Por Alejandra Dandan Ellos prefieren llamarlas
pastillas milagrosas. Pero el milagro no parecen tanto las pildoritas blancas,
como las gruesas ganancias previstas. Después de la derrota frente al meganegocio del
0-600, Susana Giménez apostó de nuevo. Ahora a unas pastillas reductoras de grasas, el
Reduce Fat Fast. La publicidad para toda Latinoamérica en la que la diva promociona el
producto fue prohibida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y
Tecnología Médica (Anmat). El motivo fue doble: el aviso apareció antes de que fuera
aprobado y promociona el Reduce como adelgazante, aunque es sólo un suplemento dietario.
El creador de la píldora no es un médico, sino el colombiano Jorge Hane, un empresario
que vive en Miami y que se inició contratando superstars para videos de gimnasia.
Entrevistado por Página/12, Hane contó que tomó cursos de nutrición antes
de crear la píldora y que tiene un hijo que pesa 120 kilos. Ahora la Amnat sancionará
por la publicidad a Sprayette SA, la empresa comercializadora del producto que deberá
pagar una multa superior a los 15 mil pesos. Lo que no es nada comparado a lo que pueden
perder sin la diva en el aviso.
El caso parece un nuevo culebrón donde la diva no puede dejar de tener el papel
protagónico. Susana habría firmado un contrato con Sprayette que, a cambio del uso de su
imagen en la publicidad, le daría participación en las ganancias por las ventas del
Reduce, ganancias que ahora podrían verse reducidas sin la estrella promocionando el
producto en televisión.
El cambio responde a una decisión de la Anmat. El director del Instituto de Alimentos,
Carlos Benzi, dijo a Página/12 que la prohibición está relacionada sólo, por ahora,
con un aspecto formal: el aviso salió antes de que la comisión evaluadora de contenidos
publicitarios lo aprobara. Para Sprayette primó el apuro: si esperaban el dictamen
hubiesen tenido que quitarle a la afamada píldora una palabrita, adelgazante.
Tal como salió, la publicidad no puede ser aprobada y no la habrían podido sacar
al aire, dijo Benzi a este diario. El Reduce Fat Fast no fue aprobado por el
ministerio como adelgazante sino como suplemento dietario precisa. Los
suplementos son para reforzar dietas específicas o para algún tipo de personas que
necesitan nutrientes especiales por su actividad.
Pero Jorge Hane se obstina. Es un adelgazante natural insiste. Y le digo
más: lo máximo que puede hacer es no dar resultado. Pero el ejemplo empieza por
casa, con su hijo de 18. Al referirse a la gordura americana, menciona a su vástago:
En los Estados Unidos hay tanta gente tan gorda -repite, incluso mi hijo de 18
es muy gordo.
¿Cuanto pesa?
Doscientas diez libras, unos 120 kilos.
Su respuesta a la gordura fue el cromo, uno de las siete sustancias con las que elaboró
su cóctel dietético: Rebaja y suspende las grasas adicionales que el cuerpo va
acumulando durante años, de una forma natural, y al tomar agua junto con el cromo
va detallando la gente elimina por la orina la grasa.
¿Cuál es su formación? quiso saber Página/12.
Tomé una serie de cursos de nutrición en el Miami Dade Junior College. Antes
había desarrollado los primeros videos de ejercicios en tevé para que las mujeres
tuvieran mejor cuerpo. Luego viajé por el mundo y conocí fisicoculturistas, naturistas,
médicos...
De la mixtura sacó el producto que la diva ahora exhibe. Hane acuerda que fue por pedido
suyo: Yo le dije si quería ser nuestra vocera para toda Latinoamérica. El
escenario fue un club exclusivo en el Fisher Island. Mientras Hane se acuerda de los
edificios de tres pisos de ese club frente al mar, repite que Susana me volvió
loco, es una señora muy muy especial y al final le mandé unas botellas de regalo.
No sabe cuánto adelgazó Susana: No sé cómo preguntarle estas cosas a las
mujeres, confía. Ella estaba obsesionada por su cuerpo excedido. Me dijo que
iba ahacer una película que creo que se llamaba Carne, o Huesos (por Esa Maldita
Costilla).
El ascenso de la diva hasta el terreno del colombiano estuvo precedido por el Eric
Estrada, de Chips. Hasta ahora él era el superstar, cara del Reduce en las
publicidades. Ya por su participación, Sprayette había conseguido la primera sanción de
la Anmat. Ahora son reincidentes porque con Estrada también habían puesto en el
aire la publicidad sin la aprobación, dice Benzi. Por esto ahora la multa recaerá
más pesada.
En Sprayette nadie habla del contrato con la diva. La empresa de telemarketing encabezada
por Roberto Cherashny publicó ayer una solicitada. Allí no aparecía la palabra
adelgazante, sino suplemento dietario. Pero nada dice de la sanción de la Anmat. Sólo
menciona al organismo para indicar que el Reduce Fat Fast ha sido aprobado por la
Anmat bajo el certificado de inscripción nacional Suplemento Dietario No. 0520001.
