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Esta es la nave insignia de la flota de doce hipermercados que vamos a levantar durante los dos próximos años, dijo en la mañana de ayer Alfredo Coto, aludiendo al sueño cumplido de instalar un hipermercado en pleno corazón del barrio del Abasto. El dueño de una de las cuatro cadenas que más facturan en la Argentina unos 1700 millones de pesos anuales abrirá hoy la nueva boca pese a la actual retracción de las ventas a la que según confesó a Página/12 le teme menos que a la competencia. La pelea con sus pares Carrefour, Norte y Disco por una torta que ronda los 12 mil millones de pesos anuales, augura una mayor concentración en el sector. Y una avalancha de inversiones para disputarse territorios, junto a una guerra de precios de la que no quedan al margen ni los propios proveedores. El moderno emprendimiento de Coto, que viene a complementar y capitalizar las obras inauguradas por la gente de Soros en el shopping Abasto, demandó una inversión de 30 millones de pesos. Así la cadena cerró una etapa del denominado Plan Maestro que en los últimos 12 meses la llevó a inyectar 220 millones en el negocio. La nueva línea ofensiva incluyó la apertura de nuevos locales en diversas partes del país, la adquisición de la cadena Acassuso y la construcción de una centro de distribución en Esteban Echeverría, entre otras obras. De este modo su facturación, estimada para este año en unos 1700 millones, trepará el próximo según su titular a más de 2000 millones. La caída en las ventas no retrajo la inversión de su cadena, ¿por qué? le preguntó este diario. Las ventas se han reducido en general de 4 a 5 por ciento en el sector. La gente compra productos más económicos. Las ventas han descendido en términos de valor pero no de volumen. Pero lo más importante para tomar esta decisión no es la época recesiva, que no nos preocupa, sino la competencia cada vez más fuerte. La ofensiva de esta cadena apunta a dar pelea, particularmente, en todo el conurbano bonaerense. Ahora estamos en afirmarnos en la Capital Federal, sus alrededores y Rosario, detalló Coto. Por eso el proyecto que manejan sus estrategas incluye instalar bocas en Isidro Casanova, Ciudadela, José C. Paz, Malvinas Argentina (sobre la avenida General Paz), y Esteban Echeverría, entre otros puntos estratégicos. Además, en esta última localidad está levantando un centro de distribución que, a un costo de 47 millones incluirá, además, fábricas de productos para consumo masivo local para abastecer sus locales y un frigorífico cuyas carnes envasadas serán destinadas a la exportación. Para dimensionar esta nueva veta comercial, destacaron que Coto ya es el principal comprador en Liniers, con unos 5000 animales diarios. Además, maneja parte de la cuota Hilton. Que Coto está jugado a enfrentar en serio a sus oponentes lo dice el hecho de que las ganancias por 33 millones que obtuvieron en 1998 fueron totalmente invertidas. Algo que volverá a repetirse en el 2000, según anticipó. El híper Abasto, con una fuerte especialización en alimentos, sobre todo, frescos, siguiendo el perfil tradicional de la cadena, se despliega en dos plantas que suman en conjunto 10 mil metros cuadrados de áreas de venta. La obra previó, además, la construcción de cuatro subsuelos de cocheras para estacionamientos. El complejo minorista será atendido por unos 800 empleados que han sido provistos de las más modernas tecnologías: desde hornos electrónicos, cortadoras de fiambre automáticas de muy alta velocidad, pasando por una rigurosa cadena de frío para las carnes que son despostadas en el lugar. También se han construido fábricas propias de pan, repostería y comidas preparadas, entre otras instalaciones. ¿Está en su planes asociarse o, incluso, vender todo? Nos han tentado con todas clase de ofertas. Pero no vamos a vender. Somos empresarios y creemos, además, que en Argentina todavía podemos dar mucho.Vamos a seguir independientes. Me inclino a salir a la Bolsa el año próximo para financiar los proyectos que tenemos, porque el crédito sigue siendo una fuerte desventaja para los empresarios locales.
PROFUNDOS CAMBIOS EN LA ZONA DEL MERCADO DE
ABASTO Los
restos del viejo hotel-cantina Chanta Cuatro descansan en Gardel y Anchorena, justo
enfrente de una de las entradas del Shopping Abasto. El barrio es siempre el
mismo, afirma Nicolás Rodríguez, detrás del gastado mostrador de la carnicería
Pirulay, instalada desde hace años justo enfrente de Coto. Para otros, desde que se
empezó a construir el shopping, el Abasto se transformó.
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