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A SEIS MESES DEL FINAL DE SU MANDATO, ALERTO QUE DE LA RUA PUEDE DEVALUAR
Cómo atenuar el dólar de ya no ser

Desde Río de Janeiro, para que se difunda entre periodistas que acompañan a 45 presidentes, Menem retomó el fantasma del voto cuota. Dijo que la Alianza es capaz de volver a la etapa de las devaluaciones. Los motivos.

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Por Martín Granovsky
t.gif (862 bytes)  El Presidente Carlos Menem encontró la forma de sortear la veda virtual que impide criticar abiertamente a Raúl Alfonsín por la hiperinflación del '89: ayer en Río de Janeiro blandió el fantasma de un dólar escapándose a las nubes por la chance de que gane la Alianza. Menem dijo que si triunfa la oposición teme que "volvamos a las andanzas, a los desencuentros, al enfrentamiento y entremos de nuevo en la fácil receta de las devaluaciones". Fernando de la Rúa contestó de inmediato que es "peligroso" e "irresponsable" liberar el cuco del dólar volador. Un enfrentamiento que, quizás, les convenga a ambos.

La declaración de Menem es inusual. Cuando viaja al exterior siempre se presenta como el mejor garante de la convertibilidad, pero suele decir que lo que construyó es tan fuerte que ni siquiera la oposición podrá destruirlo. Lo dijo el año pasado en la cumbre interamericana de Chile y en la gira por el Reino Unido. Insistió en esa idea a principios de enero en Washington, cuando tras reunirse con Bill Clinton lo asaltó la noticia de la devaluación en Brasil.

La diferencia entre aquellas afirmaciones y éstas es que, ahora, su ilusión reeleccionista está muerta y a Menem solo le queda irse cantando su propia canción. Terminará como empezó, con gestos hacia el establishment. Antes, para gobernar. Hacia el futuro, lo hace para mantener incólume su proyecto de sumar el voto cautivo peronista a los sectores financieros y los empresarios que reúnen la propiedad más concentrada.

Aunque su jefe de campaña Rafael Pascual sostiene que no importa lo que Menem dice (ver aparte), De la Rúa no dejó pasar ni cinco minutos para competir por el padrinazgo de la tranquilidad. "Cuando se trata de la estabilidad monetaria y de la confianza en los mercados, y más en situaciones de recesión, ningún argentino ni ebrio ni dormido --dijo plagiando a José de San Martín--, y mucho menos si es el Presidente de la Nación, puede hacer afirmaciones capaces de crear incertidumbre."

"Yo soy garantía de la estabilidad, porque el programa de la Alianza es mantener la convertibilidad y la paridad peso-dolar", agregó el candidato opositor, que de este modo dio a entender que no devaluará pero evitó decirlo con todas las letras. Lo que interesaba a De la Rúa, de cualquier forma, era contraatacar disputando el copyright de la estabilidad como valor más que entrar en una discusión económica.

"La estabilidad es el valor intangible", dijo el consultor Enrique Zuleta. "No tiene nada que ver con la devaluación."

Según Zuleta, sobre la devaluación "es difícil ser terminante, porque el propio Domingo Cavallo ha dicho que la convertibilidad no implica un tipo de cambio absolutamente fijo".

--¿Ser terminante es riesgoso para la Alianza? --le preguntó Página/12.

--Es peligroso --respondió Zuleta--. Para muchos inversores extranjeros, más relacionados con las finanzas que con la inversión industrial, el único que podría devaluar es Cavallo. Esto, al menos ante ellos, puede fortalecer a Duhalde, que es quien se relaciona con Cavallo.

--¿Cuál es el argumento de los inversores especulativos?

--La visión de ellos es la siguiente: si se devalúa hay que poder controlar la economía, y Cavallo se presenta como una garantía. Y si no se devalúa la economía puede ponerse tan difícil que Cavallo también deberá ejercer el control.

--¿Pasa lo mismo con inversores como Repsol?

--La operación Repsol es clave porque crea un colchón y da tranquilidad. Si esto es así, Menem piensa que su nombre es mejor sedante que Repsol. Y por lo menos tan comprometido como el grupo español con el modelo de apertura económica sin regulación. Como se informa en la página 2, Menem reforzó su papel de político pro-mercado sin fisuras (es decir, el viejo de la Bolsa) no solo azuzando con el fantasma de Fernando de la Rúa (es decir, el viejo de la bolsa) sino también diferenciándose de los dos candidatos en la cuestión de la deuda. Para Duhalde hay que condonar. Para De la Rúa hay que estudiar. Para Menem hay que olvidar. Lo mismo sucede con las propuestas en danza sobre regular o gobernar políticamente la globalización.

