Por Cecilia Sosa
La Universidad de Buenos Aires debe estar atenta a la acción destructiva de estos
grupos facciosos y marginalizados (alumnos y no docentes de ultraizquierda) que utilizan
las estructuras institucionales democráticas para minarla por dentro y distorsionar por
completo sus fines, escribió a principios de mes Osvaldo Guariglia, profesor de
Etica de la Facultad de Filosofía y Letras, en el diario La Nación. Para despejar
cualquier duda, el artículo se titulaba Fantasmas de un pasado ominoso y
arengaba: Debe, por lo tanto, la UBA, encontrar los medios para poder defenderse,
con la ley en la mano. La nota desató una tormenta de repudios y pedidos de juicio
académico protagonizados por estudiantes y profesores de la facultad (ver Los
fantasmas...). Pero la polémica no termina ahí. Los alumnos, docentes y graduados de la
oposición vinculan a Guariglia con un virtual proyecto de ajuste en el interior de
Filosofía y Letras. Pero, en diálogo con Página/12, el decano Raúl Carnese quien
expresó que no comparte los dichos del filósofo negó la existencia de tal
autoajuste. Las afirmaciones de Guariglia pusieron a todos en guardia. Fue un
escándalo aseguró Jorge Panesi, profesor y director de la carrera de Letras.
A todos los que tenemos un poco de memoria, su lenguaje, la idea de mancha
roja, nos hizo recordar el lenguaje que se usaba en la épocas pasadas, el lenguaje
de los servicios. Detrás, hay una grave confusión histórica o un intento premeditado de
confundir. Se ganó el descrédito unánime, subrayó.
La polémica fue tan grande que hasta algunos colaboradores del filósofo lo calificaran
de bocón. Sin embargo, para la oposición, Guariglia es mucho más que eso.
Es la cabeza visible del ajuste, el que hace el trabajo sucio. Es apoyado por la
mayoría del consejo directivo, afirmó Eduardo Malach, estudiante de Filosofía y
consejero directivo por la minoría. La oposición asegura que la lógica imperante en la
facultad asentada en Caballito es la de para y cierra. Cada vez que un
docente renuncia a un cargo, sea titular, adjunto o ayudante, la cátedra pierde ese cargo
dijo Malach, secundado por el vicepresidente a cargo del centro de estudiantes,
Francisco Yofré. La renta se utiliza para cubrir las deudas de la facultad.
Además, todos los nuevos nombramientos docentes son ad honorem. Y se realizan concursos
por área y no por materia, para reducir los cargos docentes. Tampoco se recontrata a
profesores mayores de 65 años. Y hasta está desapareciendo el derecho de licencia por
embarazo, enumeraron.
Lo que ellos llaman ajuste es una política de reordenamiento administrativo,
retrucó el decano Raúl Carnese. Las restricciones presupuestarias de la
universidad en general impiden que haya una política de designaciones muy amplias. Pero
en toda la facultad sólo hay quince docentes ad honorem, aseguró y subrayó:
La facultad recibe un presupuesto de 13,8 millones de pesos al año. Y sólo con el
aumento presupuestario se logró licuar el rojo que dejó la gestión anterior.
Otra versión se vive en la carrera de Letras, que se declaró en estado de emergencia.
El consejo directivo votó un plan de ajuste hace dos meses, independientemente de
cualquier ajuste impuesto desde afuera. Esta carrera no está de acuerdo con el ahogo al
que es sometida, protestó Panesi. Por eso, el martes próximo, la junta de la
carrera llevará al consejo directivo un petitorio para denunciar las carencias
estructurales que sufre la carrera y exigir que se cumpla el plan de estudios
vigente desde 1985. El plan de estudios es sólo nominal aseguró Alejandra
Parentella, una alumna. Materias que figuran como obligatorias ya no se dictan o
nunca se dictaron. E ilustró: Desde que renunció la profesora Ofelia
Kovacci, de las tres materias que tenía a su cargo sólo se dicta Gramática. La
junta de la carrera de Letras es la única íntegramente opositora a la gestión actual y
a la reforma del plan de estudios. Por eso las represalias son más fuertes,
comentó Yofré. Uno de los focos del conflicto es el avance de la reforma curricular de
todas las carreras de la UBA, impulsado desde el rectorado. Toda reforma implica un
reordenamiento interno muy fuerte: nuevas designaciones, limpiezas, crear y disolver
cátedras. En definitiva, los sectores que la apliquen van a ser obviamente los
favorecidos, arguyó Malach. Sin embargo, el decano se ocupó de aclarar que
sólo aplicarán la reforma las carreras que quieran hacerlo.
En busca de la identidad Con el lanzamiento de esta campaña queremos enviarles un mensaje a
nuestros nietos, para que se acerquen a nosotras en busca de su identidad, anunció
Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Ayer, junto a las federaciones
universitarias de la Argentina y de Buenos Aires (FUA y FUBA), las Abuelas inauguraron la
Campaña por el Derecho a la Identidad. También se proponen poner en marcha, a partir del
mes que viene, una cátedra libre y nacional que se dictará en varias universidades del
país.
