Por Claudio Zlotnik Sociedad Comercial del Plata,
el holding liderado por Santiago Soldati, que tuvo un crecimiento explosivo al participar
de las privatizaciones, ya llegó a un principio de acuerdo con los bancos acreedores, lo
que le permitirá reestructurar gran parte de su pesada deuda. Para que la solución sea
definitiva, todavía le falta tener el visto bueno de los cientos de inversores poseedores
de títulos de deuda de la compañía. A partir de entonces, el conglomerado de Soldati
podrá volver a transitar por un camino llano. Aunque, en el medio, debió deshacerse de
varios de sus principales activos.
La deuda de Comercial del Plata trepa a 700 millones de dólares. De ese total, 240
millones están en manos de pequeños inversores a través de Obligaciones Negociables,
mientras que el resto del endeudamiento es con bancos. A mediados de abril, Comercial
incumplió con el pago de un bono por 25 millones, y sus directivos se vieron obligados a
renegociar los plazos de la deuda.
La propuesta del holding al club de bancos acreedores y a los tenedores de títulos se
dividió en tres: por un lado se negocia la deuda del holding en general, por otro la de
la petrolera Compañía General de Combustibles (CGC) y por último la del Tren. El
preacuerdo, todavía de palabra, con las 28 entidades financieras acreedoras incluye pagar
el total de los pasivos a un plazo de entre siete a ocho años y a una tasa que se fijará
entre el 7,5 y el 10 por ciento anual. No habrá quita, confió una fuente del
sistema financiero a este diario. Además, los bancos podrán optar por capitalizar una
pequeña porción de Comercial del Plata. En tanto, a los pequeños inversores se les
propuso una oferta similar, aunque en este caso el acuerdo podría demorarse un mes más.
La caída en el precio del petróleo sumada a los costos generados por el Tren de la Costa
fueron asfixiando a Comercial, y en el primer trimestre del 99 registró una
pérdida de 19,5 millones de pesos. Para hacer frente a los vencimientos de deuda, Soldati
encaró una agresiva reestructuración del holding: desde 1997 vendió sus participaciones
en la petrolera EG3, Refinería San Lorenzo, Dapsa, Parafina del Plata, Transener, la
mitad de la constructora SPC, un dock en Puerto Madero, Aguas Argentinas y en otras tres
empresas de agua en el interior del país, Gas Natural BAN, Agar Cross y áreas petroleras
en la Argentina y Venezuela.
Tras el ajuste, el grupo quedó reducido a sus tenencias en Transportadora de Gas del
Norte (TGN), en CGC y al Tren de la Costa. Para TGN ya hay comprador: la francesa Total o
Techint, el otro socio en la gasífera. Ahora, todas las fichas de Soldati están puestas
en el casino que está construyendo en el Tigre en sociedad con la empresa Boldt. El
casino abriría sus puertas en octubre.
RECLAMO DE ROCCA, DE TECHINT
Las multis argentinas
Por Pablo Ferreira
Hay
que proponer políticas activas para las 500 o 600 empresas argentinas que pueden tener
capacidad de transformarse en compañías globales, planteó Paolo Rocca, uno de los
herederos de Techint. Así el vicepresidente del grupo siderúrgico se puso a la cabeza de
una campaña para fortalecer el empresariado local ante la ofensiva de las multinacionales
extranjeras.
A propósito, Rocca confesó en tono de lamento que no logramos comprar YPF porque
no conseguimos una tasa del 3 por ciento anual como hicieron los españoles de
Repsol. Por ello, además, achacó buena parte del fenómeno de desnacionalización al
sistema financiero. En tanto, el economista Miguel Broda salió en apoyo del
planteo del megaempresario en el sentido de generar políticas activas para
empujar ese fenómeno.
El ejecutivo italo-argentino expuso sus ideas en un seminario, organizado por la Facultad
de Ciencias Económicas, donde se presentaron los resultados del trabajo de los
investigadores Daniel Chudnovsky, Bernardo Kosacoff y Andrés López sobre Las
multinacionales latinoamericanas. El estudio buscó poner en debate la nueva ola de
globalización de empresas locales.
El capítulo argentino de la investigación, desarrollado por Kosacoff, analiza los diez
principales grupos trasnacionalizados. En el listado de conglomerados, cuyos activos en el
exterior suman cerca de 8600 millones de dólares, figuran, además de Techint, IMPSA,
Arcor, Sancor, Bemberg, Pérez Companc, Ferrum y Socma de la familia Macri.
La investigación destaca, además, que del selecto grupo de compañías transnacionales
de América Latina no pocas exhiben performances significativas en materia de facturación
y empleo en el extranjero. Por caso, las ventas en el exterior de la cementera Mexicana
CEMEX supera el 50 por ciento. Y el grupo Techint, tanto como IMPSA, tienen un porcentaje
similar. En cuanto al empleo, el grupo mendocino ha llegado a ubicar fuera de las
fronteras cerca de la mitad de su personal (2700 trabajadores), mientras que los Bemberg
hicieron lo mismo con 2300.
Miguel Broda, otro de los participantes del encuentro, prefirió destacar por su parte la
ignorancia generalizada sobre el novedoso fenómeno. La primera reacción de los
candidatos presidenciales frente a éste es preguntarse si no perderemos capitales y
empleo, ironizó en un tramo de su charla. El también presidente de la Fundación
Gobierno y Sociedad apoyó el planteo de Rocca de impulsar oficialmente la globalización
empresaria. Y calificó de trágico que Techint no haya podido comprar YPF.
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