Nunca se llevaron bien. Se miraban de soslayo y apelaban a cortesías no exentas de ironía. Pero durante la campaña presidencial de 1995 mantuvieron la cabeza fría y la forzada cordialidad. Cuando el mendocino quiso introducir a Gustavo Beliz a la coalición, ella fue una de las más acérrimas opositoras a la idea (a pesar de que actualmente su diálogo con el ex ministro del Interior es más que bueno). Ayer se dio la oportunidad de que todo aquello aflorara: "Va a ser un problema para Duhalde la incorporación de Bordón", disparó Graciela Fernández Meijide en una muestra más de que donde hubo fuego cenizas quedan.
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