Por Fernando Almirón
Desde General Roca
Alfonsín
es el triunfador, porque vino a poner el hombro y casi deja la vida. Así resumió
pasadas las once de la noche Fernando de la Rúa el sentimiento que brotaba de una plaza
llena de banderas rojiblancas y la plaza respondió con la ovación que todos los
presentes preveían. Casi tres horas antes, con sólo el 5 por ciento de las mesas
escrutadas, el candidato del justicialismo, Remo Costanzo, había reconocido su derrota en
las elecciones provinciales de Río Negro y felicitado al triunfante gobernador Pablo
Verani, quien logró la reelección. Como saldo también quedaban incorporados dos nuevos
estilos de sufragio: el ya nombrado voto sentimental, que recogió la Alianza
después del accidente que casi le cuesta la vida a Raúl Alfonsín, y el voto
castigo, en realidad una campaña que proponía el voto nulo en protesta por una
veintena de homicidios sin resolver en la provincia, y que lidera uno de los padres de las
tres chicas muertas en Cipolletti. Si los datos oficiales lo confirman, sería la tercera
elección anticipada que gana la Alianza en el interior, después de Catamarca y San Juan.
Río Negro inauguró la recuperación de la democracia de la mano de un radical y ahora
parece ingresar en el nuevo siglo con otro radical en el gobierno prolongando con el
nuevo período de Verani a 20 años la permanencia del partido de Leandro Alem en la
administración rionegrina. El triunfo del actual gobernador en las elecciones, que se
llevaron a cabo ayer bajo una temporal que afectó a toda la provincia, dejaría sin
vencida a la tercera intentona del justicialista Remo Costanzo, quien ya había probado
sin éxito convertirse en mandatario provincial en otras dos oportunidades.
El localismo se vivió a lo largo de todo el comicio: Costanzo votó a las once de la
mañana en Viedma, acompañado por su padre José, de 94 años; su hijo Gustavo, candidato
a intendente de Viedma; y dos de sus nietos. La ciudad, de tradición justicialista, le
respondió con un triunfo local. Verani, en cambio, llegó pasadas las 11 y veinte de la
mañana a la escuela San Agustín de General Roca, acompañado sólo por un par de
colaboradores. General Roca, el principal bastión radical, también le respondió con un
amplio triunfo y sirvió de escenario a los festejos.
La marcha radical comenzó a sonar en la plaza central de General Roca apenas Costanzo
reconoció su derrota. Y junto con los acordes comenzó a montarse el escenario desde
donde el Gobernador y la fórmula nacional de la Alianza festejarían el triunfo. A la
marcha se le sumaron las banderas rojiblancas y así quedó definido el carácter
partidario de la celebración. Los aplausos se concentraron en Alfonsín y De la Rúa y al
propio Chacho Alvarez, obligado a un breve discurso lleno de elogios para Alfonsín, le
costó imponer su voz de frepasista sobre el griterío radical.
Sin embargo, tal como reconocieron en sus discursos Verani y De la Rúa, Chacho Alvarez,
que descalificó la fórmula local del Frepaso y consiguió arrastrar un sector de su
partido en apoyo de Verani, resultó finalmente importante en los resultados de ayer. Su
prédica le restó por lo menos un vital 3 por ciento de los votos a Carlos Gadano, el
rebelde candidato del Frepaso, en relación con la elección desarrollada por él mismo en
1995.
A las siete y media de la tarde, mientras en la puerta del comité central de la UCR de
General Roca comenzaban a agruparse los primeros simpatizantes que bajo la pertinaz
llovizna empezaban a festejar el triunfo del representante local, Verani seguía encerrado
en el centro de cómputos a la espera de los resultados que le permitieran hacer frente a
la cámaras apostadas en la vereda. De pocas palabras, el gobernador exhibe una larga
militancia en el radicalismo que le garantiza la fidelidad desus partidarios. Inició su
carrera en el ocaso de la dictadura militar, en las filas de la Multipartidaria, y en 1983
se convirtió en el intendente de su leal General Roca. Viejo amigo de Raúl Alfonsín,
ayer se encargó de puntualizar que no había sido ayudado por el accidente del ex
presidente sino por la larga vida y obra de Alfonsín como militante de la
democracia y el radicalismo.
En tanto, en Buenos Aires, alentados por los informes triunfalistas de los enviados a Río
Negro, dispusieron aprestar el avión que traería a Fernando de la Rúa y Carlos
Chacho Alvarez hasta el aeropuerto de Neuquén, desde donde después se
trasladarían hasta Roca, el refugio electoral del actual gobernador, para festejar junto
a él la reelección.