Menem admitió que la idea de un organismo que regule el movimiento de capitales "es una propuesta interesante", pero se definió como un "enemigo de todo tipo de regulaciones que finalmente terminan con un dirigismo total por parte de quienes las ponen en marcha". Para muestra, la Argentina: "Nosotros hemos salido de un dirigismo en materia estatal aberrante, así que en materia de este tipo de regulaciones, no estoy en contra, pero no le puedo decir que estoy a favor".

Ni siquiera la desocupación, para el Presidente, "es inherente al modelo", según dijo en la rueda de prensa en Río, sino fruto del progreso tecnológico. Recordó que "la última encuesta nos estaba dando un 12.4 por ciento, aunque todavía no tenemos la última cifra del Indec" y después vaticinó que la medición estará "quizás un punto, punto y medio arriba de la cifra que di recién". O sea, 13.4 (12.4 más 1) o 13.9 (12.4 más 1.5). Pero Menem estuvo, por una vez, modesto. "Reitero: creo", dijo el padre de la criatura.

 

LA REACCION DE LOS DOS COMITES DE CAMPAÑAS

"Con Menem nunca se sabe"

Por Felipe Yapur
Desde Ushuaia

T.gif (862 bytes) "Nunca se sabe cuál es la segunda intención de Menem", dijo a Página/12 un integrante del comité de campaña de Eduardo Duhalde tras la declaración presidencial sobre que Fernando de la Rúa devaluará. La novedad le llegó a Duhalde mientras presidía, junto a Ramón Ortega, la reunión del Núcleo Federal, integrada por varios gobernadores. Esta vez se encontraron en Tierra del Fuego para sumar al actual gobernador por el Movimiento Popular Fueguino (Mopof), José Estabillo. Pero también buscan respaldar a Carlos Manfredotti, quien el domingo competirá por la gobernación en una reñida segunda vuelta con el candidato de la Alianza, Jorge Colazo. Aunque tampoco opinó sobre las afirmaciones de Menem, el santacruceño Néstor Kirchner aprovechó para respaldar el planteo de Duhalde de que se condonara la deuda externa. "Menem es el establishment y como tal responde por él", dijo en la reunión, según pudo saber este diario. "Pero si queremos ser gobierno debemos tener una posición firme. Obviamente no les gustará a los sectores de poder. No importa. Para que nuestro país no se convierta en una nación inviable, como aquellas a las que acaban de perdonarles sus deudas, tenemos que renegociar, y debemos hacerlo en bloque." Un asesor del candidato presidencial del PJ explicó que Kirchner, además, está convencido de que la deuda es un buen eje de campaña porque permitiría a Duhalde despegarse de Menem y la Alianza. Duhalde, en tanto, opinó riéndose que las declaraciones de Menem sobre que hablar de condonación "genera inquietud en inversores extranjeros" son "iguales a lo que dice De la Rúa". Sobre su postura dijo Duhalde: "Yo sólo me adhiero a lo que impulsa el Papa".


"Lo que diga no afecta"

Por F. C.
T.gif (862 bytes) El jefe de la campaña de la Alianza, el diputado Rafael Pascual, trató de restarles trascendencia a las declaraciones del presidente Carlos Menem, con el argumento de que ya no es escuchado como antes porque "es un Presidente que se va".
--¿Les molesta que Menem salga a hablar de devaluación en el exterior?
--Menem tiene experiencia en hablar de devaluaciones afuera del país. Ya lo hizo en el '89 cuando mandó a decir que colocaría un dólar "recontraalto". Menem está hablando de lo que pasó hace diez años y resulta que él gobernó durante todo este tiempo dejando al país en un estado de postración. De lo que tendría que hablar de por qué fracasó en tantos aspectos.
--¿Y al país no lo perjudica?
--Menem es un Presidente que se va. Lo que él diga o no diga no tendría que afectar en nada.
--¿Hablar de la posibilidad de que un radical devalúe es tocar en un punto sensible?
--No, quién le va a creer a Menem. En estos diez años han pasado muchas cosas. Ahora el problema de la gente no es la devaluación, sino la falta de trabajo y la corrupción.
--Entonces, ¿el hecho de que Menem vuelva a tomar a De la Rúa como su principal enemigo no podría traerles beneficios en su posicionamiento como opositores?
--A esta altura de los acontecimientos, sinceramente creo que es irrelevante lo que pueda hacer Menem. Lo que está claro es que el Presidente está haciendo campaña por Duhalde porque los dos son lo mismo.



