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MARY SANCHEZ EXPLICA A PAGINA/12 SU DERROTA Y RENUNCIA
“La elección la ganó el radicalismo”

Tras redactar de puño y letra su renuncia a la presidencia del Frente Grande bonaerense, cuenta que la interna del domingo fue en realidad una confrontación con los radicales, que apoyaron a Bayón.

Foto: “Los comités de la UCR tenían la foto de Pinky-Bayón y salían autos hacia los lugares de votación. Hay renuncias de afiliados radicales por razones éticas”.

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Mary Sánchez, por ahora se quedó sin ningún lugar en las listas de candidatos de la Alianza.
“Apenas supe el resultado la llamé llorando a Graciela Fernández Meijide para pedirle disculpas.”

Por Fernando Cibeira

t.gif (862 bytes) Aunque trata de disimularlo, Mary Sánchez sigue dolida por la sorpresiva derrota que sufrió el domingo en las internas del Frente Grande para la candidatura a intendente de La Matanza. “Me mimaron mucho porque estaba muy mal”, cuenta sobre la reacción de Graciela Fernández Meijide y de Carlos “Chacho” Alvarez pasada la elección. “Apenas supe el resultado, la llamé llorando a Graciela para pedirle disculpas”, agrega. “Ella me dijo: ‘Nena, no te pongas mal’. Bueno, es que nos queremos mucho.” Sobre el escritorio de su despacho en el anexo de Diputados está firmada de puño y letra su renuncia a la presidencia del Frente Grande de la provincia de Buenos Aires por la derrota sufrida en su distrito ante el concejal Herminio Bayón, el delegado de la locutora Pinky. Aunque Mary no quiere adelantar qué rol jugará ahora en las elecciones de octubre, recuerda que los lugares cuarto y sexto de las candidaturas a diputados nacionales del Frente le corresponden a su sector interno.
–¿Por qué renunció a la presidencia del Frente Grande bonaerense?
–Creo que no puede quedar intrascendente lo que pasó, no puedo no tenerlo en cuenta. Tiene que ver con una cuestión personal y de cómo pienso.
–¿Por qué perdió la interna?
–Primero hay que plantear algunas cosas que parecen secundarias pero que tienen su importancia. En la interna del Frente Grande votaron 13 mil personas en un distrito que tiene un millón y medio de habitantes. En su momento, cuando planteamos que eran necesarios los consensos y no las internas, era porque las internas son menores de lo que significaba la Alianza y que siempre es una debilidad en un distrito como La Matanza. Este era el fundamento político del consenso y no la falta de un criterio democrático. Ahora, eso no quiere decir que todos estén de acuerdo y por eso llegamos a la interna. Votamos 13 mil personas y los resultados son muy claros: la elección del Frente la perdió Bayón, la ganamos por el 52 por ciento de los votos.
–¿Qué quiere decir eso?
–Que la elección se convirtió en una elección de la Alianza, porque participó abiertamente el radicalismo, no sólo con la candidata. Esa elección la ganó el radicalismo. Esto es absolutamente objetivo. Los comités de la UCR tenían la foto de Pinky-Bayón y salían autos desde los comités hacia los lugares de votación. Incluso hay renuncias de afiliados radicales por la situación ética, de no meterse en la interna de otro partido. Yo vi hasta concejales radicales en la puerta de las escuelas acarreando gente. Aunque a esta altura se convierte en un hecho secundario porque ese riesgo lo tendríamos que haber tenido en cuenta.
–Cuando habló de los 13 mil que participaron de la interna, ¿quiere decir que son pocos o muchos?
–Lo que quiero decir es que son irrepresentativas las internas de este tipo que no convocan al conjunto de los matanceros. Pasó en las internas del PJ y en las de la UCR también. El problema es cómo un método interesante como el de las internas abiertas no se convierte en una intromisión de otros partidos o un shopping o un microemprendimiento de la pobreza. Los independientes comprados en remiserías no son independientes, los compre quien los compre.
–¿Y qué significa que Bayón perdió la interna del Frente Grande por el 52 por ciento?
–Eso es lo que saqué yo y la otra lista que salió tercera. Es como si hubiese habido dos elecciones. Una lo que sacamos los del Frente Grande. Y por otro lado la otra lista, que tenía el apoyo radical. Esto no tiene nada que ver con lo que signifique Pinky, no es un cuestionamiento a ella. Dos meses antes yo le había ofrecido la candidatura a ella.
–¿No se la aceptaron
–Lo que yo decía es que podía resignar mi candidatura, lo que no iba a resignar es que en las internas De la Rúa-Meijide de noviembre en La Matanza había ganado el Frepaso. Y que esa representatividad tenía que traducirse en una mayor responsabilidad en el gobierno. El acuerdo tenía que ver con qué haría el radicalismo como compensación. Por ahí otro diputado más para el Frepaso o en qué distrito ponían un candidato nuestro si le daban mejor las encuestas que al candidato radical a intendente. Pero no hubo ninguna visión de conjunto aliancista para reconocer esto. Es más, una semana antes de la elección vino el diputado Rafael Pascual a ofrecerme bajar la lista de Bayón y llegar a un acuerdo. Pero ya estábamos inscriptos en la Justicia y no se podía hacer una truchada.
–¿El problema entonces no era Pinky sino la distribución del gobierno de La Matanza?
–Tiene que garantizarse el proyecto del Frepaso, con espacios de poder y de gobierno en La Matanza. Este triunfo de un compañero nuestro del Frepaso es un triunfo a lo Pirro, por la dependencia que puede darse por los favores mutuos. Cuando decimos que la aceptación de la candidatura de Pinky tiene que ser una decisión del partido es porque estamos planteando los otros aspectos de esta ecuación, que no es un problema de candidaturas, sino de garantía de integración de la Alianza, de gobierno y de participación de los sectores que componen el Frepaso. Queremos ganar. Y para que gane Pinky necesita toda nuestra fuerza política. Tenemos que sentarnos a conversar, limarse las heridas y no hacer exclusiones.
–¿Cree que con las encuestas tan parejas entre Fernández Meijide y Carlos Ruckauf puede convertir a los votos de La Matanza en decisivos?
–Ojalá se dé algo que nunca se da: que un intendente empuje para arriba a la fórmula. A lo mejor con tanto movimiento producimos un hecho diferente. Para eso tiene que quedar claro que es Alianza lo que hay en Matanza, y que no se convirtió en la UCR. Hay que tenerlo en cuenta porque es un distrito de raíz peronista.
–¿Le sorprendió que Fernández Meijide haya reconocido tan rápido el triunfo de Pinky?
–Hablamos inmediatamente. Yo hablé con Graciela a la tarde cuando advertí que podía perder por ese movimiento “extra interna” en las calles.
–¿Hasta ese momento nunca había pensado que podía perder?
–Sinceramente no. Hasta teníamos un lugar para hacer la conferencia de prensa, estábamos convencidos que ganábamos. A la tarde empecé a tener dudas. Había mucha gente en la calle que no conocíamos y colectivos que se sacaban de línea para llevar gente a votar.
–¿Va a ser candidata a diputada en octubre?
–Lo que más me interesa ahora es colaborar en la campaña con Graciela en todo lo que sea necesario.

 

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