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Por Santiago Rodríguez A mí no me va a presionar nadie, aseguró ayer Fernando de la Rúa y salió así al cruce de Aníbal Ibarra, quien apenas resultó consagrado como candidato a jefe de Gobierno porteño de la Alianza reclamó la unificación de las elecciones en el distrito con las presidenciales del próximo 24 de octubre. Para no confrontar en público, Ibarra dijo después que es De la Rúa quien debe resolver la cuestión con absoluta libertad, aunque la polémica ya está planteada en el seno de la coalición y comenzará a ventilarse en los próximos días. La división que existe dentro de la Alianza en torno a la fecha de convocatoria a las elecciones amenaza con profundizarse a partir de la consagración de Ibarra como postulante a jefe de Gobierno de la ciudad. En el Frepaso pretenden que De la Rúa unifique los comicios en la Capital Federal con los presidenciales porque confían en el arrastre con que la fórmula nacional podría favorecer a la porteña. Pero el candidato presidencial aliancista teme que el eventual lanzamiento de Domingo Cavallo en el distrito, de la mano de Eduardo Duhalde, le reste votos y viene postergando su decisión. Además, prefiere evitar que su gestión gubernamental sea eje de discusión durante la campaña. Las posiciones quedaron bien claras el domingo a la noche, apenas se conocieron los resultados de la interna abierta del Frepaso en la que Ibarra derrotó al ex canciller Dante Caputo. Entonces, el flamante candidato aliancista a la Jefatura de Gobierno porteña dijo: Estamos a favor de la unificación porque creemos estar en condiciones de aportar desde la Capital Federal al triunfo de la fórmula nacional. A mí, como jefe de Gobierno, no me va a presionar nadie; resolveré con criterio objetivo de acuerdo a la Constitución y a la ley electoral, una vez que se dicte, advirtió ayer De la Rúa. De todos modos, aclaró que Ibarra no me pidió que unifique las elecciones, dijo que va a respetar lo que yo decida, que por otra parte es lo que constitucionalmente corresponda y se negó a adelantar cuál será su decisión: Hace cuatro o cinco meses que quieren que lo haga, pero no lo voy a hacer, se excusó. Es cierto que Ibarra no le pidió nada hasta ahora, aunque no tardará en hacerlo. Vamos a conversar con De la Rúa adelantó el ex fiscal, pero comparto su opinión de que más allá de cuál sea nuestro criterio, es él quien debe decidir con absoluta libertad. Ambos estarán cara a cara hoy durante la reunión del gabinete porteño y es posible que después hagan un aparte, en el cual difícilmente el tema sea pasado por alto. Ibarra está ahora en un lugar distinto y lo lógico sería que De la Rúa resuelva con él qué es lo mejor para la Alianza, explicó a Página/12 un importante dirigente frepasista. Lo que seguro Ibarra le transmitirá a De la Rúa el día en que se reúnan es el malestar del Frepaso con la actitud de los legisladores porteños del radicalismo que obstaculizan el tratamiento de la ley electoral para el distrito. Atentos al argumento del jefe de Gobierno de que no puede convocar a elecciones hasta tanto no se sancione esa norma, los diputados frepasistas comenzaron a trabajar en su redacción pero se toparon con un problema: los delarruistas y los nosiglistas ponen trabas a la discusión y complican la ya de por sí difícil obtención de los dos tercios necesarios para su tratamiento, previsto para el próximo jueves. No puede ser que De la Rúa diga que necesita la ley y su propia tropa en la Legislatura no avance en ese sentido, se quejan desde el Frepaso.
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