|
Por Pedro Lipcovich La pasión de Juan Pablo Romero por los Redonditos de Ricota sigue intacta, pero acaba de iniciarles juicio por dos millones de pesos, tras haber perdido un ojo en el último recital. La demanda responsabiliza conjuntamente a los Redondos, la Policía Bonaerense y la Municipalidad de Mar del Plata. El 19 de junio, cuando entraba al recital que se hizo en el Patinódromo de esa ciudad, el joven recibió 28 perdigones de goma en la cara, de una escopeta policial a tres metros de distancia. Además, según su abogado, fue maltratado y privado de asistencia por la seguridad privada del recital: Si los que organizan el espectáculo aceptan estas condiciones, son responsables de las consecuencias, sostuvo. Un representante de la organización del recital respondió que no hay control sobre la policía aunque uno la contrate y que entre los concurrentes hubo infiltración política. Yo estaba ingresando al estadio. Los amigos que iban conmigo se dispersaron cuando la policía empezó con los gases. En el primer vallado, el tipo de seguridad sin decirme nada me agarró de los pelos: yo le mostré que tenía mi entrada y me dejó pasar, pero entonces vino el policía que me pegó el tiro en el ojo, contó su martirio a Página/12 Juan Pablo Romero, que precisamente hoy cumple 23 años. Caminé tres pasos y me desmayé continuó. Me desperté cuando un vendedor de choripanes me ayudaba; me lavó la cara, la cabeza. Después le pedí a la policía por favor una ambulancia pero me dejaron solo. Fui caminando por la avenida Juan B. Justo; un muchacho me dio un trapo para poner- me en el ojo y me acompañó hasta una estación de servicio pero la policía lo echó, y no me querían llevar en el patrullero al hospital. Al final, una chica y un chico me llevaron. Yo tenía 28 perdigones en la cara. El abogado Fernando Soto, representando a Romero, presentó la demanda por dos millones contra Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, Patricio Rey Producciones (ellos mismos son los que hacen la producción de sus espectáculos, según Soto), la Policía de la provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de Mar del Plata: El juez determinará la proporción de responsabilidad de cada uno. Soto destacó que Juan Pablo es tornero y ahora no va a poder trabajar más en su oficio, además del daño moral y psicológico. Dijo el abogado que estos incidentes se repiten desde hace años pero nunca nadie le hizo una demanda al grupo. Si ellos convocan a miles de chicos, tienen que hacerse cargo de resguardar la seguridad de los que no participan en los desmanes. El personal de seguridad que contrataron no tenía la menor capacitación. No había un sistema de enfermería para emergencia: a Juan Pablo lo dejaron tirado. Para el abogado, con este nivel de seguridad los Redonditos no pueden seguir actuando. No puede ser que la policía haga lo que quiera: el que le disparó a Juan Pablo estaba del lado de adentro del vallado de seguridad privada: tiene que haber un control del Estado pero también de los organizadores. Pablo Baldini, titular de Producciones Integrales empresa que se hace responsable de la organización del recital de Mar del Plata, dijo a este diario que lo sucedido no es ajeno al contexto de violencia que hay en el país y en América latina. En este recital hubo infiltración política, como que llegaron a tirar bombas molotov, que los pibes no llevan; hubo vandalismo, robo de puertas, ventiluces; los Redondos pueden tener antecedentes de muchas cosas pero no de incendiar viviendas, locales o autos. Baldini sostuvo que nosotros tomamos todos los recaudos: abrimos las puertas temprano, controlamos que la gente con entrada pudiera pasar y que la gente sin entrada se quedara afuera. Es cierto que mucha gente con entrada no pudo ingresar o se vio dañada por la acción de la policía, pero, aunque uno los contrate y vaya a una reunión previa, son ellos los que determinan cuántos agentes van a ir, dónde van a estar y qué van a hacer. En cuanto a la seguridad privada, la contratamos sólo para el acceso al estadio y el interior; tienen órdenes precisas de no pegarle a nadie, y no están armados. Por su parte Carlos Brun, subsecretario de Asuntos Judiciales de la Intendencia de Mar del Plata, dijo que la Municipalidad no es responsable por lo sucedido. Para Brun, corresponde primero, establecer si hubo negligencia de quien disparó la bala; en segundo término podría ser citado a juicio el promotor del espectáculo, y la banda que tocó en el recital. Juan Pablo Romero, todavía con su ojo vendado, quiso destacar que lo que siente por los Redondos sigue intacto. ¿Qué es lo que siente por los Redonditos de Ricota? Es una pasión que tengo.
Por P.L.
|