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EL PRESIDENTE BUSCO HACERSE UN LUGAR PROPIO CRITICANDO AL LIDER CUBANO
Fidel, la estrella que irrita a Menem

Cuba quiere que, en noviembre, una nueva Cumbre Iberoamericana en La Habana evite el aislamiento internacional de la isla. Castro fue a Río con la misión de que ninguno falte a la cita. “Por ahora vamos”, condicionó Menem.

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Castro fue otra vez el personaje más buscado en una cumbre con 45 presidentes.


t.gif (862 bytes)  Carlos Menem condicionó su participación en la Cumbre Iberoamericana que se realizará en Cuba a que el gobierno de Fidel Castro acceda a un proceso de apertura en la isla, pero dijo que “por ahora vamos”. El Presidente aseguró que la decisión final la tomará dos meses antes del encuentro, previsto para noviembre, y tras realizar una ronda de consultas con otros países de la región.
“Todo el mundo tiene ganas de ir, pero hay que ver si esos deseos se compadecen con los principios que democracia, libertad y derechos humanos que hace muchos años estamos defendiendo en América Latina y el mundo”, dijo en el marco de la reunión de mandatarios que se realiza en Río de Janeiro.

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Castro con el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.

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Castro con el italiano D’Alema.


Menem habló ayer durante una conferencia de prensa que le sirvió para aclarar una versión que daba por hecho la ausencia de las representaciones argentinas y chilenas en La Habana. “No es así, por ahora vamos pero si hay una decisión contraria sería en agosto o septiembre”, aseguró.
El tema había sido conversado por la mañana en un desayuno de trabajo con el mandatario español, José María Aznar, quien le expresó su deseo de que Chile, Argentina, y otros países como Nicaragua y El Salvador, concurran a Cuba.
El interés de España en esa cumbre es múltiple: es una nueva posibilidad de diferenciar a Europa de los Estados Unidos y también de alentar el ingreso de más capitales a la isla. Las empresas ibéricas son los principales inversores en la industria turística cubana.
La buena relación entre ambos países quedó reflejada ayer en palabras del propio Castro. “Se lo debe nombrar a Aznar como el más leal colaborador de la cumbre”, dijo luego de un encuentro de casi una hora con el jefe español.
Apenas minutos después, Menem le dijo a Aznar que “estudiará” su participación en La Habana. Pero ante los periodistas volvió a mostrarse duro y a condicionar su presencia.
–¿Cree que Fidel Castro accederá a sus reclamos? –le preguntaron.
–No, olvídese querido amigo. Fidel es un hombre muy sólido en sus convicciones. Para él, el único país democrático de la tierra es Cuba y va a permanecer en esa actitud siempre –fue la irónica respuesta.
Menem sabe que Fidel es la estrella de las cumbre, y así lo fue en cada una de ellas desde la primera, realizada en 1991 en Guadalajara. Por eso busca ganar protagonismo polarizando, y se pone al frente de los reclamos para que se produzca una liberalización en la isla. Incluso, volvió a insinuar la posibilidad de un encuentro a solas con el líder cubano.
El deseo de Menem, puesto en palabras por el vicecanciller Andrés Cisneros, es que Fidel Castro haga cumplir sus promesas sobre una “democratización”. Y en ese mismo sentido se manifestó el canciller británico, Robin Cook, después de reunirse con su colega cubano, Felipe Roque Pérez, durante el primer encuentro de ministros de Relaciones Exteriores de ambos países desde el triunfo de la revolución cubana del ‘59.
Cook también hizo un pedido puntual sobre los cuatro disidentes cubanos sentenciados en marzo, durante un juicio a puertas cerradas, por criticar al Partido Comunista. A este reclamo también se sumaron Canadá y España, dos de los aliados occidentales más cercanos al gobierno de la isla.

