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Por Mariana Enríquez  "South
Park", que en Estados Unidos emite el cable Comedy Central, y aquí esporádicamente
Azul TV, se ha convertido a esta altura en la serie animada para adultos más escandalosa
de la historia de los dibujos animados. Cuatro niños amorales, groseros, que se asesinan
entre ellos, hacen chistes de humor negro, raciales, sexistas (en fin, un compendio de
actos políticamente incorrectos), usan drogas y violan animales, convirtió a sus
autores, Trey Parker y Matt Stone, en celebridades de la animación sólo comparables a
Matt Goering, autor de "Los Simpson". Sólo que muchísimo más descarados. Con
tales elementos en danza, era de esperar que estos dibujos llegasen al cine. Ya lo ha
hecho.La película de los niños terribles se llama South Park: Bigger, Longer & Uncut. Tiene 80 minutos, y los menores pueden verla con reservas, es decir, acompañados por un mayor. El film tiene como protagonistas a los 4 chicos de la serie animada: Stan, Kyle, Kenny (el que muere en cada episodio) y Cartman, el cuarteto de alumnos de tercer grado que pasan sus vidas en el pueblo helado y montañoso de South Park, Colorado. Ahora tienen una misión bien cinematográfica, aunque previsible: salvar al mundo. Aún vale la pena hacerlo. Es el único sitio en que pueden, entre otras delicias, violar pollos. La historia del film cuenta que una gran guerra está a punto de desencadenarse entre Estados Unidos y Canadá. En la trama, los chicos de South Park ven en el cine la película de sus personajes de dibujos animados favoritos, los groseros Terrance y Philip (la serie sería de origen canadiense) y se la pasan imitando sus diálogos. Las madres culpan al Canadá de la degeneración de sus criaturas, y la guerra se avecina. Una evidente ironía acerca de la propia "South Park": un chiste interno donde Parker y Stone se ríen del escándalo que provoca su creación, acusada de deformación de maleables mentes jóvenes. Otra línea de argumento sigue a Kenny, el que siempre muere. En la película, Kenny muere en serio, y se va al infierno. Una suerte de cruzada de niños marchará al infierno a rescatarlo. Todo esto sumado a un clítoris gigante y parlante, que se ha convertido en el personaje más gracioso y discutido del film. South Park, la película, no es sólo un film de animación: es casi un musical. Tiene 14 canciones, estilo Broadway. ¿Las letras? Bueno, Cartman entona cosas tales como "La mamá de Kyle es una perra", con coros en falso chino, holandés y francés. El Diablo tiene un parlamento cantado al estilo Walt Disney. Y otra canción que suena cada tanto enuncia en su estribillo "cerrá el culo, Tío Flicka". Por supuesto, y como en la serie, el lenguaje "explícito" es una constante en la película, y la fuente de sus mejores chistes. Los críticos creen que es una excelente comedia. Y auguran que los padres enloquecerán si sus hijos salen imitando a Cartman y la pandilla. Los famosos sometidos a las burlas de Parker/Stone son una verdadera cofradía: los hermanos Baldwin son asesinados (los cuatro) por la Fuerza Aérea Canadiense; Winona Ryder ejecuta una actuación erótica con pelotitas de ping pong (que, digamos, "expele" por la vagina); Bill Gates es asesinado porque Windows '98 no es lo suficientemente rápido; Saddam Hussein se enamora de Satanás, viven una historia de amor (hasta que Hussein empieza a jugar con los sentimientos del pobre Príncipe de las Tinieblas). También sufren el humor de los South Park Barbra Streissand, Liza Minnelli y el propio Dios, que es maltratado por los niños.
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