Por José Natanson El Frepaso disputará hoy
internas en los principales distritos electorales, por primera vez desde aquella de
febrero de 1995 entre José Octavio Bordón y Carlos Chacho Alvarez. En la
Capital Federal, el favorito Aníbal Ibarra y el socialista Dante Caputo se enfrentarán
por la candidatura a jefe de gobierno en unas elecciones cuya magnitud nadie cree
que se acerquen más de 30 mil personas no se compadece con la importancia del cargo
en disputa. En la provincia de Buenos Aires toda la atención estará centrada en La
Matanza, en donde Mary Sánchez peleará por la candidatura a intendente contra Herminio
Bayón, un dirigente local que asegura que en caso de ganar le cederá su lugar a la
locutora filoradical Lidia Pinky Satragno.
A diferencia de la UCR, el Frepaso no cuenta con una estructura importante a nivel
nacional, una realidad que le permite a Alvarez, su jefe indiscutido, tomar casi en
soledad las principales decisiones políticas. Fue esta amplia capacidad de maniobra la
que le permitió a Chacho anotarse como segundo de Fernando de la Rúa en la fórmula
presidencial de la Alianza contra la opinión mayoritaria de su tropa.
Sin embrago, las decisiones de Alvarez comenzaron a ser cuestionadas a partir de las
elecciones provinciales de Córdoba de diciembre del año pasado. Allí, el diputado
presionó sin éxito al candidato de su partido para que resigne su postulación, una
experiencia que se repitió con matices en Catamarca y Río Negro.
Aunque en ninguno de los casos se disputa el liderazgo nacional de Chacho, lo cierto es
que las internas de hoy, en las podrán votar los afiliados al Frepaso y los ciudadanos
independientes, son una muestra de que la capacidad de maniobra de Alvarez se va acotando
en simultáneo con el crecimiento electoral de su partido.
Aníbal Ibarra surgió como el candidato natural para la Capital luego de que Chacho
decidiera incluirse en la fórmula presidencial. Pero en marzo de este año Dante Caputo
decidió lanzar su postulación con al apoyo del Partido Socialista Popular (PSP) y con la
seguridad de que su trayectoria será un factor de unidad entre radicales y
frepasistas. No bien se enteró, Alvarez decidió jugar a fondo por la candidatura de
Ibarra. Participó de varios actos junto al ex fiscal y designó a algunos de sus hombres
de confianza, como Darío Alessandro y Abel Fatala, en el staff político de Ibarra.
No hay ninguna medición confiable que permita estimar la afluencia de votantes, pero
nadie cree que puedan acercarse más de 30 mil personas. La cifra es minúscula si se
compara con los 400 mil porteños que votaron en las internas de la Alianza y alienta en
los frepasistas los temores a que el PJ o la UCR utilicen sus aparatos para torcer el
resultado. De todas formas, el apoyo de Alvarez y de la estructura del Frente Grande,
sumado al del socialismo democrático, sitúan a Ibarra como el candidato con más chances
de triunfar.
Las internas bonaerenses son más confusas. Nadie discute allí el liderazgo de Chacho a
nivel nacional, ni la candidatura a gobernadora de Graciela Fernández Meijide. La disputa
principal se centra en La Matanza, uno de los trece distritos que le corresponden al
Frepaso según el acuerdo que ató las candidaturas a intendente al resultado de las
internas de la Alianza. Mary Sánchez se presenta con el apoyo de la cúpula de su partido
a nivel provincial, que en un principio la había designado como la candidata oficial.
Pero el caudillo local Herminio Bayón decidió recurrir a la Justicia y disputarle el
lugar a la ex titular de Ctera. Bayón adelantó que, en caso de triunfar, le cederá su
lugar a Pinky, que no pudo disputar la interna por estar afiliada al radicalismo.
Como si con estas internas no alcanzara, el Frente Grande de la Capital disputará otras
el próximo 8 de agosto. En esa oportunidad, Eduardo Jozami, uno de los pocos dirigentes
del Frepaso que se anima a cuestionarpúblicamente a Alvarez, peleará por un lugar en la
lista de diputados nacionales.
PIDEN POR LOS ARGENTINOS PAZ
Aún presos en Brasil
Las
Abuelas de Plaza de Mayo, las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el premio Nobel de
la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) enviaron
ayer una carta al presidente brasileño, Fernando Henrique Cardozo, el la que manifestaron
su preocupación por la situación de los ciudadanos argentinos Horacio y Humberto Paz,
quienes aún se encuentran en prisión, luego de haberse llegado a acuerdos para
resolver su traslado a nuestros país.
Humberto Paz fue jefe de un grupo integrado por su hermano, cinco chilenos, dos
canadienses y un brasileño, que en 1989 secuestró al empresario paulista Abilio Diniz,
dueño de la cadena de supermercados Pan de Azúcar. El año pasado fueron trasladados a
sus países de origen para que cumplan allí el resto de sus condenas los canadienses y a
principio de este año los chilenos, por las gestiones realizadas por sus respectivos
gobiernos. La Justicia brasileña había autorizado en enero el traslado a la Argentina de
los presos, pero todavía no se concretó.
Nos dirigimos a usted a través de su Representación Diplomática en Buenos Aires,
a efectos de que arbitre los medios que concluyen en el traslado inmediato de los
ciudadanos argentinos, dando cumplimiento a los acuerdos contraídos, se lee en uno
de los párrafos de la carta.
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