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    COMIENZA LA HISTORICA CUMBRE ESTRATEGICA DE AMERICA LATINA Y LA UNION EUROPEA
Grandes objetivos, pero sin  fecha, en Río

La competencia entre Estados Unidos y la Unión Europea por ver quién ata primero el paquete con Latinoamérica es el mayor gancho de la multitudinaria cumbre carioca. Menem no se la pierde.

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t.gif (862 bytes)  Los presidentes y primeros ministros de Latinoamérica y la Unión Europea, que inician hoy una histórica cumbre en Río de Janeiro, evitarán ponerle fecha a su objetivo prioritario de llegar a establecer un tratado de libre comercio. La fijación de plazos definitivos para la firma de un acuerdo final es “un ejercicio mediático de tautología”, opinó el español Manuel Marín, vicepresidente de la Comisión Europea (ver reportaje abajo), al dictar un seminario sobre las relaciones entre Europa y Latinoamérica. No obstante, un diplomático del Mercosur señaló que algunos países prefirieron no atarse a ninguna fecha por temor “a no llegar”. Por empezar, habría que remover el tremendo obstáculo de los gigantescos subsidios europeos a su producción agrícola, que afectan particularmente a países de zona templada, como la Argentina. El propio Carlos Menem admitió ayer en Buenos Aires, antes de volar hacia Río, que el punto difícil de la cimera “es la política de subsidios de la Unión Europea”. Hasta hace pocos días, los 15 países que por ahora la conforman se proponían firmar con el Mercado Común del Sur un acuerdo de liberalización comercial que culminaría en el 2005, el mismo año en que debería quedar plasmado, según la iniciativa estadounidense, el ALCA, Area de Libre Comercio de las Américas, que debería abarcar desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
Ayer fueron discutidos y aprobados en la capital carioca la declaración de Río y el plan de acción, puntos centrales de esta cumbre, que incluye también al Caribe. Protagonizaron la jornada preparatoria los cancilleres de los 48 países participantes. Según varias fuentes diplomáticas presentes en la reunión, se logró rápidamente un amplio consenso en la discusión de los documentos, en vista de que se trabajó sobre principios universales sobre los cuales es difícil no estar de acuerdo.
Pero un punto que causó discrepancia, según el diplomático chileno Patricio Leiva, fue la mención de la ley Helms-Burton (embargo norteamericano a Cuba), impulsada por el canciller isleño, Felipe Pérez Roque. La petición de Pérez fue desestimada por el resto de la Cumbre, y en particular por Francia, que consideró que una condena a la extraterritorialidad de las leyes —consignada en el documento— era suficiente para ilustrar este punto.
De todas maneras la mención explícita a la Helms-Burton figuraba en el borrador anteayer sábado, tal como lo confirmó el canciller venezolano, José Vicente Rangel. En una rueda de prensa improvisada, a la salida de la reunión de cancilleres, Rangel señaló que Cuba planteó que se incluyera en el texto una mención concreta a la ley Helms-Burton, ya que “extrañamente fue suprimida del texto entre ayer y hoy” (domingo). “Nos acostamos con el término en la carta y nos despertamos con el término borrado”, indicó con humor el alto funcionario venezolano.
La declaración es un compromiso para la creación de una “asociación estratégica” política, económica y comercial, que pondrá a Latinoamérica al nivel de los socios más privilegiados de la UE. Europa debe aprovechar la “oportunidad histórica” que ofrece esta primera cumbre interregional para dar nuevo impulso a las relaciones, dijo el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Joschka Fischer, cuyo país preside hasta final de mes la Unión Europea. “Ahora nuestro empeño más importante es apoyar la integración regional de América Latina y el Caribe” y contribuir con la “experiencia europea” a este debate.
Dentro del plan de acción aprobado ayer por los cancilleres —que se reparte en tres terrenos: político, económico, y cultural— figura la formulación de “programas de cooperación que apunten al fortalecimiento de la protección y promoción de los derechos humanos”. Entre los puntos aprobados se insiste en trabajar por la modernización de los Estados.
Igualmente, cooperar en la lucha contra el crimen transnacional organizado y actividades criminales conexas, trabajar por la elaboración de instrumentos contra la corrupción e intensificar la cooperacióninternacional para combatir el terrorismo. Es decir, todo un repertorio de nobles objetivos, suficientemente amplios.
Se aprobó igualmente poner en práctica programas de cooperación en el terreno de los desastres medioambientales y naturales, con el objetivo de contribuir al mejoramiento de las capacidades de los países más vulnerables de las dos regiones para prevenir y responder a los desastres. En el campo de las drogas, se señaló el respaldo a la implementación prevista en el Plan de Acción de Panamá para la Asistencia antidrogas UE-América Latina, incluyendo cooperación interregional con el Caribe como una de las prioridades importantes para la acción.
Según fuentes diplomáticas y como se indica arriba, el documento final no fijará una fecha para alcanzar el compromiso comercial, lo que diluirá la fuerza del acuerdo. Los cancilleres de las dos márgenes del Atlántico decidieron no atarse a un calendario fijo, aunque dijeron que intentarán concluirlas entre el final de la ronda del Milenio y la creación del ALCA. “Trabajamos con dos líneas temporales sin nada fijo, pero estamos trabajando con esas fechas”, dijo a los periodistas un portavoz de la cancillería brasileña. También desaparecería del texto definitivo la mención al inicio de las negociaciones en el 2001, contra lo que pretendían los europeos, quienes habían obtenido un mandato en ese sentido.
“Esa era una fecha europea. Nos parecía indigno aceptarla”, señaló ante la prensa el subsecretario de Integración Económica de la Argentina, Alfredo Morelli, quien admitió que “de todas maneras el Mercosur no puede sentarse ya a negociar”. En realidad, con su proyecto de dolarización a través de un acuerdo monetario con Estados Unidos, el gobierno de Menem es el que menos simpatiza con el emblocamiento latinoamericano con Europa. Lo cierto es que la adopción del dólar como moneda oscurecería la posibilidad de una integración futura con el Viejo Continente. En cualquier caso, el de Menem es un gobierno saliente, y la Argentina recién podrá fijar posición el año próximo.

 


“América latina es buenísima”

Los cancilleres del Mercosur, Chile y la Unión Europa acordaron ayer en Río avanzar en las negociaciones para estructurar una zona de libre comercio. Guido Di Tella, ministro argentino de Relaciones Exteriores, remarcó: “Estamos en condiciones de empezar mañana mismo a discutir los temas no arancelarios, y a partir del 2001 se tratarán los aranceles de todos los productos”. Esto parece subestimar los serios problemas que atraviesa, hacia su interior, el Mercado Común del Sur.
Di Tella reconoció que los subsidios europeos al agro representan uno de los puntos más conflictivos, pero diferenció la política en este tema de distintos países de la Unión. “En Francia –ejemplificó–, los ciudadanos que pagan más caro los productos o aportan su dinero a los subsidios no están a favor de éstos.”
Y añadió Di Tella que en el encuentro de ayer les dijo a los europeos que debían ser muy ricos para gastar toda la plata que gastan en los subsidios al agro. El canciller reconoció que en esta Cumbre también gravita la perspectiva del ALCA, que pretende emblocar a toda Latinoamérica con Estados Unidos. Le parecieron buenas todas estas iniciativas, y, con su habitual estilo, indicó que América latina “es una región buenísima, y nadie se quiere perder la oportunidad de hacer negocios con ella”.

 

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