OPINION
Pinochet ya no sirve a
EE.UU.
Por Andrés Lagos* |
Los
documentos desclasificados dejan en evidencia la tremenda injerencia de EE.UU. antes y
después del golpe que derrocó a Salvador Allende. Si bien es cierto que era algo sabido,
no ha sido fácil dejar en claro esta evidencia dentro de Chile. Por otra parte, los
informes también reafirman todas las informaciones sobre la Operación Cóndor que la
secretaria del partido, Gladys Marín, manifestó reiteradamente ante el juez Garzón y en
el libro que publicó recientemente. Y en tercer lugar, esta noticia hace completamente
insostenible el impulso del gobierno para traer a Pinochet bajo la excusa de motivos
humanitarios. Las pruebas sobre las violaciones a los derechos humanos son demasiado
contundentes como para seguir apelando a este recurso.
Evidentemente, las revelaciones de EE.UU. son parciales. En dos sentidos: el primero es
que no se dan a conocer los datos sobre los casos Letelier, Prats o Soria, que son
fundamentales para ampliar la causa que lleva adelante el juez Garzón. Y en segundo
lugar, el supuesto interés de Estados Unidos en defender los derechos humanos (recordemos
los recientes informes sobre la colaboración de la CIA con el ejército de Guatemala
durante la guerra civil en ese país) es muy selectivo. Washington es el primer país que
se opone a la creación de un Tribunal Penal Internacional, que nosotros apoyamos y que
parece ser la única alternativa viable para castigar los delitos de genocidio y
terrorismo de Estado.
Cabe preguntarse, sin embargo, por qué EE.UU. hace esto. Creo que Washington está
interesado en imponer un mando militar en Chile distinto al que existe ahora porque va en
contra de sus intereses actuales. La carta de EE.UU. para Latinoamérica y en especial
para Chile no es la derecha, como antes, sino lo que ahora se llama la Tercera
Vía. En otras palabras, la Concertación. Pinochet fue útil para la estrategia
norteamericana en un determinado período de la historia. Ahora estamos en otro y el mando
militar chileno parece no comprenderlo. Sigue defendiendo a Pinochet como su gran figura
simbólica y esto no favorece a EE.UU.
Aunque no tenga una influencia directa en el proceso que se sigue contra Pinochet en
Europa, las revelaciones de los documentos sí pueden entrar en los procesos que se siguen
en Chile por casos como el de la caravana de la muerte o los de la Colonia
Dignidad. Habrá que ver hasta dónde se puede extender esta influencia para lograr la
verdad y la justicia en Chile. En todo caso, dependerá más que nada de la fuerza que
muestren los organismos de derechos humanos para que este proceso no se detenga. Existen
vastos sectores políticos en Chile que, luego de este revuelo, quieren que todo vuelva a
cero a través de políticas de punto final como las que ocurrieron en la Argentina.
Evitar este resultado es ahora nuestro desafío.
* Integrante de la Comisión Política del Partido Comunista Chileno |
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