. Ahora, convengamos en que
después hay que llevar a cabo las ideas. Y que hay dificultades. Pero veo que incluso en
América latina hay espacio para una nueva izquierda.
Usted estuvo antes de la interna de la Alianza entre Fernando de la Rúa y Graciela
Fernández Meijide. Llega ahora en medio de la campaña electoral. ¿Qué diferencias
encontró?
Veo a la Alianza muy unida. Aquel momento era difícil, en medio de la batalla entre
los dos candidatos. Ahora todo es más tranquilo. Pero ahora, también, hay otra
situación en el Partido Justicialista. El peronismo resolvió sus problemas, encontró un
candidato y ese candidato, Eduardo Duhalde, se presenta como la llave de la renovación.
Por eso va a ser una campaña electoral muy dura.
¿Por qué Italia es parte querellante en la causa por los desaparecidos italianos
en la Argentina?
La ley italiana obliga a defender a nuestros ciudadanos en cualquier lugar del
mundo. Puede haber una excepción: el Ministerio de Justicia puede bloquear ese proceso
por altas razones de Estado.
En este caso, entonces, el presidente del gobierno no dio instrucciones al ministro.
No. ¿Por qué íbamos a hacerlo? Actuamos en casos que, por otra parte, en
principio tenemos muy probados.
¿Hay posibilidades de una vuelta de la violencia política en Italia?
Existe una ramificación de grupos clandestinos que quieren realizar actos
terroristas. Pero el fenómeno no tiene nada que ver con los años 70, cuando el
terror fue un emergente de una protesta social difusa. Ahora, la violencia es un fenómeno
más aislado. Y más comprensible.
¿A qué se debe?
Yo prefiero no especular. Es un género que no me gusta. Y tampoco podría hacerlo:
soy el presidente del gobierno.
¿Qué le quedó de su militancia comunista?
Hay que tener en cuenta que el PCI era herético respecto del comunismo soviético,
¿no? Yo conservo el sentido de disciplina. Y la obligación de no abandonarme al
vedettismo.
MARCHA DE REPUDIO DE LA
IZQUIERDA
Son los hombres de la OTAN
No son la internacional/ No son de
izquierda ni socialistas/ Son los hombres de la OTAN/ Masacradores e imperialistas/ Fuera
la OTAN/ Fuera de los Balcanes/ Fuera la OTAN/ Los vamos a derrotar/ Con lucha y huelga
general. El cantito, entonado con el ritmo de la canción de Los Auténticos
Decadentes Vení Raquel, ganó la manifestación que diferentes partidos de
izquierda realizaron ayer para repudiar la presencia en el país de la Internacional
Socialista (IS) porque apoyan los bombardeos de Estados Unidos a Kosovo y porque no
son socialistas: es claro que son de derecha.
La protesta que convocó a alrededor de 500 manifestantes terminó con la quema simbólica
de un misil en la intersección de Diagonal Sur y Perú, frente al monumento a Roca. La
idea era hacer la manifestación frente al Hotel Intercontinental, en Moreno y Piedras,
pero la policía, que ya tenía aviso de la marcha, cercó desde temprano las calles
adyacentes. Entonces, se marchó desde Avenida de Mayo y Perú hasta el monumento.
El Partido Obrero (PO), Quebracho, el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), el
Movimiento de los Trabajadores Socialistas (MST), el Partido Humanista (PH), el Partido
Comunista y otras agrupaciones se juntaron para repudiar a la I.S., pero también para
criticar en conjunto a los políticos argentinos que participaron de los encuentros.
Por un lado criticamos a la I.S., pero también estamos acá para decirle no al
modelo de Menem y al modelo que propone la Alianza, dijo a este diario Víctor
Piccininni, candidato a legislador por la Capital del PH, agrupación que resaltaba del
resto porque todos sus integrantes estaban ataviados con una prenda naranja. Ana Laura,
del PTS, explicó que si bien acuerda con el resto de los partidos de izquierda en la
crítica a la OTAN, su partido difiere en lo que respecta a la situación en Kosovo.