El gerente de Operaciones de Sprayette, Néstor Beltrán, fue el único vocero disponible.
En diálogo con este diario dijo que la empresa vende el producto en el país desde el
98, mientras que la publicidad con Eric Estrada aparece desde hace diez u once
meses. Beltrán asegura que el contrato con Hane es exclusivo. Hasta ahora Sprayette
vendió en el país entre 30 y 40 mil envases. En el mundo el Reduce lleva vendidos un
millón, y constituye el 80 por ciento de las ventas del instituto de Hane. Que también
hace otros seis productos: entre ellos gomitas de verdura con forma de dinosaurio.
LOS ESPECIALISTAS DESCALIFICAN LA ACCION
ADELGAZANTE DEL PRODUCTO
Una trampa para atrapar al obeso
Por Pedro Lipcovich
Seguro que ella no lo toma, opinó un especialista en obesidad acerca de las
afirmaciones de Susana Giménez, declarada usuaria del Reduce Fat-Fast. Destacados
profesionales, consultados por este diario, descalificaron la supuesta acción adelgazante
del suplemento dietario y, de paso, denunciaron la industria de
adelgazamiento, cuyas ganancias, entre bestsellers, cremas mágicas y dietas
milagrosas, superan, sólo en Estados Unidos, los 50.000 millones de dólares
tirados a la basura. La obesidad es ya epidémica en países como
la Argentina, donde más de la mitad de la población padece sobrepeso, y algunos
investigadores proponen campañas masivas para cambiar el estilo de vida que conduce a la
gordura.
El Reduce Fat-Fast dice tener aminoácidos frutales pero, ¡la fruta no
tiene aminoácidos! observó para este diario Jorge Braguinsky, consultor de
la Organización Mundial de la Salud sobre obesidad. Ese producto tiene
también picolinato de cromo, desaconsejado por la American Medical Association porque no
actúa sobre la obesidad y porque puede ser tóxico.
Para Osvaldo Brusco, ex profesor en la UBA, la publicidad del Reduce Fat-Fast es una
trampa para atrapar al obeso ofreciéndole una cura sin esfuerzo y, esto es lo más
gracioso, la promesa de no volver a aumentar de peso. Claro que tiene mucho impacto
publicitario presentar a la diva número uno de la tele diciendo Yo lo tomo:
seguro que ella no lo toma.
Es cierto que ciertos suplementos dietarios como fibras solubles o proteínas en
polvo pueden servir, señaló Braguinsky, no hacen adelgazar, pero ayudan a
quienes hacen dietas de bajas calorías; proteínas como las de la clara de huevo son el
nutriente que quita el hambre por más tiempo. En cuanto a las cremas reductoras,
algunas pueden actuar sobre las grasas subcutáneas en el muslo y la cola de la
mujer, que suele no irse sólo con dieta; pero su acción es a mediano o largo plazo,
nunca en 40 minutos. De todos modos, reducir esa grasa sólo tiene valor estético: la que
trae riesgos a la salud es la intraabdominal, de la panza, sobre la cual las cremas no
tienen efecto, explicó Braguinsky.
Para los especialistas, inventos como las plantillas o los parches adelgazantes forman
parte de la industria del adelgazamiento, que sólo en Estados Unidos suma más de
50.000 millones de dólares, entre institutos, cremas, best-sellers, dietas mágicas:
plata tirada a la basura, porque el porcentaje de obesos sigue creciendo un punto por
año, contó Braguinsky.
La causa es quizá demasiado simple: La gente se resiste a entender que la obesidad
es, en la enorme mayoría de los casos, el resultado de un estilo de vida, que lleva a un
disbalance entre lo que se come y lo que se gasta por actividad física, destaca
Brusco. Cuando les digo esto a los pacientes, me miran sorprendidos, ¿por
qué el doctor no me dirá que es un problema metabólico o glandular?. Pero ningún
problema metabólico puede afectar a más del 50 por ciento de la población, que es la
proporción de personas con sobrepeso u obesidad en la Argentina.
Es que la obesidad es epidémica en el mundo desarrollado y propicia infinidad de
enfermedades, desde las várices hasta el infarto: algunos ya sostienen que sólo se
resolverá con campañas para modificar el estilo de vida de la población, como programas
preventivos en los momentos en que la obesidad suele desencadenarse: la entrada al colegio
secundario, a la universidad, en las mujeres el embarazo, la menopausia, dijo
Brusco.
Porque engordar lleva muchos años, y siempre tiene un punto de partida: es el caso
del joven que hacía deportes en el secundario y, cuando entra a la facultad, deja de
hacerlos pero sigue comiendo lo mismo, ejemplificó Brusco, y comentó: Si uno
mide el éxito de los tratamientos, aun los mejores, con los criterios que se usan para el
cáncer, encuentra que, a los cinco años, hay más curas de cáncer que de obesidad,
porque la mayoría de los que adelgazaron vuelven a engordar.
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