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 La Dirección
de Inteligencia Nacional (DINA, policía secreta chilena durante la primer parte del
régimen militar) tenía la autonomía de la Gestapo, recurría a métodos de tortura
dignos de la Inquisición española, y su jefe, Juan Manuel Contreras, sólo recibía
órdenes del general Augusto Pinochet, según los archivos secretos desclasificados por
Estados Unidos la semana pasada. El diario El Mercurio señaló que la Cancillería
chilena observa con preocupación "el ostensible declive anímico" del ex
dictador Augusto Pinochet, detenido en Londres desde hace más de ocho meses por un pedido
de extradición de la Justicia española. El gobierno sigue presionando por la liberación
de Pinochet "por motivos humanitarios"."Desde la creación de la DINA como el brazo de inteligencia nacional del gobierno, el coronel Contreras sólo ha rendido cuentas a Pinochet y recibido órdenes suyas", destaca un informe del servicio de Inteligencia del Pentágono, fechado el 15 de abril de 1975. "Las técnicas utilizadas por la DINA provienen directamente de la Inquisición española y dejan a menudo a la persona interrogada con daños corporales visibles", consigna otro cable confidencial del 5 de febrero de 1974. Otros documentos también se refieren al mando directo y exclusivo entre Pinochet y Contreras. En otro orden de cosas, la Democracia Cristiana (DC), integrante principal en estos momentos de la oficialista Concertación por la Democracia, eligió en la madrugada de ayer una nueva directiva, que encabezará el parlamentario Gutemberg Martínez, ex presidente de la Cámara de Diputados. La DC se había quedado sin conducción luego de la derrota de Andrés Zaldívar, candidato del partido en las internas de la Concertación. El ganador de esos comicios fue el socialista Ricardo Lagos.
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