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“Nos han tentado con toda clase
de ofertas, pero no vamos a vender”

Alfredo Coto aprovechó la inauguración del híper del Abasto para revelar los planes de la única cadena argentina que pelea entre los pesos pesados del supermercadismo.

Alfredo Cotomuestra las instalaciones del nuevo hipermercado.
Piensa cotizar en Bolsa para conseguir dinero a bajo costo.

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t.gif (862 bytes)  “Esta es la nave insignia de la flota de doce hipermercados que vamos a levantar durante los dos próximos años”, dijo en la mañana de ayer Alfredo Coto, aludiendo al sueño cumplido de instalar un hipermercado en pleno corazón del barrio del Abasto. El dueño de una de las cuatro cadenas que más facturan en la Argentina –unos 1700 millones de pesos anuales– abrirá hoy la nueva boca pese a la actual retracción de las ventas a la que –según confesó a Página/12– le teme “menos que a la competencia”. La pelea con sus pares Carrefour, Norte y Disco por una torta que ronda los 12 mil millones de pesos anuales, augura una mayor concentración en el sector. Y una avalancha de inversiones para disputarse territorios, junto a una guerra de precios de la que no quedan al margen ni los propios proveedores.
El moderno emprendimiento de Coto, que viene a complementar y capitalizar las obras inauguradas por la gente de Soros en el shopping Abasto, demandó una inversión de 30 millones de pesos. Así la cadena cerró una etapa del denominado Plan Maestro que en los últimos 12 meses la llevó a inyectar 220 millones en el negocio. La nueva línea ofensiva incluyó la apertura de nuevos locales en diversas partes del país, la adquisición de la cadena Acassuso y la construcción de una centro de distribución en Esteban Echeverría, entre otras obras. De este modo su facturación, estimada para este año en unos 1700 millones, trepará el próximo –según su titular– a más de 2000 millones.
–La caída en las ventas no retrajo la inversión de su cadena, ¿por qué? –le preguntó este diario.
–Las ventas se han reducido en general de 4 a 5 por ciento en el sector. La gente compra productos más económicos. Las ventas han descendido en términos de valor pero no de volumen. Pero lo más importante para tomar esta decisión no es la época recesiva, que no nos preocupa, sino la competencia cada vez más fuerte.
La ofensiva de esta cadena apunta a dar pelea, particularmente, en todo el conurbano bonaerense. “Ahora estamos en afirmarnos en la Capital Federal, sus alrededores y Rosario”, detalló Coto. Por eso el proyecto que manejan sus estrategas incluye instalar bocas en Isidro Casanova, Ciudadela, José C. Paz, Malvinas Argentina (sobre la avenida General Paz), y Esteban Echeverría, entre otros puntos estratégicos. Además, en esta última localidad está levantando un centro de distribución que, a un costo de 47 millones incluirá, además, fábricas de productos para consumo masivo local para abastecer sus locales y un frigorífico cuyas carnes envasadas serán destinadas a la exportación. Para dimensionar esta nueva veta comercial, destacaron que Coto ya es el principal comprador en Liniers, con unos 5000 animales diarios. Además, maneja parte de la cuota Hilton. Que Coto está jugado a enfrentar en serio a sus oponentes lo dice el hecho de que las ganancias por 33 millones que obtuvieron en 1998 “fueron totalmente invertidas”. Algo que volverá a repetirse en el 2000, según anticipó.
El híper Abasto, con una fuerte especialización en alimentos, sobre todo, frescos, siguiendo el perfil tradicional de la cadena, se despliega en dos plantas que suman en conjunto 10 mil metros cuadrados de áreas de venta. La obra previó, además, la construcción de cuatro subsuelos de cocheras para estacionamientos. El complejo minorista será atendido por unos 800 empleados que han sido provistos de las más modernas tecnologías: desde hornos electrónicos, cortadoras de fiambre automáticas de muy alta velocidad, pasando por una rigurosa cadena de frío para las carnes que son despostadas en el lugar. También se han construido fábricas propias de pan, repostería y comidas preparadas, entre otras instalaciones.
–¿Está en su planes asociarse o, incluso, vender todo?
–Nos han tentado con todas clase de ofertas. Pero no vamos a vender. Somos empresarios y creemos, además, que en Argentina todavía podemos dar mucho.Vamos a seguir independientes. Me inclino a salir a la Bolsa el año próximo para financiar los proyectos que tenemos, porque el crédito sigue siendo una fuerte desventaja para los empresarios locales.

 

Híper junto al shopping

ron2.gif (93 bytes)   La inversión sumó 30 millones de pesos.
ron2.gif (93 bytes)  Su facturación rondará los 100 millones de pesos anuales.
ron2.gif (93 bytes)  Ocupa dos plantas de 5000 metros de salones de venta cada una.
ron2.gif (93 bytes)  Cuenta con cuatro subsuelos de cocheras.
ron2.gif (93 bytes)  Está ubicado estratégicamente al lado del shopping Abasto con el cual tendrá una      comunicación directa.
ron2.gif (93 bytes)  Mantiene un acceso directo a la línea B de subterráneos.
ron2.gif (93 bytes)  Ocupa una manzana entera.
ron2.gif (93 bytes)  Tiene 65 cajas.
ron2.gif (93 bytes)  El proyecto demandó cuatro años.


 

PROFUNDOS CAMBIOS EN LA ZONA DEL MERCADO DE ABASTO
Un barrio que tiene una nueva cara

t.gif (862 bytes) Los restos del viejo hotel-cantina Chanta Cuatro descansan en Gardel y Anchorena, justo enfrente de una de las entradas del Shopping Abasto. “El barrio es siempre el mismo”, afirma Nicolás Rodríguez, detrás del gastado mostrador de la carnicería Pirulay, instalada desde hace años justo enfrente de Coto. Para otros, desde que se empezó a construir el shopping, el Abasto se transformó.
Los carteles “en venta”, colgados de derruidos edificios, se cuelan en el paisaje de las máquinas que le dan los últimos toques al supermercado. Y algunos viejos vecinos, tal vez dueños, tal vez no, de las ruinosas paredes que los sostienen, contemplan apáticos el progreso del barrio: un lujoso hotel para ejecutivos, junto con cuatro edificios de viviendas, completan el nuevo Abasto.
“Ha cambiado la identidad del barrio”, señala Paula, a punto de entrar a su productora de cine, en Lavalle al 3200. “Por otro lado, nadie hacía nada por este barrio. Tengo este departamento desde hace 15 años y recién hace dos meses me animé a trabajar acá.” Miguel Angel Duncan abrió Animal World, un coqueto hospital veterinario, hace tres años, enfrente de las torres de vivienda. “Me decidí cuando me enteré del proyecto”, apunta. Cruzando la calle se alzan tres gigantescas torres grises, de unos 80 metros de alto, seguidas por otro edificio de diez pisos. Desde hace dos meses se entregan llaves para el nuevo complejo. Y ya hay unas 60 familias viviendo en los casi 200 departamentos de Torres de Abasto.
Del otro lado de Corrientes, en la esquina con Anchorena, relucen los vidrios espejados del Holiday Inn. “El primer hotel internacional para ejecutivos en Sudamérica”, se lee.

 

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