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Por David Cufré ![]() ![]() La posición del deudor no es la de defender los intereses de los acreedores, subrayó el mandatario bonaerense, al explicar por qué dijo hace diez días que con los actuales pagos de servicios de la deuda no va a haber posibilidad de recuperación para nuestro país. En su exposición de 45 minutos, Duhalde sustentó sus opiniones en otras inobjetables para el establishment. Bill Clinton dijo que hay que humanizar la globalización y disminuir la carga de la deuda, arrancó el candidato justicialista, para continuar con expresiones en la misma línea del presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn; el número dos de esa entidad, Joseph Stiglitz; el director gerente del FMI, Michel Camdessus, y del papa Juan Pablo II. Entiendo que estén preocupados les dijo a los empresarios, pero su preocupación la comparten 35 millones de argentinos, que quieren la eficiencia del mercado, pero también la justicia social, enfatizó. Duhalde procuró en todo momento comprometer a su auditorio en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales. Los banqueros, como todos los argentinos bien nacidos, quieren transitar por la calle a cualquier hora sin temor a ser asaltados, sin encerrarse en barrios privados o estar con el Jesús en la boca esperando el regreso de nuestros hijos, describió. Sin embargo, ni siquiera ese tipo de apelaciones directas le permitieron a Duhalde despejar las dudas de los banqueros. Al término de su disertación, fueron más las voces que siguieron cuestionando a Duhalde por haberse puesto a hablar de la deuda en la campaña electoral, que las que se dieron por satisfechas con sus explicaciones (ver aparte). Fernando de la Rúa, que precedió en la palabra al gobernador bonaerense, no mencionó en absoluto sus opiniones sobre la deuda, algo que sí hizo durante su intervención en la Internacional Socialista, aunque con tono más moderado que su competidor hacia la presidencia. El jefe de Gobierno porteño centró su discurso sobre la cuestión institucional. Se habla de los riesgos de la transición. Yo creo que, al contrario, esta transición política y democrática en el ámbito de la Constitución y bajo la vigencia de las leyes debe ser la que confirme la certidumbre, seguridad y previsibilidad de nuestro país, subrayó, al tiempo que se declaró esperanzado en una pronta salida de la recesión. Asimismo, remarcó que la vigencia de las instituciones tiene un alto valor para la competitividad del país, uno de los temas que más inquietan a los empresarios, en especial a los del agro y la industria. En la pulseada por conseguir el favor del sector económico más poderoso además de banqueros estuvieron empresarios como Franco Macri, Eduardo Elsztain, Guillermo Alchourrón, Juan Navarro, y personajes como el ex embajador estadounidense Terence Todman y el ex ministro José Luis Manzano, De la Rúa le sacó ventaja a Duhalde. Por su parte, el anfitrión Eduardo Escasany, presidente de ABA, puntualizó en su mensaje las demandas a los candidatos. Remarcó que es necesaria la disciplina fiscal y avanzar decididamente con las reformas estructurales pendientes, entre las que incluyó una desregulación laboral seria. Los mercados saben que, si bien es mucho lo que se hizo en materia de estabilidad económica, también es bastante lo que falta por hacer, concluyó.
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