La campaña buscará llegar a los jóvenes que tengan dudas sobre su origen a través de
una memoria gráfica con fotografías y una serie de afiches realizados por alumnos de
Diseño Gráfico. Todo el material está en exhibición en la Casa de los Estudiantes
(Uruguay 969), donde ayer se lanzó la campaña. Una de las características más
terribles del genocidio fue el secuestro de los hijos de quienes el régimen consideraba
subversivos, y negarles el derecho a la identidad dijo a Página/12 Gustavo
Fernández Russo, titular de la FUBA. Apostar a su recuperación es una de las
facetas más positivas del trabajo por la memoria. La flamante cátedra libre
Por el derecho a la identidad comenzará con una serie de charlas que se
ofrecerán en la Casa de los Estudiantes y con un ciclo de videodebate coordinado por
profesores de la UBA. |
Para el tiempo... libre (si queda) |
Libro. Hoy,
a las 19.30, se presentará el libro Los alemanes, el Holocausto y la culpa colectiva, de
Federico Finchelstein (Eudeba). En el Goethe-Institut, Corrientes 319.
Paz. La cátedra libre Cultura para la Paz invita a participar de su
clase sobre Derechos humanos a partir de la reforma constitucional de 1994.
Mañana, a las 19, en el aula 100 de Marcelo T. de Alvear 2230.
Festival. Este sábado, el centro de estudiantes de la Facultad de
Ciencias Exactas (UBA) realizará el festival Aumento presupuestario ya. Desde
las 14 habrá bandas y murgas en Ciudad Universitaria. Gratis.
Coro. Este sábado (y todos los sábados de fin de mes) se presenta el
coro de la Facultad de Ingeniería (UBA). A las 19, gratis, en Las Heras y Pueyrredón.
Teatro. El sábado y el domingo, a las 20.30, se representará No hay que
llorar en el auditorio de la Universidad de Morón, Cabildo 134 (Morón).
Derecho. Mañana y el sábado se realizarán las III Jornadas de Derecho
Civil en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lomas de Zamora, Camino de Cintura y
Juan XXIII, Tel. 4282-9486, internos 113 y 146.
Arquitectura. Hoy, a las 19 se inaugurará una muestra de archivos de
arquitectura contemporánea argentina en el Pabellón III de Ciudad Universitaria. |
GRUPOS FACCIOSOS ACECHAN LA UBA, SEGUN
GUARIGLIA
Los fantasmas ominosos del filósofo
Por C.S.
El 24 de
mayo pasado, el profesor de la UBA Osvaldo Guariglia fue objeto de un escrache por parte
de un grupo de estudiantes de Filosofía y militantes de HIJOS, quienes quisieron
recordarle el apoyo que, cuando fue promulgada, le brindó a la ley de Punto Final. Pocos
días después, el 2 de junio, Guariglia se despachó con su polémico artículo, donde
comparó a los alumnos y empleados de Filosofía y Letras con las Brigadas Rojas de los
años 70 italianos. Mientras la facultad sólo le pidió una aclaración de sus dichos,
tras veinte días y numerosas críticas, su opinión sigue firme: La facultad está
manejada por grupúsculos y partidúsculos de ultraizquierda, como el MST, el PCR, que yo
ni sé lo que son y que junto con otras agrupaciones comparten los mismos métodos
stalinistas: toman de punto a alguien y lo demonizan. Eso hicieron conmigo, dijo a
Página/12.
La nota está bastante clara fueron las primeras palabras que dirigió a este
diario, cuando se le preguntó sobre si le parecía pertinente comparar a las Brigadas
Rojas italianas con la oposición estudiantil y no docente. La UBA tiene que
instrumentar una disciplina interna para sancionar y suspender a los agentes de esta
barbarie, remató.
El primer capítulo del conflicto se abrió cuando un grupo de estudiantes y militantes
ingresó en un aula donde Guariglia iba a dar clase y repartió un viejo artículo en el
que el filósofo se había pronunciado a favor de la ley de Punto Final. Todo terminó en
una trifulca entre quienes hicieron el escrache, el propio Guariglia y sus acólitos. El
segundo capítulo fue la nota publicada en La Nación, donde Guariglia es habitual
colaborador. Allí, sus alusiones al peligro que enfrenta la UBA se refieren a lo que
ocurrió en Filosofía y Letras durante la reciente protesta contra el tijeretazo
presupuestario: la facultad sufrió una fuerte huelga de los nodocentes y una toma de los
estudiantes, que incluyeron algunos destrozos de vidrios y bancos.
Mientras decenas de afiches, cartas y volantes de repudio llovían contra el profesor, la
minoría de alumnos, graduados y docentes presentó en el consejo directivo un pedido de
renuncia; asambleas masivas lo declararon persona no grata. Y los no-docentes
(apoyados por la Liga Argentina de los Derechos del Hombre y la CTA) exigieron al decano
una solicitada aclaratoria ya que el artículo ofende la memoria de los
desaparecidos.
Consultado por Página/12, el decano Raúl Carnese prefirió no hablar sobre el tema, pero
envió su opinión escrita, donde asegura que no comparte el contenido del artículo y que
la analogía entre las Brigadas Rojas italianas y los hechos ocurridos en la facultad es
inmerecida para trabajadores y alumnos. Es grave porque puede ser
utilizado por corrientes antidemocráticas, detractoras de la universidad pública,
señaló. Pero el consejo directivo sólo le pidió a Guariglia una aclaración de
contenidos. Fue como pedirle peras al olmo dijo el consejero Eduardo
Malach. No sólo no se desdijo, sino que hizo una defensa enconada de su
artículo. Y Esteban Chiaradía, alumno de Historia, agregó: Lo más
siniestro es que él, que apoyó la ley de Punto final, esté a cargo de una materia
obligatoria y que, encima, esa materia sea Etica.
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