Nosotros creemos que la solución al conflicto va a estar dada por la clase obrera
internacional, y no por la intervención diplomática de la ONU, explicó.
Los militantes se encolumnaban detrás de las banderas de sus partidos y de a ratos
improvisaban sus propias canciones. Así, en territorio de Quebracho se escuchaba
Hola, qué tal, los forros de la OTAN/ Se dicen socialistas y los cuida la
Federal y en la zona del PTS se oía Olé, olé, olé, olá, olá/ fuera de
los Balcanes asesinos de la OTAN. Pero para la ceremonia de la quema del misil, el canto
ya era uno de nuevo: Aplaudan, aplaudan/ no dejen de aplaudir/ Los yanquis hijos de
puta/ se tienen que morir.
Para desconcentrar, las agrupaciones volvieron a dividirse: la columna del Partido
Humanista se perdió para el lado de Florida, la de Quebracho se quedó un rato más en la
diagonal, y el resto fue simplemente perdiéndose. |
LAS LIBERTADES EN CHILE SEGUN EL CANDIDATO
RICARDO LAGOS
En política somos adolescentes
Por Martín Granovsky
Es el
flamante candidato de la Concertación para las elecciones de diciembre. Autodefinido como
allendista impeninente, ex ministro de Obras Públicas y de Educación,
Ricardo Lagos suena hoy como el número puesto para suceder al democristiano Eduardo Frei
en la Presidencia. Desde esa posición, y con la idea de que la próxima etapa de gobierno
tendrá necesariamente otro ritmo, promueve un argumento que podría sintetizarse así:
Pinochet ya no es el tema, el tema es el proceso de reconstrucción de la verdad sobre los
desaparecidos.
Chile se ve desde afuera como más movido. Más dinámico. ¿Es así?
Bueno, digamos que Chile está bajo tres efectos. Uno, sufriendo las consecuencias
de una crisis, pero con un programa de reactivación firme. Este año pensamos terminar
con un 0,5 de crecimiento, que para América latina no está mal. Dos, con un ajuste
ministerial que implica un dinamismo que quiere introducir el Presidente, en los últimos
meses de su mandato. Y tres, en medio de una campaña, que funciona como una convocatoria
a pensar el futuro y a marcar definiciones que van a marcar el desarrollo del país en los
próximos 15 o 20 años.
¿Dónde va a estar centrada la campaña?
En el tipo de sociedad a futuro. En aceptar el mercado, pero introducir regulaciones
y controles para compensar las inequidades. Y en políticas sociales y culturales para una
sociedad más abierta, más plural, con una cierta renovación cultural, que me parece
indispensable...
¿Eso ya se está produciendo en Chile?
Como dijo un amigo mío, Chile es un país adulto en materia de libertades
económicas, es un país adolescente en materia de libertades políticas porque en
verdad allí hay enclaves autoritarios y es un país infantil en materia de
libertades del ámbito cultural. Pero no se pueden mantener estas dicotomías en materia
de libertades. Hoy, ya, lo que va quedando de manifiesto es que hay que homogeneizar los
grados de libertad en Chile.
¿Cómo lo hará si gana la presidencia?
Manteniendo el ritmo de crecimiento. Empujando modificaciones constitucionales a
partir de la convocatoria a un plebiscito. Y colocando el debate cultural en el centro.
Cultura es recuperar espacios públicos y generar espacios a los jóvenes, desde las becas
para la universidad a un sitio donde tocar música o rapear. Si muchos jóvenes votan en
diciembre, eso significará un empuje para una sociedad que está... bueno, un poquito
anquilosada.
En la Argentina causó mucha preocupación el arresto de los editores de Planeta
solo por publicar El libro negro de la Justicia.