CLAVES

* Menem dijo que la Alianza puede "volver a las andadas" y caer en la tentación de devaluar.
* También afirmó en Río de Janeiro que la Argentina debe "honrar sus compromisos" externos, y se diferenció de Duhalde.
* El candidato de la Alianza le contestó solo cinco minutos después.
* Dijo De la Rúa que asustar con la devaluación es una "grave irresponsabilidad" y que si gana él es "la garantía de la estabilidad".
* La Alianza insistió en que no suprimirá la Convertibilidad.
* El jefe de campaña de De la Rúa opinó que lo que diga Menem no cuenta.
* El Presidente también declaró en una extensa conferencia de prensa que ni siquiera impulsa la regulación del movimiento mundial de capitales.
* Para Menem, el peligro mayor es volver al "dirigismo".
* Aunque dijo no estar seguro de la cifra final, adelantó que la próxima e inminente medición de desempleo estará en 13.4 o 13.9 por ciento.
* Menem sintonizó con las críticas del establishment a los candidatos.
* Daniel Artana, de Fiel, calificó las propuesta sobre deuda de "pavadas".
* "Este tema no es para los cobardes que temen provocar a los acreedores", respondió encendido Humberto Roggero, jefe de los diputados peronistas.


LOS ECONOMISTAS DE LA ALIANZA LE CONTESTAN A MENEM
"No hay riesgo de devaluación"

T.gif (862 bytes) Los economistas de la Alianza reaccionaron furiosos ante lo que calificaron "una provocación" por parte de Carlos Menem. "Puedo asegurar rotundamente que no vamos a devaluar. La convertibilidad forma parte de nuestro programa de gobierno y ése es nuestro compromiso", contestó tajante Pablo Gerchunoff, uno de los referentes económicos de la coalición opositora cuando este diario lo consultó sobre el pronóstico del Presidente.

Los hombres de la Alianza saben que están siendo seguidos con lupa. A sólo tres meses de las elecciones, cada una de sus aseveraciones es atendida ya no sólo por el electorado sino también por los inversores y los organismos internacionales. Nadie quiere sorpresas, y los especialistas de la oposición están decididos a defender a capa y espada el lugar que se han ganado.

Arnaldo Bocco, el más firme candidato que ocupar el Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires en una eventual gobernación de Graciela Fernández Meijide no dejó espacio para las dudas: "Lo de Menem es de una total irresponsabilidad. Debería evitar las discusiones estériles en una coyuntura signada por la pobreza y la marginación. El Presidente sabe que tiene que salir al ruedo con estas declaraciones rimbombantes para cubrirse de los datos pésimos que están por conocerse respecto de los índices de desempleo y pobreza", afirmó el economista a Página/12.

"No hay ningún riesgo de devaluación --continuó Bocco--, hace unas semanas hubo un compromiso explícito tanto de los economistas como de los empresarios y banqueros. Con mucho sacrificio, y salvo algunas excepciones, la gente apoya la convertibilidad. Y no es justo que Menem nos provoque con el único objetivo de tapar la realidad; esa realidad que indica que en la Argentina hay cada vez más pobres y desocupados mientras el Gobierno ya hace rato no hace nada para encontrarle una solución".

En la Alianza dicen estar preparados para enfrentar los ataques que van a llegar desde el oficialismo a medida que avance la campaña electoral. Desde el plano de la economía, la oposición se apresta a dar batalla mostrando los desequilibrios e insatisfacciones que va dejando la política gubernamental. Pero, al mismo tiempo, dejar en claro que no habrá modificaciones en el programa económico. "Menem no puede acusarnos. El debería mostrarse al menos preocupado por la recesión que están sufriendo los argentinos. Pero, como no le sale, nos ataca. Lo mismo que Roque Fernández, que sólo está pensando en tomar las maletas e irse", concluyó Bocco.


La city y Menem apuntaron a Duhalde y a De la Rúa

El debate sobre la deuda externa iniciado por los candidatos presidenciales del PJ y la Alianza despertó fuertes críticas del establishment y del presidente de la Nación.

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T.gif (862 bytes) "Un país serio y responsable debe honrar sus obligaciones", afirmó ayer Carlos Menem desde Rio de Janeiro. Así el jefe de Estado buscó mandar una señal precisa al establishment local e internacional: en Argentina no hay político más confiable que él. Menem criticó a los candidatos de los dos partidos mayoritarios por haber puesto en duda que el país vaya a pagar la deuda. Eduardo Duhalde, quien encendió la mecha el viernes pasado, ratificó su propuesta de que se condone la deuda. En cambio, el candidato por la Alianza, Fernando de la Rúa, en un marco de diversas críticas a la jugada de encrespar las aguas de los inversores extranjeros, buscó bajarle el perfil a su planteo de "tratar políticamente" el tema. Ayer, señaló que "hay que cumplir los compromisos" y destacó que su objetivo es "lograr la máxima calificación de confianza porque significa ahorrar en las tasas de interés".

