Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Entrevista con peter kornbluh “
Con Chile brota lo sórdido de EE.UU.”

Después de un debate de ocho semanas en la administración Clinton, a partir del arresto de Pinochet en Londres, hoy serán desclasificados miles de documentos sobre su dictadura y el apoyo de EE.UU. En esta nota, un experto dice qué puede esperarse.

General Contreras, jefe de la DINA, y compañeros de picnic con agentes de la CIA bajo la dictadura.

na23fo01.jpg (11752 bytes)

El País de Madrid
Por Ernesto Ekaizer Enviado especial a Washington

t.gif (862 bytes) Hoy por la mañana, el Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos desclasificará oficialmente varios miles de documentos sobre el golpe de Augusto Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende y sobre violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar en Chile. Peter Kornbluh, jefe del Proyecto Chile en el National Security Archive (Archivo Nacional de Seguridad) estima en esta entrevista que el material desclasificado servirá para arrojar luz tanto sobre muchos crímenes ordenados por Pinochet como sobre la implicación del gobierno norteamericano en el apoyo de la dictadura. “La parte sórdida de la política exterior de Estados Unidos sale a la luz en Chile”, dijo a este diario.
En el National Security Archive, institución que contra lo que podría parecer es una entidad privada vinculada a la George Washington University de Estados Unidos, un hombre de 42 años veía llegar el día D. En el mismo despacho, situado en la biblioteca de la universidad, Peter Kornbluh, analista de relaciones internacionales, ha dedicado los 10 últimos años a la compilación y publicación de material secreto desclasificado sobre la implicación del gobierno de Estados Unidos y agencias norteamericanas en las actividades de la dictadura del general Pinochet, tanto en Chile como en actos terroristas como el que mató el 21 de setiembre de 1976 en el centro de Washington a Orlando Letelier, ex canciller y ex ministro de Defensa del gobierno de Salvador Allende.
–La hora señalada ha llegado. ¿Espera usted encontrar a partir de hoy las claves para descifrar la relación de Estados Unidos con el golpe y la dictadura de Pinochet?
–La desclasificación permitirá hacer públicos miles de documentos sobre Chile. La administración Clinton, tras el arresto del general Pinochet en Londres, celebró un debate que duró ocho semanas. El juez Baltasar Garzón solicitó una ampliación de la comisión rogatoria, y los familiares de víctimas, como pueden ser los casos de Charles Horman, Ronni Moffitt y de Orlando Letelier, renovaron su presión. La primera tanda de documentos, según la orden, debería comprender el período setiembre 1973-1978, pero también se han cursado instrucciones para aportar material entre 1968 y 1973. En una segunda fase se prevé otra orden, quizá referida al período 1979-1991.
–En esta primera fase, ¿cuántos documentos serán hechos públicos?
–Una cosa son todos los documentos y otra lo que se ha decidido desclasificar. Hablamos de un total de unos 15.000 documentos, es decir, centenares de miles de páginas, relacionados con el caso Chile, en el período 1968 y 1990. Chile es un caso especial por la elección de Salvador Allende y los debates que ello generó, por la actitud de la administración Nixon y el derrocamiento de Allende, el apoyo a Pinochet y el asesinato de Letelier. Chile recibió de lejos, dentro de la administración norteamericana, más atención que cualquier otro país de América latina durante los años 70. Y no hay ninguna duda sobre su intervención directa en los acontecimientos.
–¿Y todo saldrá en los papeles?
–Hemos estudiado la historia de la intervención de Estados Unidos en Chile, hemos tenido entrevistas con ex oficiales de la administración, subsecretarios de Estado, han habido incluso algunos contactos con ex jefes de la CIA en Chile. Hemos sabido cómo el coronel Manuel Contreras, que fuera director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), tenía estrechas relaciones con responsables de la CIA en Chile. Solían salirjuntos de picnic. Sabemos por la actividad en América Central el tipo de apoyo que la CIA da a servicios de inteligencia, como pudo ser el caso de la DINA: entrenamiento, equipo técnico, operaciones conjuntas. A mediados de los años 70, antes de que los derechos humanos se convirtiesen en un gran asunto en Estados Unidos, la CIA estuvo muy implicada en la creación y apoyo de la policía política chilena.
–No tenemos ni un solo documento desclasificado hasta ahora sobre esta implicación. Se ha dicho, precisamente, que el periodista norteamericano Charles Horman, el personaje de la película Missing, fue asesinado tras conocer algo de esa intervención.
