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CHARLY, FUTBOLISTAS Y FAMOSOS EN OLIVOS
Ultimas noches del Presidente

A pedido de Menem, Kohan arma encuentros mensuales con personalidades que el riojano quiere conocer, provechando así los últimos meses de su mandato. También hay encuentros “privadísimos” que se mantienen en secreto.

La visita que Charly hizo anteayer a la Quinta fue trabajada durante los últimos seis meses.
Fernando Szereszevsky, vocero de Kohan, fue el encargado de hacer los contactos con el rockero.

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Por Diego Schurman

t.gif (862 bytes) Carlos Menem tuvo la ocurrencia a fin del año pasado, durante una producción fotográfica de la revista Gente.
–Charly, vos sabés que justo hoy estuve escuchando tus canciones –le endulzó los oídos–. A mí me gustabas más vos que los Rolling Stones. ¿Por qué no te venís a Olivos? –abundó.
–Bueno, un día voy a ir –salió del paso el músico.
Fueron seis meses de arduas negociaciones. Pero el mandatario, finalmente, se dio el gusto. Charly García aceptó participar de una de las veladas que la Presidencia organiza mensualmente en Olivos a pedido del riojano, que pretende aprovechar al máximo sus últimos meses en el poder para agasajar a los famosos que aún le resta conocer.
La orden de Menem llegó a principios de año, cuando la posibilidad de una nueva reelección era algo más que un sueño. “Lo quiero a Charly, conseguilo”, le dijo en una reunión privada a Alberto Kohan. El secretario general de la Presidencia prometió no fallar.
El operativo estuvo a cargo de Fernando Szereszevsky. Se trata del jefe de prensa de Kohan que, gracias a las gestiones de una hermana actriz, tejió buenos contactos con personalidades del mundo del espectáculo. Una de ellas es Marcelo De Lavalle, manager del rockero.
Desde hace más de un año que Szereszevsky cumple el sueño de Menem de compartir momentos con figuras del mundo del deporte y la farándula. Las veladas se hacen una vez por mes, generalmente los jueves, y el grupo de invitados –casi nunca más de veinte– responde a áreas temáticas.
La última cena reunió a árbitros de fútbol. Angel Sánchez, Juan Carlos Lousteau, Juan Carlos Crespi, Horacio Elizondo agradecieron al Presidente con un gesto: le regalaron la indumentaria clásica de los referís.
Hubo otras, con futbolistas, la debilidad de Menem. A nadie le importó el fanatismo del Presidente por River, menos a Kohan, que por Boca es capaz de hablar mal de su jefe. Por eso últimamente se vio por Olivos a Martín Palermo, el mellizo Guillermo Barros Schelotto, Diego Cagna y el entrenador Carlos Bianchi. Claro que antes por allí pasaron los riverplatenses Leonel Gancedo, Juan Pablo Sorín y también Juan Antonio Pizzi.
Muchas veces se realizan encuentros privadísimos. “Muchos de los que nos putean vienen al pie. Pero no los vamos a quemar”, dicen en la Casa Rosada para generar misterio. Hay otras reuniones que el propio Menem se encarga de publicitar. Más que la inclinación presidencial por el cholulismo, estas actividades responden a una estrategia por el supuesto beneficio que le depara una foto con esas figuras internacionales. Así se mostró con los Rolling Stones, Claudia Schiffer, Xuxa y Madonna, entre tantos otros.
Desde el primer diálogo en vivo entre Menem y Charly hasta el encuentro del martes a la noche en Olivos hubo varias comunicaciones telefónicas.
–Charly le decía a Menem que aguante, que a él también le pegaron en momentos difíciles, y que sabe lo que es hacer leña del árbol caído -señaló una alta fuente de Gobierno sobre el contenido de los llamados.
La fuente hacía referencia al desplazamiento del Presidente del centro de escena, un lugar que está siendo dominado por los candidatos a sucederlo, el justicialista Eduardo Duhalde y el aliancista Fernando de la Rúa. En el Gobierno estaban convencidos de que el tema “El aguante”, que Charly tocó en Olivos, estuvo dedicada a Menem. Nada dijeron, en cambio, de otro de los clásicos que el músico de bigote bicolor interpretó: “Promesas sobre el bidet”.
Las versiones cambian según la fuente. Del entorno del autor de Demasiado Ego no se habla exactamente de una relación de amor entre las “dos potencias”, como Charly se definió a sí mismo y al Presidente. Aunque reconocen que el político despierta cierto interés al músico “por lo bizarro de su mundo”. Es más, para desvirtuar la tesis oficial aseguran que el ex creador de Sui Generis y Serú Girán plantó a Menem en una primera cita. La excusa fue que su hijo Miguel se había enfermado. Miguel tiene veintipico. Pero el Presidente no se rindió. Y los contactos continuaron.
El segundo intento, realizado en las últimas semanas, también fracasó. Esta vez el que no podía era Menem, quien debía realizar una gira por el exterior. Finalmente este lunes, por la noche, Szereszevsky acercó la buena nueva, mientras Menem participaba en Río de Janeiro de la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, Centroamérica y la Unión Europea.
El Presidente disfrutó de la música de Charly mientas degustaba empanadas, pizza y asado. En la mesa rectangular del chalet de Olivos no faltaron botellas de vinos Menem. La televisión esta vez no estaba prendida. No pasaban ningún partido a esa hora.
El comentario de rigor entre algunos funcionarios oficiales fue la ausencia de María Gabriela Epumer, guitarrista de Charly y novia del vocero de De la Rúa, Darío Lopérfido.
–Quería ir, pero se me hizo tarde. Me hubiera gustado ver esa dupla -dijo a Página/12 para echar por tierra cualquier tipo de especulación.
En el Gobierno no sólo se habló de los ausentes. También les pegaron a los presentes. Se sorprendieron por la aparición inesperada de Pipo Cipolatti. “Se coló, pero bueh...”, dijeron sobre el líder de Los Twist. En cambio, intentaron mantener en reserva una escena que descolocó al Presidente. Aquella donde Charly se quedó prácticamente como Dios lo trajo el mundo ya que su delgadez le hizo caer los pantalones.
La prenda no fue lo único que perdió el músico. También se quedó sin la amistad de Hebe de Bonafini. La titular de Madres de Plaza de Mayo, que ya había tenido un entredicho con Charly cuando éste quiso realizar un show que recreara los vuelos de la muerte, fue clara al respecto: “Se puede abrazar con quien quiera, nosotras no nos vamos a abrazar más con él”, dijo.

