Por Pablo Plotkin Mientras Michel Peyronel
baterista de Riff, dandy maduro del rock nacional y propietario de FM
Nostalgie prepara tragos y los bautiza en uno de los ambientes de la radio, Marcelo
Moura tecladista, y cantante, de Virus desde la muerte de su mítico hermano
Federico hace 11 años, y ahora conductor de El Probador entrevista a
Gustavo Cerati en el estudio de transmisión. Moura empezó a hacer radio hace un mes,
después de que la banda decidiera parar, hasta nuevo aviso. Durante estos veinte
años siempre me dediqué a la música con mucha devoción, mucho placer, dice.
Toda la vida me pasó de quedarme a trabajar hasta tarde en mi casa con un
instrumento, y que me dijeran `¿cuándo venís a acostarte?, y yo: `ahora voy,
ahora voy .... Cuando dejó de pasarme eso, empecé a sospechar. Sentí la necesidad
de hacer un break y dar vuelta la página. Entonces se unió a Ingrid Reggia (ex
Loca ... como tu madre), trazaron una idea de programa, y su vieja amistad con
Peyronel (que produjo Agujero interior, el tercer disco de Virus) y su gusto por la
ascendente radio FM Nostalgie hicieron el resto. Estando del lado del entrevistado,
siempre me fascinó esa cosa mágica, volátil de la radio, de poder crear un montón de
situaciones, expresa. Y todos los días descubro cosas. Cuando estoy frente al
micrófono suelo imaginarme al oyente como una persona que va en auto. No sé si por el
horario, o porque yo suelo escucharla en el auto, pero de alguna manera eso tiene que ver
mucho con la musicalización. A veces pongo un tema lento, y espontáneamente digo `si
están en un embotellamiento, cierren las ventanillas y escuchen esto.
¿Se terminó Virus?
... (Carcajada.) Me río porque es interminable Virus. Ahora decidimos hacer un
parate: Julio (Moura, guitarrista de la banda) se fue a España, y está haciendo algunas
cosas con Andrés (Calamaro) y con Andy Chango. Se ha montado un estudio y está
preparando un disco para vender básicamente en España, donde en este momento hay un auge
de músicos argentinos. Pero la decisión fue conjunta, de la banda. Sin mucho anuncio
dijimos bueno, paremos un poco, que cada uno busque lo que tenga ganas de
hacer. Pero sin nada premeditado acerca del futuro. Y menos nos gusta explotar eso
comercialmente: nada de La despedida de Virus, ni nada. Somos amigos hace mucho tiempo y
cuando tenemos ganas nos juntamos y hacemos música. Con la misma naturalidad, nos abrimos
cuando así lo queremos. Tenemos veinte años juntos: hay códigos muy flexibles.
¿Su vida como músico sigue?
Sí, voy a seguir haciendo música siempre. Pero sentí la necesidad de tomar un
poco de oxígeno, y la radio es un trabajo mucho más a tierra, todos los días de cinco a
seis, con una preparación. Lo contrario a la música, que es mucho más delirante. Tuve
ganas de tener una actividad más contenida, apuntalada. La radio es mucho más
pragmática.
¿Qué haría afuera de Virus?
Ahora estoy muy metido con la radio, que me divierte mucho. Lo necesitaba. Y a la
música sólo la concibo cuando no puedo parar de hacerla. Pero creo que lo más probable
es que en breve me meta en un proyecto solista. De hecho, tengo tres cuartos de disco
preparado, muchas composiciones hechas solo. Y cuando me vuelvan esos ataques de pasión,
voy a continuar con eso. Pero no me gusta meterles presión a las cosas. Tengo tiempo,
creo.
¿Se cruzan al aire los oficios, el de conductor y el de músico?
No me lo planteo mucho. Pero creo que se siente a la hora de elegir los temas. Elijo
la música con un concepto muy despojado: por gusto, y no con un criterio comercial, como
suelen manejarse las radios. Paso la música que a mí me gusta, que creo que no es nada
extraño, pero sí tiene un concepto. Y mi criterio es más bien pop, que es lo que
siempre me hagustado. Paso mucho Lou Reed, Alice Cooper, David Bowie, Rod Stewart,
Squeeze. Pero no tengo ninguna presión. De golpe paso música cubana. Me gusta que la
radio no sea algo previsible, porque de esa forma lo disfrutás más. Y yo soy
especialmente abierto para escuchar música, y defiendo eso.
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