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Eximen de prisión a dos socios de
Moneta, que ahora espera su turno


Por Susana Viau

t.gif (862 bytes) El defensor mendocino de Raúl Juan Pedro Moneta, Jorge Garguir, interpuso un recurso ante la Cámara Federal de la provincia para que se deje sin efecto la orden de captura que pesa sobre el banquero. Garguir adelantó que, si la respuesta es negativa, el próximo paso será hacer una presentación ante la Corte Suprema. La Cámara, entre tanto, accedió ya a las solicitudes de eximición de prisión presentadas por Jacques Matas y Emilio Magnaghi, ambos integrantes de Magna Inversora, la sociedad que acompañó al prófugo Moneta en la gestión del Banco Mendoza y está formada por la flor y nata del empresariado local. Por lo demás, el tribunal ya habría habilitado la feria judicial para tratar las solicitudes de Moneta y sus socios y familiares, Benito Jaime Lucini y Pablo Lucini.
El goteo de eximiciones de prisión que benefició, entre otros, a Eduardo Lede, Matas y Magnaghi provocó desazón tanto en el juzgado federal de Luis Leiva como en la fiscalía federal de Alejandra Obregón, quienes comienzan a temer un ritmo más lento en las investigaciones que ellos venían realizando a marcha forzada. Las primeras eximiciones de prisión fueron firmadas por los camaristas Otilio Romano y Julio Demetrio Petra, dado que el tercero, Alfredo López Cuitiño, se encuentra con licencia por enfermedad. Por el contrario, esas resoluciones llevaron alivio y cierta distensión a los prófugos de mayor envergadura y a miembros del propio gobierno, profundamente preocupados por las imprevisibles consecuencias de la caída de los bancos Mendoza y República. El tema, y no es una cuestión menor, amenaza con golpear a las puertas de los socios prominentes de Moneta a nivel internacional: dos hombres de la SEC (Security and Exchange Commission, un equivalente a la Comisión de Valores), dependiente del Tesoro de los Estados Unidos, quienes viajaron a Buenos Aires para, luego de los abundantes desayunos y una pasada por el gimnasio del hotel Sheraton, donde se hospedaron, abocarse a determinar hasta qué punto el crash de los dos bancos afectaba al socio americano del CEI. La prensa y las centrales sindicales españolas también siguen con interés las alternativas de un proceso que involucra a la filial argentina de Telefónica.
La decisión de la Cámara respecto de los socios menos públicos de los bancos hizo alentar la esperanza de que una medida similar beneficiara a Moneta y a Benito Jaime y Pablo Lucini, su tío y primo, respectivamente. El juez Leiva parecía resuelto a apresarlos e irreductible a los planteos de incompetencia que desde Buenos Aires formulaba su colega, el juez federal Gustavo Literas, visiblemente interesado en quedarse con la porción de la causa que involucra al banquero más próximo al poder político. Ayer, pese al mejoramiento de las condiciones y a los anuncios de su abogado, Carlos García, quien había asegurado que por la tarde se avendrían a declarar, los imputados Matas y Magnaghi optaron por no hacerlo de momento. Aportaron, no obstante, la fianza de cien mil dólares que la cámara había fijado para cada uno. Según pudo saber este diario, Matas se encontraba en Chile y Magnaghi en Miami. Magnaghi voló a Santiago y juntos emprendieron el retorno a Mendoza. El recurso que Garguir presentó ante la cámara busca que ésta, o bien la corte, deje sin efecto la orden de captura librada contra el banquero. Así sí se presentaría Moneta en sede judicial. Previendo esa eventualidad ya habría quedado habilitada la feria: las vacaciones de invierno podrían ser la coyuntura ideal para que cualquier medida favorable al banquero encontrara dispersa a la oposición y relajada a la opinión pública.

 


 

Petrella se defiende

t.gif (862 bytes) El embajador argentino ante las Naciones Unidas, Fernando Petrella, sostuvo que la Cancillería “no tiene nada que ver” con la venta ilegal de armas y aseguró que está “muy tranquilo” respecto a su situación judicial, pese a que el juez federal Jorge Urso lo procesó por presunto ocultamiento de pruebas. Petrella explicó que “la Cancillería ha sido involucrada, lamentablemente, porque la legislación existente le da un rol estrictamente técnico en el tema”. Con respecto a su novedosa situación de procesado, dijo que lo había tomado “con cierto estupor”. “Imagínese que no tengo la menor duda sobre mis actitudes, creo que la opinión pública lo comparte, de manera que el asunto deberá resolverse en la Cámara”, agregó.

 

 

Juicio a dos gremialistas

La jornada inicial del primer juicio oral y público del país por cortes de ruta concluyó con un pedido de absolución de los dos imputados, el secretario general de ATE de Comodoro Rivadavia, Walter Natera, y el presidente de una asociación vecinal, Miguel Angel Gatti, al plantear la defensa “la nulidad” del acta policial labrada el 14 de agosto de 1997. El juez federal Ricardo Napolitani procesó a ambos “por interrumpir una vía de circulación” (la ruta nacional 3), en agosto de ese año en el marco de una jornada de paro nacional dispuesto por el MTA. El fundamento del abogado defensor, Eduardo Hualpa, para solicitar la absolución fue sencilla. El letrado argumentó que el acta policial es nula “porque no tiene testigos”. El juicio a Gatti y Natera, que enfrentan una posible condena de entre tres meses y dos años de prisión, continuará hoy.

 

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