 


 

MENEM ABREVIO EL ACTO DE HOMENAJE A PERON
Mucho apuro para ver la Copa América

Por F.Y.

t.gif (862 bytes) Fue un acto corto, el debut de la selección argentina en la copa América así lo exigía. Fue un acto que buscó ser emocionante, se recordaba el 25 aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón. Fue un acto de despedida, porque Carlos Menem dijo que en pocos meses más entregará su banda presidencial, aunque prometió retornar en el 2003. Pero también fue un acto de advertencia (obviamente para Eduardo Duhalde), porque el Presidente dijo que estará “atento y vigilante para que no haya desvíos en lo que hicimos y logramos en estos últimos diez años de gobierno”.
La cita fue en el Teatro Cervantes, con poco público y apagado entusiasmo. Algo similar ocurrió con las personalidades que concurrieron. Muchos dirigentes de antaño y casi nadie del presente. José María Castiñeira de Dios, Jorge Taiana, Alberto Roccamora, Hipólito Jesús Paz y Antonio Cafiero, todos ex funcionarios de Perón recibieron plaquetas de mano del Presidente. Pero también estuvieron los ministros Carlos Corach y Jorge Rodríguez; el diputado César Arias y el gobernador pampeano Rubén Marín. Este último y Cafiero se hicieron acreedores del mote de “traidor” cuando el locutor los nombró. Pero nadie dijo nada cuando se leyeron los telegramas de Carlos Reutemann y de los gobernadores Adolfo Rodríguez Saa, Jorge Escobar y Carlos Juárez.
Cuando Menem habló se autodefinió como “un fiel y leal discípulo del general Perón” y aseguró que todo lo que sucede en el mundo, como la globalización y el Mercosur, ya lo había predecido el líder del movimiento. La concurrencia estalló en un “no” rotundo cuando el riojano anunció su próximo fin de mandato. El rió con picardía, y dijo que se irá sólo físicamente y que trabajará para retornar en el siglo que viene. Se cuidó de nombrar a Duhalde y Ramón Ortega, pero anunció el triunfo del peronismo y, de paso, le advirtió que “atento y vigilante para que no haya desvíos en lo que hicimos y logramos en estos últimos diez años de gobierno”. Siempre fiel a su estilo Menem concluyó con su discurso diciendo que “Perón está vivo y con toda seguridad hoy se encuentra en el estadio paraguayo donde juega la Argentina y es por ello que los libero para que puedan ver el partido”. La gente finalmente aplaudió a rabiar y todos se fueron en busca de un televisor, Menem incluido.

 

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