¡Pero claro! ¿Cómo no se van a preocupar? Mire usted lo que provocó la
detención. ¡Un libro! También usted puede decir que aquí está de por medio la honra
de las personas. Para eso, señor, está la Justicia, con sus figuras de difamación e
injuria. No es posible ni prohibir la circulación de un libro ni detener a los ejecutivos
de una editorial.
Pero en Chile, todavía, la libertad de prensa está supeditada a la seguridad.
Hay una antigua legislación de seguridad del Estado. Actúa cuando se supone que el
Estado corre peligro. Pero, ¿qué ocurre con eso en un mundo moderno? Un diario, que no
es precisamente de izquierda, tituló: Volvió la Inquisición.
¿Y cómo piensa desmontar usted ese aparato?
Estamos promoviendo una discusión sobre ley de prensa.
En la Argentina el consenso social dice que no debe haber ninguna ley sobre libertad
de prensa. Que con la Constitución basta.
Es una alternativa a estudiar. Después de todo, para la injuria están el Código
Penal y los tribunales.
¿Qué es mejor para la campaña electoral? ¿Pinochet en Londres o Pinochet en
Chile? Pinochet está dejando de ser un tema importante en Chile. De cualquier
manera, le contesto que lo prefiero en Chile pero por este motivo: no me gusta que me
digan Mire, tiene que estar allá porque usted no lo puede juzgar en Chile.
Entonces yo respondo: Tenemos un país mal organizado.
¿Y no es cierto?
Claro que es cierto. Tenemos que organizar un país para que pueda juzgar a algunas
personas, independientemente de quiénes sean ahora. O de quiénes serán. Lo contrario es
decir: Bueno, resignémonos a nuestra incapacidad de hacer las cosas bien en
Chile.
Si Pinochet sigue afuera y usted gana las elecciones, ¿qué hará?
El traspaso será el año que viene. Habrá que ver cuál es la situación de ese
momento y qué pasos se pueden dar.
¿El objetivo sigue siendo llevarlo a Chile?
EL objetivo es generar las condiciones para lo que se hace fuera también se pueda
hacer dentro.
¿Cómo impactó en las Fuerzas Armadas la detención del general Sergio Arellano
Stark?
La intranquilidad puede venir del hecho siguiente. Como usted sabe, un juez, el juez
Guzmán, ha planteado que aunque rige la Ley de Amnistía mientras haya personas que no se
sabe dónde están hay un delito de secuestro. Y ese delito es continuo. Si no se sabe el
momento de la muerte, no hay qué amnistiar. Cuando aparecen los cuerpos, el juez dicta el
sobreseimiento. Si no, no. Eso nos permite acercarnos más a la verdad. Lo que a mí no me
parece es que sea posible decir: Y de esta manera cerramos el problema de los
derechos humanos. La persona que fue violentada en sus derechos, el familiar de una
víctima... Son ellos los que van a ver cómo y cuándo se resuelven las cosas. No es un
problema de acordar entre políticos y jueces.
Pero no se puede llegar a la verdad sin alguna colaboración de las Fuerzas Armadas.
Obviamente. Y hoy hay mayor disposición que antes.
¿Qué diferencias tiene si hay diferencias con Eduardo Frei en el caso
Pinochet?
Yo he respaldado lo que a hecho el presidente Frei y su frase: Quiero defender
principios y no a una persona.
¿Y cuál sería el principio?
El principio es el respeto a la soberanía jurisdiccional del Estado de Chile, en
tanto se trata de crímenes o delitos cometidos en Chile.
Pero la Convención contra la Tortura no especifica ese principio. Al contrario:
incluye la extraterritorialidad.
Cuando se produjo el último fallo de los Lores, el Gobierno emitió un comunicado:
Los principios que el Gobierno de Chile ha dicho que deben ser respetados han sido
reconocidos por la Justicia. Eso es lo importante. Y esa es la razón por al cual el
Gobierno de Chile no toma más parte en el juicio que se le sigue a Pinochet.
