| Por Eduardo Fabregat  La espera argentina está
llegando a su fin. Hace 16 años que se estrenó localmente El regreso del jedi, el film
que cerraba la primera trilogía de La guerra de las galaxias. Y ahora sólo faltan dos
semanas para el lanzamiento del Episodio I - La amenaza fantasma. Esa espera también
resultó pesada para George Lucas, quien, vía satélite desde sus oficinas de Industrial
Light & Magic de San Francisco, contó ayer en una entrevista con la Argentina que su
nuevo y taquillero film podría ser considerado un canto a la paciencia. “La demora
para volver a filmar se debió en parte a que estaba esperando que la tecnología se
pusiera a la par de mi imaginación”, dijo el director. “Yo me imaginaba toda
clase de batallas y personajes, pero no podía plasmarlos en la pantalla. Con la
tecnología digital finalmente pude hacerlo. Pero debí esperar a tener las herramientas
disponibles para expresar mi imaginación sin obstáculos”. En una charla para un
grupo escogido de periodistas, Lucas respondió puntualmente a Página/12 sobre su
relación con los actores y una escena clave del film –se estrena aquí el 8 de
julio– que lo llevó a una declaración sorprendente: “Crecí queriendo ser como
Juan Fangio”.
–¿Esta película no era posible sin esta tecnología?
–Sí, no la podríamos haber hecho sin los avances tecnológicos que conseguimos en
Jurassic Park y la serie de TV de Indiana Jones. No hubiera podido crear los mundos y
personajes de la nueva película.
–Cuando dirigió el episodio IV, salvando a Alec Guinness y Peter Cushing, trabajó
con actores desconocidos. Esta vez tuvo a sus órdenes a Liam Neeson, Ewan McGregor,
Samuel Jackson, Pernilla August. ¿En qué modificó esto su trabajo de dirección de
actores, sobre todo teniendo en cuenta que estos actores ya tienen una “cultura Star
Wars”?
–Desde la primera película, y durante la realización de la trilogía, muchos de los
actores se convirtieron en estrellas. Para cuando hicimos El imperio contraataca, Harrison
Ford ya era una gran estrella. Así que estoy acostumbrado en realidad a trabajar con
estrellas razonablemente conocidas. Y la mayoría de los actores, aparte de Neeson y
Jackson, son en realidad tan conocidos como algunos de los actores de las primeras
películas. Pero cuando uno trabaja con actores, en realidad no importa si es una estrella
o si son desconocidos. La manera en que uno trabaja, y la colaboración creativa que
establece con ellos, es más o menos la misma. Me gusta trabajar con buenos actores. Si
son famosos, eso es simplemente una indicación de qué tan buenos son, y realmente no
afecta el modo en que yo trabajo con ellos.
–El secreto que rodeó al film, ¿lo favoreció o lo perjudicó?
–No fue tan secreto, porque la gente podía averiguar lo que quería y cuando
quisiera en Internet. Creo que cuando uno tiene una película tan popular como ésta, con
mucha gente interesada en lo que uno está haciendo, es muy difícil satisfacer las
expectativas. En Estados Unidos encontramos algunos fans que no quedaron satisfechos...
pero la mayoría del público amó la película, y se sintió sorprendida porque no sabía
de antemano lo que iba a pasar.
–Usted ha dicho que se necesitan historias de héroes, antes que de sexo y violencia.
¿Siente que ha creado una especie de mitología espacial?
–Lo que hice fue tomar los temas mitológicos que existen desde hace miles de años y
plasmarlos en un nuevo medio. Las historias en sí son atemporales y están llenas de
información y de ideas que han sido transmitidas de generación en generación, sobre
cómo se vive en sociedad, qué es lo que se considera bueno y qué se considera malo. Son
algunas verdades básicas que se han transmitido, y creo que eso es lo que intenta hacer
Star Wars. Si uno no transmite los buenos valores a las generaciones venideras, entonces
todo lo que los jóvenes aprenden es que matar es bueno, engañar es bueno y ganar dinero
es lo único que importa. Y yo creo que para la mayoría de las sociedades hay algo más
para la trama social que esos hábitos negativos.
–¿Está desarrollando una cámara digital para el Episodio 2?
–Sí, estamos trabajando con Sony y Panavision en una cámara totalmente digital.
Creo que el futuro es el cine digital. Es una progresión natural del medio: en Estados
Unidos estamos exhibiendo La amenaza fantasma en ese formato en muchas salas.
–Como conocedor de ciencia ficción que reinventa el futuro, ¿está conforme con
este presente?
–Esta es una época muy interesante porque estamos pasando un período muy
importante. Yo creo que el fin del milenio, el cambio de siglo, va a ser considerado como
un período transicional, en el que el mundo va a pasar de una serie de pequeños países
a una raza humana grande y globalizada.
–¿Hay en el senador Palpatine una alusión a la política de este fin de siglo?
–Definitivamente, Palpatine representa las maniobras maquiavélicas que suelen hacer
los políticos.
–¿Por qué el Episodio I da una explicación biológica de la Fuerza?
–No es una explicación de la Fuerza, sino de una forma de vida que puede comunicarse
con la Fuerza. Es una forma totalmente separada de vida como son los seres humanos, pero
como vive en todas las células tiene la capacidad de comunicarse con la Fuerza. Pero el
aspecto biológico de esto sirve para explicar la necesidad natural que tienen las formas
de vida de cooperar y depender unas de otras, y de ayudarse.
–Una de las escenas más impresionantes de la película es la carrera entre Anakin y
Sebulba en los pod racers. ¿Hay allí un homenaje a la carrera de cuadrigas de Ben Hur?
–Esa carrera tiene mucho que ver con el hecho de que a mí me encanta correr
carreras. Crecí queriendo ser piloto de Fórmula 1, queriendo ser Juan Fangio, y fue una
manera de incorporar la máxima velocidad en la pantalla. Y sí, se parece a la de Ben
Hur, que es una de las mejores carreras jamás filmadas: definitivamente me sentí
inspirado por eso.
–¿Se puede decir que La amenaza... es tanto una película de animación como de
actores?
–Es un nuevo tipo de película, porque el 95 por ciento tiene animación de un tipo u
otro, y luego tenemos los personajes en vivo. Es como hacer dos películas y juntarlas.
–¿Por qué algunos Jedis desaparecen al morir y otros no?
–Lo siento, pero para saber eso tendrán que esperar a la tercera película.
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