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Luego de un acuerdo histórico, de un referéndum que lo legitimó y de la entrega de premios Nobel de la Paz para los protagonistas de la historia, los acuerdos de paz entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte siguen pendiendo de un hilo: el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA). Los primeros ministros de Gran Bretaña y de República de Irlanda, Tony Blair y Bertie Ahern, se reunieron ayer para iniciar tres días de negociaciones que funcionarán como un ultimátum. No pretendo que los próximos días sean fáciles, comentó Blair. Pero si fracasamos, querrá decir que hemos abandonado a la inmensa mayoría de la población, que se pronunció en masa por la paz, declaró. Londres y Dublín dieron de plazo hasta el miércoles a medianoche a los protestantes unionistas y a los católicos republicanos para que solucionen su diferendo sobre el desarme de las milicias paramilitares, que ha retrasado desde hace meses la formación del gobierno previsto por los acuerdos de paz de abril de 1998. El protestante David Trimble rechaza formar un Ejecutivo en el que participe el Sinn Fein, ala política del Ejército Republicano Irlandés (IRA), mientras éste no haya comenzado su desarme. El Sinn Fein rechaza este ultimátum repitiendo que el acuerdo del Viernes Santo dio dos años a las milicias para el desarme, y que sólo pide a los partidos políticos que utilicen la influencia que tienen sobre éstas para el desarme. Durante el fin de semana, Trimble insistió en que el IRA debía comenzar el desarme, como condición previa a la formación de su gobierno. Pero luego indicó que una declaración pública del Sinn Fein, en la que prometía que el IRA completaría el desarme para mayo del 2000, podría salvar el acuerdo de paz. Pero el Sinn Fein aclaró que no es el IRA y que no podía hablar en su nombre. El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, aseguró que podía haber un acuerdo y precisó que el Sinn Fein está aquí para llegar a un acuerdo. Un informe independiente sobre el desarme de las milicias, que debe presentar el martes el general canadiense John de Chastelain, podría aliviar la tensión considerando dignas de crédito las buenas disposiciones del IRA en favor de la paz y su voluntad de un próximo desarme, según los observadores. Pero, al mismo tiempo, el inicio de las tradicionales marchas protestantes, sobre todo la de la orden de Orange, prevista el próximo domingo en Drumcree-Portadown, agrega una nota de tensión a la situación. Esta marcha conmemora el triunfo de las tropas protestantes de Guillermo de Orange sobre los católicos en 1690. La Comisión que trata el asunto postergó la decisión sobre la autorización de esta marcha para no entorpecer las negociaciones. ACUERDO CON EL SHAS EN ISRAEL El próximo gobierno
de Israel será, sin dudas, uno de los más originales de los últimos tiempos. El premier
electo Ehud Barak, luego de haber incorporado a la izquierda laica a su gabinete, llegó
ayer a un acuerdo con el poderoso partido ultrarreligioso Shas para que también integre
su gobierno. Barak, en cambio, no pudo acordar la participación futura del actual partido
gobernante, el derechista Likud, quien a su vez está actualmente aliado al mismo Shas.
Mientras tanto, en el Líbano, ya comenzaron las tareas de reconstrucción de la
infraestructura vial y eléctrica del sur del país, que durante la semana pasada fue
escenario de violentos combates entre la guerrilla pro iraní Hezbollah y el ejército
israelí.
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