Varios economistas terciaron en el debate saliendo a tranquilizar a los inversores. "Espero que no haya repercusiones en el exterior, pero si las hay, seguramente va a aumentar aún más la incertidumbre que tienen en Wall Street sobre Argentina", apuntó Guillermo Calvo desde Estados Unidos. En su opinión, las afirmaciones de ambos candidatos "son muy preocupantes" porque "no se sabe si quisieron decir que Argentina no puede cumplir con sus compromisos, si ya necesita ayuda del resto del mundo o si fue sólo un comentario dirigido a sectores específicos del país", explicó.

Daniel Artana, economista jefe de FIEL, por su parte, fue más duro con las expresiones de Duhalde y De la Rúa. "Son pavadas que dañan la imagen del país", gatilló el experto. Artana también calificó de "pocos felices" las especulaciones sobre un posible replanteo del tratamiento de la deuda externa. Consideró que las mismas no sólo son "costosas" sino que, además, dan la impresión de que "no se entiende cómo funciona el mundo". En especial la postura de Duhalde, porque "el argumento de condonar la deuda resulta oportunista, o refleja una enorme ignorancia".

Todo el cuidado puesto por el Presidente y los especialistas en conjurar el fantasma resucitado por la campaña electoral fue desintegrado de un mazazo por el diputado Humberto Roggero. El jefe del bloque peronista de la Cámara baja dijo ayer sin anestesia que "este tema no es para los cobardes que temen provocar a los acreedores. Y los cambios que la Argentina debe realizar se deben hacer con recursos que nuestro país posee pero que no pueden ser distraídos en pagar una deuda injusta e interminable". Según los números que sacó a relucir ayer, "de los 140.000 millones de dólares de deuda externa, el país ya pagó 90.000 en intereses durante los últimos quince años".

En ese marco, Menem volvió a advertir que ese tipo de declaraciones puede generar "inquietud en los inversores de otros países", y descalificó las posiciones de los dos aspirantes a sucederlo en el sillón presidencial. Por un lado, dijo que "no está para nada de acuerdo con la propuesta de Duhalde". Por otro, criticó a Fernando de la Rúa, por haber pedido una "consideración política" de la deuda, acusándolo de "hablar sin conocer bien las cosas". Al respecto, sin dejar olvidar echar agua a su molino electoral, recordó que durante el gobierno radical "la deuda era del 70 por ciento del PBI y ahora es del 30".

De la Rúa, finalmente, defendió sus declaraciones explicando que asumir los compromisos "no excluye plantear los temas como son, porque si algunos pretenden que no hablemos de cuál es la realidad, esto significa ignorarlo y sería ridículo. El primer candidato de la Alianza argumentó que "lo dramático es que mientras nuestros países hacen el esfuerzo de pagar la deuda se nos cierra el comercio agrícola, como ocurre con la Comunidad Europea y Estados Unidos".


SUBIRA LA TASA INTERNACIONAL
A pagar más intereses

T.gif (862 bytes) En la reunión que mantendrán entre hoy y mañana, los directores de la Reserva Federal (banca central de los Estados Unidos) podrían tomar una decisión que impactará no sólo en el mercado accionario sino también en el mercado crediticio argentino. En la city hay consenso de que Alan Greenspan, el titular de la FED, elevará en un cuarto de punto la tasa de corto plazo, una manera de atajar cualquier atisbo inflacionario.

Por un lado, ese mayor costo del dinero achicará el volumen de capitales hacia los países emergentes, ya que estarán atraídos por el rendimiento más atractivo en la economía estadounidense. Un segundo efecto, también negativo para la Argentina, se relaciona con el mayor peso que pasará a tener la deuda externa. Es que la tasa de corto de los Estados Unidos es tomada como referencia para las demás.

En lo que hace a las acciones, los precios se han venido reacomodando ante la expectativa de un aumento de la tasa. Y, en todo caso, la duda de los financistas es si la movida de Greenspan se volverá a reiterar antes de que termine el año. Ello ocurrirá si se constata que la fortaleza de la economía estadounidense genera un proceso inflacionario.

Al margen de esta situación, en la city ayer fue un día importante. Los ex tenedores de acciones de YPF pudieron cobrar, en efectivo, el producto de la venta a Repsol. Según comentó un directivo de la Caja de Valores a este diario, en total, entre 3100 y 3200 millones de dólares quedaron en poder de inversores argentinos y del Estado. La mitad de ese monto fue a las manos de Roque y de las provincias petroleras. Entre la otra mitad se encuentran las AFJP, los fondos comunes de inversión y los particulares. "En algún momento, parte de esos fondos retornarán al mercado", se entusiasmó ante este diario Alberto Servente, vicepresidente de la Bolsa.

 

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