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RECHAZAN UNA QUERELLA CONTRA VERBITSKY
Corach volvió a perder

Una sala de la Cámara había resuelto la prescripción de una acción iniciada por el ministro contra el autor de “Robo para la Corona”. Corach apeló y la otra Sala de la Cámara confirmó el fallo.

Soga: El principal operador del Gobierno en la Justicia se sintió ofendido porque el periodista escribió que caminaba con “una soga por los pasillos de Tribunales”.

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t.gif (862 bytes)  La Justicia sobreseyó definitivamente al periodista de Página/12 Horacio Verbitsky en una querella por injurias que le inició hace siete años el ministro del Interior, Carlos Corach, por orden del presidente Carlos Menem. La Cámara Federal rechazó ayer un planteo de Corach para que se declare nula una resolución de otra sala de la misma Cámara que dispuso la prescripción de la acción penal contra Verbitsky.
En el fallo que firmaron los camaristas Luisa Riva Aramayo y Horacio Vigliani, el Tribunal dispuso “rechazar el planteo de nulidad” y “declarar extinguida por prescripción la acción penal respecto de Horacio Verbitsky y sobreseerlo definitivamente en la presente causa, sin imposición de costas”. En la resolución, además, los camaristas consideraron que “la materia discutida originariamente pasa a un segundo plano, teniendo en cuenta además que su tratamiento comprometería la vigencia del principio de la economía procesal e implicaría una prolongación innecesaria del proceso”.
La causa fue consecuencia de la salida de Robo para la Corona, el primer libro que denunció las irregularidades en las privatizaciones del menemismo, en noviembre del ‘91. Por aquella época, en una reunión de gabinete, Menem les ordenó a todos sus funcionarios que querellaran a Verbitsky por calumnias e injurias. La orden fue aceptada por el sector “celeste” que en aquella época habitaba en la Rosada: José Luis Manzano, Eduardo Bauzá, Héctor Stupenengo, Luis Prol y Corach, que por entonces era el subsecretario general de la Presidencia.
Concretamente, Corach –desde siempre el principal operador del Gobierno en la Justicia– se sintió ofendido porque el periodista escribió que caminaba con “una soga por los pasillos de Tribunales”. La causa tuvo varias vueltas, porque luego Corach quiso agregarle también la figura del desacato, que fue rechazada, y todo volvió a comenzar. En el medio también hubo cambios de jueces y de fiscales.
Finalmente, la sala II de la Cámara Federal declararon prescripta la acción. Disconforme, Corach presentó en junio del ‘96 un recurso extraordinario ante la Corte Suprema que –en agosto del ‘98– revocó la prescripción de la sala II y le ordenó dictar una nueva resolución a la sala I. Según su curiosa argumentación, la Corte entendió que con cada reedición de Robo para la Corona –el libro vendió más de 200 mil ejemplares– el supuesto delito volvía a cometerse.
Como respuesta, la defensa del periodista invocó una nueva causal de prescripción de la acción y recordó que el expediente había estado en poder de la Corte “más de dos años antes de que el Tribunal dictara sentencia”. En noviembre pasado, y dado que la jurisprudencia que había obtenido en primera y segunda instancia había sido favorable, Verbitsky llevó el caso ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Luego de este periplo recorrido durante más de siete años, la causa quedó concluida con el sobreseimiento definitivo del periodista. Ayer, los camaristas desecharon el argumento de Corach sobre que el tiempo en que la causa estuvo sin trámite no debía tenerse en cuenta para la prescripción. “De conformidad con la jurisprudencia de este Tribunal se ha entendido que no pueden descontarse del tiempo pertinente los períodos en que el trámite estuvo suspendido dado que tales situaciones no están previstas como causales de suspensión de prescripción”, dijeron los camaristas.

 


 

LA CORTE FALLO CONTRA LA UNIVERSIDAD DE CORDOBA
Marche una reforma a la fuerza

Por Javier Lorca

t.gif (862 bytes) “Es otra intromisión del Gobierno en la autonomía universitaria”, disparó el rector de la Universidad de Córdoba (UNC), Hugo Juri, en diálogo con Página/12. El blanco de sus palabras fue el fallo –dividido– de la Corte Suprema de Justicia, que se conoció ayer y donde ordena a la casa de altos estudios modificar su estatuto. La Corte consideró que la gratuidad de las universidades nacionales “no es absoluta” y le ordenó a la UNC agregar una palabrita en su carta normativa, justo donde se indica que los estudios son “completamente gratuitos”: equidad, la llave que abriría la puerta al arancelamiento de la enseñanza. Pero la comunidad de la UNC, donde estudian 90 mil alumnos, ya avisó que se opondrá a la virtual reforma.
El dictamen de la Corte Suprema, según el texto divulgado por el diario cordobés Comercio y Justicia, dice que “deben incluirse en los estatutos universitarios los términos gratuidad y equidad” para que no se destruyan recíprocamente. De hecho, la Constitución señala que la educación pública debe garantizar ambos principios. “La universidad quiere que haya equidad, como también quiere muchas otras cosas. Pero no por eso vamos a ponerlo en el estatuto. No vamos a violar la Constitución simplemente porque algo no figura en el estatuto”, razonó Juri y anticipó que los abogados de la UNC estudian qué pasos seguir. Se estima que habrá novedades el martes, cuando se reúna el Consejo Superior de la UNC.
El polémico fallo fue votado afirmativamente por cinco jueces y cuatro disintieron. “Fueron los cinco que suelen votar siguiendo los intereses del Gobierno”, detalló el rector radical. Y Pablo Javkin, de la FUA, comentó a este diario: “Es otra muestra de que un sector de la Corte sigue al oficialismo sin atender principios constitucionales, como la autonomía universitaria”. Ambos se referían a Julio Nazareno, Antonio Boggiano, Eduardo Moliné O’Connor, Adolfo Vázquez y Guillermo López. “El pronunciamiento judicial... incurre en una inadmisible intromisión en el ámbito de la casa de altos estudios”, fue, en cambio, el fundamento del voto de Augusto Belluscio, Carlos Fayt, Enrique Petracchi y Gustavo Bossert.
El conflicto es la prosecución del desatado por la Ley de Educación Superior, en 1995. Esta exige que las universidades adecuen a su propia letra los estatutos. Muchas instituciones, entre ellas la UBA, entraron en una batalla legal que aún perdura para esquivar la reforma. Otras, entre ellas la UNC, modificaron sus estatutos. “No fue por error que se excluyó la palabra equidad. Fue una decisión consensuada”, dijo Matías del Pino, de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC). Ante la omisión, y tal como en otros casos, el Ministerio de Educación planteó una demanda en la Cámara Federal local, que falló como ahora la Corte. Lo paradójico del caso es que el primer fallo del máximo tribunal con respecto a la equidad y su rémora, el arancel, se produce en la causa de la UNC, donde los alumnos ya pagan una contribución voluntaria, que puede alcanzar los 60 pesos anuales.
“La FUC no avalará ningún cambio en el estatuto”, desafió Del Pino, en el primer aviso de que no será fácil imponer la decisión judicial. Para reformar, la UNC debería convocar una asamblea universitaria y esto llevaría tiempo. Previsiblemente, la conducción de la UNC especulará con la inminente despedida del Gobierno. Además, si la UNC desobedece, la única manera de impulsar los cambios sería a través de una intervención de la universidad por parte del Congreso o el Ejecutivo. Los universitarios conjeturan que el Gobierno no asumirá el riesgo en las postrimerías de su mandato.

 

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