¿Cómo observa la idea de convivir entre la Concertación allí y la Alianza aquí?
Estamos conscientes de que es muy difícil un gobierno de coalición en un sistema
presidencial, por razones obvias. Y en ese sentido creemos que lo que ha ocurrido en la
Argentina también apunta a la consolidación de un sistema más democrático. Si usted
quiere, en el fondo, todo el mundo le dice aquí: Mire, hay dos bloques
relativamente importantes que disputarán la presidencia. Los dos con capacidad de
conducción y capacidad de gobierno, y eso creo que es muy importante desde el punto de
vista de un país. Tanto como con Eduardo Duhalde como con Fernando de la Rúa, que con la
Alianza marca un hecho nuevo en la política argentina.
¿Con quién preferiría convivir como Presidente?
Con cualquiera de los dos.
¿Y quién prefiere que gane?
El que tenga muchos votos.
FELIPE, MAUROY Y DALEMA
EN EL ITALIANO
Alfonsín mejora y tuvo visitas
Mientras la salud de Raúl Alfonsín continúa mejorando,
algunos de los líderes europeos que llegaron a la Argentina para participar de la
reunión de la Internacional Socialista visitaron ayer al ex presidente, quien se
encuentra internado en terapia intensiva luego de sufrir un accidente automovilístico en
Río Negro. Estuvieron, entre otros, el primer ministro de Italia, Massimo DAlema,
el ex premier francés Pierre Mauroy, y el ex jefe del gobierno español Felipe González.
Héctor Marchitelli, vicedirector del Hospital Italiano, aseguró que, al igual que el
miércoles, la salud del ex presidente registró ayer una leve mejoría. El
médico explicó que el proceso de desprendimiento del respirador va a ser largo, no
tiene un lapso prefijado, aunque confió en que se pueda terminar de concretar
dentro de cuatro días a una semana. De todos modos, Alfonsín permanece
sedado y el cuadro continúa siendo crítico con pronóstico reservado.
En los últimos días pasaron por el hospital a saludar a los familiares de Alfonsín los
principales dirigentes del oficialismo y la oposición. Estuvieron, entre otros, Carlos
Menem, Eduardo Duhalde, Fernando de la Rúa y Carlos Chacho Alvarez. Ayer, en
la reunión de gabinete, el Presidente aseguró que se encuentra muy
preocupado por la salud de Alfonsín y agregó que se mantiene en contacto
permanente con sus familiares.
Ayer se sumaron algunos de los asistentes a la reunión del Consejo de la Internacional
Socialista, que comenzará a sesionar hoy. Alfonsín fue uno de los principales impulsores
de la incorporación de la UCR a la Internacional, de la que forma parte como miembro
consultivo. El primer ministro italiano Massimo DAlema llegó ayer al mediodía,
acompañado por el titular de la Internacional, el francés Pierre Mauroy. Alfonsín
significa mucho para la democracia, para Latinoamérica y para todos los
socialistas, aseguró el italiano. También pasó por el Hospital el titular del
Parlamento austríaco, Hens Sischer y, más tarde, Felipe González. A todos nos
conmovió el accidente, sostuvo ayer el español.
Otro de los que se acercó ayer a saludar a los familiares del ex presidente es el nuncio
apostólico Ubaldo Calabresi, quien les alcanzó una bendición del papa Juan Pablo II
gestionada por Menem a través del embajador argentino ante el Vaticano, Esteban Caselli.
Alfonsín permanece sedado desde el jueves de la semana pasada, cuando volcó la camioneta
que lo trasladaba a un acto en la localidad rionegrina Ingeniero Jacobacci. El cuadro de
diez costillas rotas y un pulmón necrosado que no puede funcionar
motivó a los médicos a ordenar la internación del ex presidente en una clínica de
General Roca. Al día siguiente, luego de que se estabilizara, fue llevado al Hospital
Italiano de la Capital Federal. |
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