|
Por Fernando Almirón Desde General Roca En Río Negro todas las fichas están jugadas y sólo falta esperar el resultado de la elección de mañana. La polarización dejó en carrera a dos protagonistas: el aliancista Pablo Verani, que va en busca de su reelección, y el justicialista Remo Constanzo, que por tercera vez intentará arrebatarle al radicalismo el control del Ejecutivo rionegrino. Unos y otros apelaron a la nacionalización de la campaña, y recorrieron el árido suelo patagónico acompañados por los candidatos presidenciales tan (o más) preocupados por evitar una derrota de su partido a pocos meses del la elección general, que por el destino de los dirigentes locales. La sensación térmica de los últimos días sugiere una ventaja radical: lo indican las encuestas. Muchos dirigentes de ambos partidos piensan también que el accidente sufrido en campaña por el ex presidente Raúl Alfonsín durante la campaña influirá en el resultado. El radicalismo quiere mantener el gobierno que maneja ininterrumpidamente desde 1983 y según las encuestas estaría a punto de lograrlo. El gobernador Verani dice que las mediciones le otorgan una ventaja de seis puntos sobre el PJ. En la última elección provincial derrotó a Constanzo por apenas 650 votos de diferencia. Según los aliancistas, el domingo su triunfo será contundente; "no menos de diez puntos a nuestro favor", aseguran entusiasmados en el comando de campaña instalado en Viedma. Sin embargo, Verani eligió otra ciudad, a 600 kilómetros de distancia, para refregarse las manos y andar de un lado a otro rascándose la cabeza hasta conocer el resultado del escrutinio: General Roca, su bastión electoral. En esta ciudad del Valle de Río Negro, de la que Verani es originario, están los votos que pueden hacer la diferencia que necesita para seguir gobernando la provincia. Sin ir más lejos, en la última elección obtuvo en Roca 7500 sufragios por encima de su competidor, una diferencia nada despreciable en una provincia con pocos electores --hay 320 mil habilitados, y vota menos del 70 por ciento del padrón--. Por esa misma razón el candidato justicialista, el senador Constanzo, también se trasladó hasta esta localidad con la esperanza de arrebatarle aunque más no sea un centenar de votos a su rival en las horas previas a los comicios. Sin embargo, a diferencia de los aliancistas que pugnaban por hacer ostentación de encuestas que los daban triunfadores, el equipo de campaña de Constanzo se hacía el distraído. Argumentaban que ellos, en realidad, sólo habían encargado sondeos cuantitativos para elaborar la plataforma del candidato. Y que no contaban con datos numéricos referidos a la tendencia del electorado. El Frente Grande local va con su propia fórmula, que encabeza Carlos Gadano. Ante el fracaso de las negociaciones para sumar a los frentistas a la lista de Verani, el líder del Frepaso Carlos "Chacho" Alvarez se pronunció a favor del candidato radical desautorizando a los dirigentes locales del partido que preside. Consiguió la adhesión de uno de los principales referentes locales, Omar "Pocho" Lehner, quien en una carta abierta convocó a sus huestes a votar a Verani. Pero no logró que Gadano y los suyos se bajasen. La suerte ya está echada. Las campañas y los discursos han terminado. Muchos piensan que a la hora de la verdad pesará más que ellos la imagen del accidente que sufrió el ex presidente Raúl Alfonsín mientras participaba de la campaña proselitista provincial.
|