A las 20.30 horas el candidato a vicegobernador por el PJ, Juan Carlos Del Bello, se
comunicó con Verani para reconocer la derrota, media hora después el propio Costanzo
llamó a una conferencia de prensa para felicitar al aliancista por su triunfo. El
pueblo prefirió el modelo de Verani, dijo el Senador quien agregó: Yo
entendía que la gente deseaba un cambio, pero el pueblo no se equivoca. Antes
Costanzo se había comunicado con el ministro del Interior, Carlos Corach, el presidente
Carlos Menem y el candidato presidencial Eduardo Duhalde. Todos ellos fueron los primeros
en conocer la mala nueva que ya habían anticipado los hombres de la SIDE destacados en la
provincia.
Cuando se pierde no hay que buscar culpables, por eso cuando se gana tampoco hay que
atribuirle el éxito a otro, aseguró por su parte un moderado Verani cuando ya
parecía tener asegurada la victoria, confirmando lo que para él fue el éxito de la
elección anticipada, desvinculándola de la nacional. Y se fue a esperar la llegada de De
la Rúa.
EL VOTO DE LOS RIONEGRINOS |
Partido
Votos
Porcentaje
Alianza
54.344
44,81
PJ
51.943
42,83
Frente Grande
8.653
7,14
En blanco
4.537
3,74
Partido Humanista 1.790
1,48
* Escrutadas el 50,72 por ciento de las mesas |
CRÓNICA DESDE EL COMANDO
ALIANCISTA EN ROCA
Las cábalas pueden ser maravillosas
Por F.A.
Minutos antes de las seis
de la tarde, cuando estaba a punto de terminar el comicio, la prensa comenzó a poblar la
confitería del Hotel Bristol de General Roca, sede del comando de campaña de la Alianza,
donde las consultoras de Buenos Aires y Viedma contratadas para hacer las mediciones en
boca de urna y organizar la información a la prensa se encontraban sumergidas en un
verdadero estado de confusión.
Como buen cabalero, el gobernador Pablo Verani repitió todas la
liturgias que le dieron buena suerte en elecciones anteriores: quedarse en General Roca,
jugar al dominó con su amigos, almorzar en El Viejo Molino, dar un paseo debajo de la
lluvia rodeado de movileros esperando a que terminara de una vez por todas el comicio, a
las seis de la tarde.
Después se sumergió en el centro de cómputos ubicado frente al Hotel
Bristol, en el primer piso de un Jardín de Infantes llamado "Tierra de
aventuras". En tanto, sus colaboradores jugaban a las escondidas con los datos de
boca de urna, a los que ya nadie les cree, pero sin lo que ya nadie puede vivir en una
elección.
Lo que más le importaba era saber los resultados en Cippolleti donde
el Movimiento Popular Patagónico estaba jugando a dos puntas. Por un lado ese partido
provincial iba como aliado del PJ, por el otro, el intendente del Movimiento, Julio
Arriaga, se había acercado a Verani en los últimos meses. Cippolleti, donde el PJ es
fuerte, también era un epicentro, el de los "votos castigadores", que lidera
Jorge Rivera.
La segunda ciudad que preocupaba a Verani era Viedma, donde Costanzo juntaba la mayor
cantidad de votos. Y en este caso se cumplieron los peores pronósticos, ya que en la
capital rionegrina estaban perdiendo por más de 20 puntos. Su candidato a vice
gobernador, Bautista Mendioroz, y el intendente de esa ciudad, ambos aliancistas de
Viedma, quedaron bastante desubicados en cuanto al poder de convocatoria a la hora de
juntar votos. Una de las mayores alegrías de Verani fue Bariloche y la línea sur,
además de Roca, donde confiaba en alcanzar 9 mil votos por encima de su adversario
justicialista, lo que aquí quiere decir un triunfo por afano. |
VOTO CASTIGO POR EL TRIPLE CRIMEN
Sin olvido en Cipolletti
Un
tercer protagonista se agregó ayer a la escena electoral rionegrina. Jorge Rivera, líder
de los "voto castigueros", y padre de una de las tres jóvenes asesinadas en
Cipolletti.
Rivera impulsó en la provincia un movimiento en búsqueda del voto
impugnado. Repartió 35 mil boletas del denominado "voto castigo" en las
principales ciudades de Río Negro.
En la papeleta sin valor electoral alguno se destaca que ninguno de los
políticos que competían en la campaña hizo nada para resolver los veinte crímenes que
aún no fueron esclarecidos en los últimos diez años, que tuvieron por víctimas a
jóvenes de las diversas localidades asesinados en situaciones confusas.
A los "voto castigueros" no les fue nada mal. Según los
primeros guarismo, tan sólo en Cippolletti se habrían alzado con el 7 por ciento de los
sufragios, en este caso declarados nulos.
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