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EL TITULAR DEL BANCO CENTRAL PRONOSTICO MAS CIERRES DE ENTIDADES
Pedro Pou prefiere pocos y grandes

El responsable de la autoridad monetaria auguró una mayor concentración del sector financiero. En su discurso, ante los representantes de los bancos más grandes del país, señaló que el cierre de entidades “es un costo menor para lograr la eficiencia”. Eduardo Duhalde volvió a referirse a la deuda externa tratando de suavizar sus apreciaciones, pero no convenció a los banqueros.

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Pedro Pou, presidente del Banco Central. “No todos los bancos tienen asegurado su futuro (...), algunos deberán cerrar.”


Por Raúl Dellatorre
t.gif (862 bytes)  El revólver sigue martillando sobre la sien de los bancos locales. Pedro Pou, presidente del Banco Central, volvió a girar el tambor del arma y se la pasó al sistema financiero, convertido en una dramática ruleta rusa. “No todos los bancos tienen asegurado su futuro (...), algunos deberán cerrar”, dijo el máximo responsable de la autoridad monetaria ante un auditorio compuesto por banqueros de primera línea y mayoritariamente extranjeros, cuyas entidades no estarán, seguramente, entre las de pronóstico reservado. El proceso de concentración se cobrará nuevas víctimas y Pou se ufanó de esa perspectiva, a la que consideró “sana y positiva”.
El presidente del Central se refirió al cierre de bancos como “un costo menor para lograr la eficiencia”, durante el discurso que pronunció ante la Reunión Anual de la Asociación de Bancos Argentinos, entidad nacida de la fusión de Adeba y ABRA, que alguna vez separaron los tantos entre entidades nacionales y extranjeras, respectivamente.
Según recordó Pou, desde el final del efecto “tequila” (fines de 1995) a la fecha desaparecieron 18 bancos. Pero son más de medio centenar los que cayeron durante la crisis mexicana hasta el presente. “En otros ámbitos puede llamar la atención que se mencione como un logro la reestructuración de dieciocho bancos, cuando en la mayoría de los casos su suspensión provocó inconvenientes a los depositantes y, en algunos de ellos, se detectaron conductas ilegales. Se trata de un logro relativo”, se escudó en forma elíptica el funcionario.
Sin embargo, destacó el fortalecimiento del sistema, a partir de su concentración, en cuanto a su capacidad de respuesta frente a los shocks internos o externos. Refiriéndose en particular al efecto tequila, subrayó que “este episodio nos convenció de que debíamos continuar con el fortalecimiento del sistema financiero”, a través de la selección natural producida por la competencia feroz del mercado.
Sin considerar a los tres grandes bancos oficiales (Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires), las cinco primeras entidades privadas concentran el 48,7 por ciento de la cartera de depósitos y el 44,4 por ciento de los activos del sistema.
La oferta que les hizo ayer Pou a los banqueros, de favorecer una mayor concentración en el sistema financiero, no fue gratuita. Pidió, a cambio, protección para seguir ejecutando esa política sin interferencias de la Justicia. La condición para contar con “funcionarios probos e idóneos” en el Banco Central, dijo, es que no se encuentren “sometidos a la justicia penal” por sus actos. Los encargados de “manejar estos difíciles procesos de reestructuración”, señaló, deberían ser exceptuados de un control judicial sobre “el momento oportuno” o “lo adecuado” de las medidas técnicas que tomen. “No en beneficio de los funcionarios, sino del sistema financiero”, aclaró por si hiciera falta.
En la última semana de mayo, Pou fue procesado por el juez Gabriel Cavallo bajo los cargos de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, en relación con su responsabilidad en las caídas de los bancos Mayo y Patricios. La semana pasada, la fiscalía que interviene en la causa pidió además que se lo investigue en torno de su presunto enriquecimiento ilícito.
Antes de ser procesado, Pou había sido citado a declaración indagatoria, pero se negó a hacerlo, sentando un precedente cuestionable: se negó a rendir cuentas ante la Justicia sobre actos propios de su función. A cambio, distribuyó un escrito de ocho páginas, en el que reclama la nulidad de la convocatoria judicial argumentando que las decisiones que se le cuestionaban “entran en la esfera de las facultades discrecionales (...) no sometidas al control judicial, en tanto han sido adoptadas en cumplimiento de los objetivos de interés general de la Carta Orgánica del BCRA”. Semejante paraguas esgrimido por el titular del Banco Central no leresultó convincente al magistrado, que un mes después dictó su procesamiento, junto a otros nueve directivos de la autoridad monetaria.
Tras el fallo de Cavallo, Pou volvió a embestir contra el magistrado. Acusó su decisión de “parcial” y calificó a su pronunciamiento como de carácter “político y no jurídico”, pese a que Cavallo, en sus evaluaciones, se basó fundamentalmente en los dictámenes de los veedores del Banco Central que advertían, anticipadamente, sobre la insolvencia de los bancos tardíamente suspendidos. Respecto de ese aspecto, resultan contundentes las pruebas en ese sentido en el caso del Banco Mendoza, del banquero prófugo Raúl Moneta. El financista preferido de Carlos Menem recibió una millonaria asistencia por parte del Central pese a que los indicadores de la entidad mostraban su debilidad, además de aplicar operaciones irregulares con el República, el otro banco de Moneta.
Para Pou, el manejo discrecional de fondos públicos desde el Banco Central no debería ser motivo de investigación judicial. De esa forma, seguirían en su cargo los funcionarios “probos e idóneos” como él se considera a sí mismo.
Manifestación
Sobre el techo de un Falcon destartalado, militantes del gremio La Bancaria pusieron un busto gigante del presidente del Banco Central, en forma de caricatura, con la leyenda “Chau Pou”. Mientras en los salones del Hotel Sheraton se llevaba a cabo la asamblea anual de la Asociación de Bancos, con la presencia de personalidades políticas y empresarias, unas 50 personas de aquel sindicato se apostaron frente a una de las puertas del imponente edificio. “Pou es el responsable máximo de la violación de nuestros derechos laborales”, le dijo a Página/12 Juan Palermo, secretario de la delegación Capital Federal, primo segundo del ahora devaluado goleador. “Nos vemos obligados a trabajar horas extras sin ningún tipo de pago ni compensación. Además, no cumplen con los aportes patronales”, se quejó Palermo, bajo la atenta mirada de un nutrido grupo de policías que custodiaba el lugar.