–Mi oficina ha trabajado muy estrechamente con la viuda de Charles, Joyce Horman, para lograr que todos los documentos sobre el caso sean desclasificados. Hemos sabido, al leer algún material ya desclasificado, que funcionarios del Departamento de Estado pensaron que sería improbable que los militares chilenos hubiesen asesinado a Charles Horman y a otro ciudadano norteamericano, Frank Terucci, sin tener algún tipo de luz verde tácita, directa o indirecta, de la CIA. El Departamento de Estado preparó un cablegrama para enviar al jefe de la CIA en Santiago, en el que preguntaba si por alguna vía, directa o indirecta, habían dicho a los militares que no les importaba si los dos norteamericanos desaparecían, si hubo, por ejemplo, algún tipo de contacto con los militares chilenos que pudo haber sido utilizado como una autorización para asesinarlos. El cable fue enviado en diciembre de 1976, tres años después de la muerte de Horman. Este cable nunca fue desclasificado ni tampoco la respuesta de la CIA. Estos son dos documentos muy importantes para el caso que vamos a buscar en la montaña de material que será desclasificado hoy.
–¿Cómo arma usted el puzzle?
–Parte de la ciencia consiste en leer los documentos muy cuidadosamente, ver las referencias a otros, sean cables, telegramas, informes de trabajo o actas de conversaciones. Leemos los documentos con mucha atención y hacemos una lista de todos los asuntos a los que se refieren, de manera que ampliamos la fotografía. Los documentos son piezas de un puzzle. Cada documento desclasificado es una pequeña pieza. Es un mosaico. Si puedes colocar todos los documentos juntos, logras una imagen más completa de la política de Estados Unidos en Chile. Uno, diez o cien documentos aislados no son suficientes. Necesitas realmente tantos documentos como puedas obtener, del mismo modo que tienes que entrevistar a la gente que los escribió. Y, afortunadamente, hay todavía mucha gente que sigue viva y a la que puedes hablar, llevarles los documentos y decirles: “Usted escribió esto, usted leyó esto, ¿de qué iba todo esto?, ¿qué sabía usted?, ¿a qué se refería usted?”. Esto es lo que hacemos en el National Security Archive (NSA).
–¿Espera usted algo más preciso o relevante, por ejemplo, sobre el caso Letelier?
–Sí. Creemos que habrá cientos de documentos completamente desclasificados sobre el asesinato de Orlando Letelier. En parte, porque este caso es para los Estados Unidos el hecho más sensible. Y seguir manteniendo en secreto documentos sobre un acto de terrorismo internacional, como el asesinato de Orlando Letelier y Ronni Moffitt, sólo puede interpretarse como el encubrimiento de los responsables. Ya tenemos cientos de documentos sobre Letelier, pero están todos borroneados. Es material obtenido durante los primeros años 80 por las familias de Letelier y Moffitt. Se acudió a los tribunales para demandar al gobierno chileno, cuando Pinochet todavía estaba en el poder. Muchos de estos documentos solo tienen una o dos palabras que se pueden leer; el resto está tachado. En particular, hay un largo cablegrama de la CIA desde Santiago sobre quién mató a Orlando Letelier, con una inicial de inteligencia. No sabemos si es cierto, ni siquiera conocemos el contenido,porque, como digo, está todo borroneado. Este documento está primero en nuestra lista para ver si, en efecto, se ha desclasificado. Si no lo está, presionaremos a la administración Clinton y las familias de Letelier y Moffitt harán ver a la administración y a la CIA que se necesita su desclasificación.
–Pero la CIA no es la única agencia que ha intervenido.
–En efecto. Hay varias y muy importantes. Tenemos la DIA, la Agencia de Inteligencia de Defensa, que es relevante por su información de inteligencia. No realiza operaciones como tal agencia, pero produce informes con información de inteligencia militar. Tiene archivos voluminosos sobre Augusto Pinochet, Manuel Contreras, Pedro Espinoza, y otros. Está la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), institución “top secret”, que reúne información mediante pinchazos e intercepción de teléfonos, control de ordenadores, correos electrónicos. Es importante porque podría aportar conversaciones grabadas de Pinochet y Contreras sobre ciertos casos relevantes. No está claro que la NSA haya preparado documentos en esta desclasificación. También hay que mencionar al National Security Council (Consejo de Seguridad Nacional). Es allí donde se adoptaron decisiones políticas por gente como el secretario Henry Kissinger. Allí es donde tuvo lugar el debate interno del gobierno de Estados Unidos. Hubo muchas reuniones en las que se analizó la violación de los derechos humanos bajo la dictadura de Pinochet. Y hubo actas de esas discusiones. Esto forma parte de las evidencias.

 

PRINCIPAL