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 El
intendente de San Miguel, Aldo Rico, se sentó a negociar con los médicos del Hospital
Larcade después de casi quince días de conflicto. Pero le resultó imposible romper con
su estilo de negociar desde la trinchera: durante las conversaciones, había aceptado dar
marcha atrás en los traslados de alrededor de 20 profesionales a salitas sanitarias
periféricas, y anular los sumarios administrativos de 93 médicos que seguirían la misma
suerte. Pero ayer, Gustavo Eugeni, presidente de la Asociación de Profesionales del
Larcade denunció que “nada de lo que prometió Rico fue cumplido, porque los
traslados siguen en pie y el sumario sólo fue postergado de fecha”. En definitiva,
continúa firme el paro sanitario provincial declarado para el próximo miércoles, y la
marcha de protesta hacia Congreso contra el proyecto de Rico para arancelar el hospital de
San Miguel.El alto voltaje que alcanzó el conflicto obligó al gobierno de Eduardo Duhalde a intentar un acercamiento de las partes. El jueves último, alrededor de las 17, el ministro de Salud bonaerense, Juan José Mussi, recibió en la intendencia de Berazategui a los contendientes. En un despacho se situó Rico; en otro, los representantes de la Apuhl (Asociación de Profesionales de la Unidad Hospitalaria Larcade), del Sindicato de Municipales de San Miguel, y del Colegio de Médicos bonaerense. Mussi iba de un cuarto a otro. La intención del gobierno era destrabar un conflicto que amenaza desgastar su imagen política, y al mismo tiempo, seguir sosteniendo a su socio carapintada. La propuesta de Mussi fue provincializar el hospital. Rico se negó. Los profesionales tampoco se entusiasmaron, y la relegaron como una última opción. En cambio, exigieron que se anulen los sumarios iniciados contra 93 médicos, que se diera marcha atrás en los traslados y que se retiraran del Larcade los gerenciadores importados por Rico desde su vecino distrito de Malvinas Argentinas, quienes están a cargo del proyecto de arancelamiento del hospital. Rico aceptó anular sumarios y traslados, pero rechazó el último punto. Las reuniones continuaron viernes y sábado, en el despacho de Rico. “Sólo dio marcha atrás en las palabras. El sábado, en las salitas sanitarias de la periferia pusieron ausente a los 18 médicos que se negaron a ser trasladados”, aseguró a Página/12 Gustavo Eugeni, presidente de la Asociación de Profesionales. El panorama se complicó aún más cuando el mismo día los profesionales en conflicto recibieron una nota de la Dirección de Asuntos Legales de la Intendencia, donde en lugar de anular los sumarios, los suspendía “hasta nueva fecha”. “Rico amagó que aceptaba, pero después pateó el tablero”, sostuvo Eugeni. El sábado pasado el Larcade llegó a un punto crítico: se habían agotado los reactivos para el laboratorio, con lo que la mayor parte de los servicios carecía de elementos de diagnóstico. El apoyo de varios hospitales funcionó como parche. En medio de presiones cruzadas, las negociaciones entre el intendente carapintada y los representantes del Larcade continuarán hoy, a las 19.30. De todos modos, la Comisión Interhospitalaria del Conurbano y Provincial (Cicop) confirmó el paro sanitario provincial para el miércoles 30, que incluye una marcha al Congreso, a las 11. “Sólo firmaremos un acuerdo con Rico cuando dé marcha atrás en los sumarios, los traslados y retire a la gerenciadora. Y para firmarlo vamos a tener como garantes a la Mesa de Concertación de San Miguel (11 entidades intermedias y la Iglesia) y a la Universidad Nacional de General Sarmiento. A este hombre no se le puede creer una palabra”, subrayó Eugeni.
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