CRITICO INFORME DE FIEL. MONEDA UNICA PARA EL BLOQUE
Menem quiere el peso Mercosur

t.gif (862 bytes) El presidente Carlos Menem volvió a proponer la creación de una moneda única del Mercosur destinada a “consolidar la estabilidad de la región y aventar los fantasmas de posibles devaluaciones”. Sin embargo, el candidato del oficialismo, Eduardo Duhalde, relativizó la iniciativa y dijo que es algo para hablar recién “dentro de cinco, diez o quince años”. El Presidente también justificó el no haber podido “pulverizar la desocupación”, como prometió en más de una ocasión, porque “hubo crisis externas que no estaban en los cálculos de nadie”.
Al inaugurar la reunión anual de la Asociación de Bancos Argentinos (ABA), Menem recordó que días atrás “algún economista señaló al real como posible moneda única para la región” y se preguntó “por qué no el peso argentino, que está a la par del dólar, que es la moneda más fuerte del mundo”. Luego afirmó que la propuesta de creación de la moneda única “ya está en marcha” y destacó “la necesidad de avanzar rápidamente” para su concreción.
[FrontPage Image Map Component]Duhalde, en cambio, se mostró contrario a la idea de avanzar a corto plazo con la moneda común. “La creación de una moneda común es algo que podrá alcanzarse dentro de cinco, diez o quince años”, afirmó. En tanto, otro candidato presidencial, Domingo Cavallo, dijo que “en lugar de imponer el peso como moneda para el Mercosur, habría que pensar en la creación de una moneda convertible”. Pero reconoció su satisfacción porque “Menem aprecia la importancia de tener una moneda convertible para el Mercosur, como el peso”.
Por otra parte, la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) presentó un informe sobre distribución del ingreso en Argentina. Según explicó el economista de FIEL Juan Luis Bour, cuando se incorpora el fenómeno de desempleo a la medición de ingresos “se verifica en la década del noventa un nivel más alto de desigualdad que en cualquier momento de la década del ochenta”. En tanto, subrayó que en 1995 hay “un aumento marcado” de la desigualdad de ingresos, que se atenuó sólo parcialmente desde entonces.
Bour explicó, además, que “el desempleo está asociado con un bajo nivel de educación” y que “la población de bajo nivel educativo tiene mayor probabilidad de estar desocupada”. Para colmo, FIEL estima que para esta franja de la población la informalidad laboral trepa al 70 por ciento.


Banqueros inconmovibles
El auditorio compuesto por banqueros y empresarios de los principales grupos económicos del país acogió sin entusiasmo y frialdad las ponencias de los panelistas que teorizaron sobre las bondades de la Tercera Vía, pretendida síntesis entre el neoliberalismo y la socialdemocracia. Los académicos Ethan Kapstein (Estados Unidos), Jacques Attali (Francia) y Nicola Rossi (Italia) coincidieron en afirmar que la propuesta, apañada por Bill Clinton, Tony Blair y Gerhard Schroeder, surgió como una reacción ante las desigualdades sociales. El común denominador de sus discursos fue señalar que las claves del nuevo modelo son la humanización del capitalismo y la entrada al mercado de los más desprotegidos mediante la educación. Kapstein, de la Universidad de Minnesota, dijo que “nadie que se postula como candidato quiere hablar de la Tercera Vía, pero, sin embargo, hay mucho que aprender de esta postura”. Dijo que los países ricos destinan gran parte de sus ingresos a la educación y lamentó que en América latina el 94 por ciento de la población no supere la educación primaria. “Si los pobres permanecieran en el colegio, estarían representados en el gobierno”, apuntó, antes de sentenciar que “la globalización sin estado de bienestar no perdurará”. Attali, de la Academia Internacional de la Cultura de París, dijo que “no se cuestionan las reformas hechas por los liberales, sino que la
prioridad es reunir un conjunto de valores de solidaridad y la igualdad”.


Repercusiones en el mercado


na03fo03.jpg (11973 bytes)Miguel Bein, economista
“No me parece que Pou esté anunciando caídas de bancos. Se refirió a una tendencia mundial: la consolidación del sistema financiero en entidades grandes. Esto mismo va a pasar en la Argentina, no necesariamente por el cierre de bancos, sino por un proceso de absorciones y fusiones.”

 

 

Rodolfo Frigeri, presidente del Banco Provinciana03fo04.jpg (9505 bytes)
“Pou se equivocó. Me queda la duda de si se expresó mal o realmente estaba anunciando que van a cerrar más bancos. Si fuera esto último, me sorprendería muchísimo porque no hay bancos con problemas. Si se refirió a entidades que cerraron en el último tiempo, no lo hizo bien.”

 

na03fo05.jpg (10911 bytes)Adalberto Rodríguez Giavarini, asesor económico de Fernando de la Rúa
“No me sorprendió lo que dijo Pou porque el cierre de bancos está dentro de la mecánica del sistema. Me hubiese sorprendido si hablaba de alguna institución. Pero no se trató de eso, sino que dijo cuál es la dinámica que él ve para el futuro.”

 

 

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