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Castro con Jacques Chirac, el presidente de Francia (arriba)
Castro con Ernesto Zedillo, de México (izquierda)

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Pero no todas fueron críticas para Fidel. Europa y Latinoamérica condenarán hoy en Río de Janeiro la existencia de leyes que dañan a terceros países, en clara alusión a la ley estadounidense Helms-Burton que sanciona a países que comercian con Cuba. Aunque por razones diplomáticas, es probable que no se haga una mención explícita a esa ley, según informó el coordinador del encuentro, el brasileño Luis Castro Neves.
Según un borrador que circuló ayer en Río, y que estará contemplado en la declaración final de la primera cumbre de mandatarios del Caribe, América Latina y la Unión Europea, se condenará los “actos unilateralescon vigencia extraterritoral que son contrarios al comercio internacional y que son contrarios a los principios del derecho internacional”.
Ese texto no fue el único regalo dulce para Fidel Castro. También recibió una clara señal del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la hora de evaluar el lugar que debe ocupar Cuba en los planes de integración americanos, incluso en las discusiones para la conformación del Area de Libre Comercio Americana (ALCA). “No podemos hablar de integrarnos dejando afuera a alguno de nuestros hermanos”, dijo.

 

Diplomacia relámpago
Argentina y Gran Bretaña acordaron seguir negociando sobre todo lo vinculado a las Islas Malvinas con la excepción de la soberanía. Así lo informó ayer el canciller Guido Di Tella luego de un encuentro de apenas diez minutos entre el presidente Carlos Menem y el ministro de Relaciones Exteriores británico, Robin Cook.
De Tella, que también participó del encuentro pedido por Cook en Río de Janeiro, habló concretamente de “un consenso favorable” para avanzar en la ronda de negociaciones. Según la versión del ministro, el canciller británico le dijo a Menem que su viaje a Londres, en octubre pasado, “ha sido un hito muy importante que estableció un nivel de espíritu de reconciliación entre los dos países que no se había alcanzado antes”.
“Esto –agregó– fue reforzado con la visita que hizo el príncipe Carlos y los actos de reconciliación que realizó cuando vino a Buenos Aires”.
Menem y Cook, siempre según la versión de Di Tella, hablaron de las negociaciones que ambos países, junto a los kelpers, iniciaron en Londres, y de la próxima reunión que se realizará el viernes en Nueva York para avanzar en temas que Di Tella calificó de “complicados”. El canciller ubicó en esa lista el restablecimiento de los vuelos entre las islas y el continente, el acceso de los ciudadanos argentinos a Malvinas y la pesca furtiva.
Menem había hablado del tema Malvinas antes de la reunión, durante una conferencia de prensa. Allí insistió en su deseo de conocer las islas. “Si no puedo yo, al menos que sea mi hija. Eso sería un síntoma de las buenas relaciones que mantenemos entre Gran Bretaña y Buenos Aires.”


PEDIDO A JOSE MARIA AZNAR
Una gestión por Pinochet

t.gif (862 bytes) Carlos Menem renovó en Brasil sus críticas contra el proceso que el juez Baltasar Garzón lleva adelante contra Augusto Pinochet al asegurar que el ex dictador debe ser juzgado en Chile. “Hasta que no haya una reforma del derecho internacional público, que les dé la posibilidad a los países como España o Inglaterra de llevar a cabo las gestiones que ya todo el mundo conoce, importa que Pinochet sea juzgado por los tribunales chilenos”, dijo.
El Presidente habló después de un encuentro con su par español, José María Aznar, donde planteó nuevamente la necesidad de apoyar la creación de tribunales internacionales para resolver casos de las características del de Pinochet. “Es una postura que yo sostuve hace cuatro años en la Asamblea General de Naciones Unidas. El mundo se globaliza y se tiene que globalizar todo, no solamente la economía”, justificó.
Menem no fue el único que abordó el tema. Su par chileno, Eduardo Frei, hizo lo propio, también tras un encuentro con Aznar. Frei impulsó el nombramiento de un arbitraje privado para que decida sobre la extradición de Pinochet a España. El ex dictador se encuentra detenido en Londres desde noviembre, acusado de más de cien casos de torturas y desapariciones. Pero España salió rápidamente a fijar posición. Tras poner en duda la propuesta chilena, al considerar que está reñida con el derecho español, el canciller Abel Matutes dijo: “El gobierno ya dejó claro su máximo respeto por la forma ejemplar con que fue administrada la transición de Chile a la democracia y no quiere interferir u obstaculizar ese proceso. Pero la cuestión Pinochet es, para España, una cuestión judicial”.

 

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